El pantone de Angela Merkel esta cuarentena: una chaqueta, 8 colores, mismo look

Angela Merkel es probablemente una de las políticas internacionales que más hemos visto durante la cuarentena. Reuniones con sus homólogos europeos, con sus ministros y con la prensa, cruciales para la lucha contra la pandemia y la crisis económica consecuente, han marcado una agenda de lo más intensiva.

Apariciones en escenarios y con personas de todo tipo para las que ha mantenido una constante: ha ido exactamente igual vestida cada día. Un uniforme al que ya nos tiene acostumbrados y que esta cuarentena ha fijado en tres prendas imprescindibles: pantalón negro tipo sastre tobillero, top a juego con cuello cerrado a caja y su sempiterna chaqueta favorita.

Chaqueta fetiche

Una prenda de punto, cómoda pero vestida que tiene en al menos 8 colores diferentes. Rojo, varias tonalidades de rosa y de azul, granate, negra y hasta jaspeada… Su diseño es inconfundible.

Con algunas variantes entre ellas, todas tienen en común varios elementos que las hacen parecer salidas del mismo taller. Los diseños de todas ellas cuentan con tres botones en el centro y dos bolsillos (ya sea arriba o abajo) y la ausencia de cuello o solapas.

Una prenda, en definitiva, que se ha convertido en todo un símbolo de su austeridad estilística, más llamativa aún si cabe si la comparamos con los exclusivos armarios de otras mujeres tan poderosas como ella, como la francesa Christine Lagarde.

Ni Lagerfeld consiguió cambiarla

Y es que, a pesar de las duras críticas vertidas sobre su armario por Karl Lagerfeld, que defendía que Merkel debía lucir ropa hecha a medida, su asesora de confianza, Bettina Schoenbach, no ha cedido ni un ápice en cuanto al modo de vestir a su clienta más conocida.

Su estilo, y por ende sus chaquetas, se ha convertido en un asunto de Estado que ha trascendido ampliamente la opinión de los líderes de esta industria para calar en la que realmente le importa a la canciller, la de sus votantes y conciudadanos, que incluso bromean con esto: “¿Qué hace Angela Merkel con su ropa vieja? Se la pone”.