Las influencers que saldrán airosas de la cuarentena serán las que sigan estas claves
Las influencers que han sabido entretener a sus seguidores durante la pandemia son las que han sobrevivido felizmente a la cuarentena. Descubre por qué
Una de las grandes incertidumbres durante la pandemia ha sido cuál va a ser el devenir de las celebridades. ¿Qué sentido tiene seguir a una instagramer cuyo contenido se compone de looks construidos con marcas de alta gama y de instantáneas tomadas durante sus paradisiacos viajes cuando todos estamos en casa enfundados en un chándal? En un momento como el que estamos viviendo, ¿necesitamos contenido aspiracional o buscamos a influencers que nos acompañen durante el confinamiento?
Mientras que las marcas de moda, en su gran mayoría, han querido entretener a sus seguidores y han empleado para hacerlo sus redes sociales, donde también han comunicado sus acciones para luchar contra el coronavirus y proteger a sus trabajadores, siendo estos gestos apreciados por los compradores, los influencers han comprendido que han de seguir la misma fórmula para contentar a sus seguidores. Muchos instagramers cuyas redes sociales están repletas de looks y que ahora suben diariamente selfies y smoothies caseros llevan meses sin recibir ofertas laborales, mientras que los que han sabido diversificar su negocio han sido los que han sabido seguir adelante.
En nuestro país, Dulceida se ha convertido en una de las que mejor ha sabido desenvolverse en esta peliaguda situación. Cada semana sus redes estaban repletas de directos en los que participaba en retos, compartía diferentes maquillajes con sus fans y los hacía partícipes de su día a día. Su naturalidad y cercanía son las que han hecho de ella una de las influencers más importantes de nuestro país, y si bien la fama le llegó al principio a causa de sus looks, ahora es su personalidad la que ha ganado a sus seguidores.
Por ello, cuando se encontró con que tenía que lanzar su segundo drop de zapatos para Krack, decidió que su amigo Luc Loren, con quien pasa la cuarentena junto a su mujer, le hiciera las fotografías de la campaña en el terrado del edificio en el que vive.
Paula Ordovás es conocida por su exquisito estilo, pero también por su tonificada silueta y su estilo de vida saludable, por lo que durante la cuarentena no ha dudado en compartir sus recetas y en hacer ejercicio en directo con su trainer. Entre entrenos y recetas iba compartiendo bodegones caseros en los que iba incluyendo diseños de su marca, que ahora se expande a la decoración, por lo que ha sabido anunciar novedades y ampliar su negocio resultando cercana.
Esa fue, de hecho, la estrategia de Chiara Ferragni, que en pleno confinamiento consiguió que un chándal de Chiara Ferragni Collection junto a Oreo se agotara. La influencer ha ido compartiendo su día a día en sus redes mientras lucía looks de su marca, que etiquetaba pertinentemente, e iba alternando otro tipo de contratos publicitarios muy alejados de la moda.
Por eso vimos a la italiana, enfundada en un top de The Andame, pantalones de su marca y sandalias de Chanel, posar junto a una bandeja de pasta de una marca concreta. Este contenido, fuera de la pandemia, habría resultado chocante para sus seguidores, acostumbrados a su vida de lujo y viajes, pero en plena pandemia encajó de forma casi orgánica. No es la única que ha cambiado la dirección de sus colaboraciones.
Leandra Medine, de Man Repeller, suele subir contenido patrocinado de diferentes marcas de moda, pero acaba de comenzar una colaboración con Thermomix. Precisamente Blanca Suárez ha compartido diversos stories hablando de su nueva Thermomix, dejando claro que ahora el público quiere más cercanía y menos viajes a Bali.
Las fit-girls han sido algunas de las influencers que mejor han sabido llevar la cuarentena. Verónica Costa, empresaria del sector fítness, deportivo y nutrición, más conocida como Vikika, no solo ha deleitado a sus seguidores con entrenamientos en directo que se han convertido en algunos de los más populares de la pandemia, sino que ha sacado en plena pandemia su línea de suplementación hecha por y para la mujer, Vikika Gold. Al compartir entrenamientos con los que sus seguidores han continuado poniéndose en forma durante la cuarentena, sacar este tipo de productos encaja perfectamente en su línea de negocio.
El éxito del lanzamiento ha sido inmenso, y Vikika ha sabido bien a qué infuencers mandar sus productos. Paula Ordovás, María Pombo y Lady Addict (con las dos últimas incluso ha entrenado en directo durante la cuarentena) han sido algunas de las que han recibido su pack de bienvenida, que por supuesto han compartido en sus archiconocidas redes sociales. Vikika también ha hecho en directo charlas con una nutricionista de su equipo para resolver dudas de sus seguidores y lograr así que hayan seguido una alimentación saludable durante la reclusión, y por si fuera poco, el lunes lanza Entrena Virtual, donde por tan solo 12,99 € sus usuarios podrán disfrutar de clases online de lunes a sábado.
Otra de las que ha sabido sacar partido al mundo fitness en plena cuarentena ha sido Patry Jordán, cuyos vídeos han puesto en forma a miles de personas, entre las que destaca la simpática Anabel Pantoja. La influencer ya tenía pensado entrenar en directo con sus seguidores antes de la pandemia, pero el coronavirus ha sido el empujón necesario y definitivo.
Si antes las marcas se habían convencido de que la estética del contenido con el que los influencers anunciaban sus productos y diseños era suficiente, ahora las cosas han cambiado. “Las firmas antes querían fotografías que fueran bonitas, y les daba igual que las ventas no fueran abrumadoras. Sin embargo, ahora todo por lo que se preocupan es el ROI”, explica Raina Penchansky, directora ejecutiva de la agencia de influencers digital Digital Brand Architects a ‘Business of Fashion’. Muchas marcas están recurriendo a microinfluencers con un fandom fiel que, aunque es mucho más reducido que el de las grandes, están siempre atentos a las sugerencias que sus ídolos digitales hacen. Los datos hablan por sí solos: los ratios de engagement de los microinfluencers han subido un 130%.
No solo han bajado los fees de sus colaboraciones (el 69% de las marcas van a reducir su inversión en 2020), sino que ahora muchas firmas prefieren aliarse con influencers con menos seguidores que promocionen menos productos para poder así establecer relaciones a largo plazo, asegurarse de no vivir situaciones de competencia dentro del contenido del influencer en cuestión (hay instagramers que son capaces de anunciar unos jeans de una marca el lunes y el martes asegurar que sus preferidos son los de otra) y poder seguir de cerca la evolución de la colaboración.
En definitiva, las influencers que saldrán de esta serán las que hayan sabido acompañar a sus seguidores durante este periodo de reclusión, no los que hayan apostado por presumir de un estilo de vida lejano e inalcanzable.
Una de las grandes incertidumbres durante la pandemia ha sido cuál va a ser el devenir de las celebridades. ¿Qué sentido tiene seguir a una instagramer cuyo contenido se compone de looks construidos con marcas de alta gama y de instantáneas tomadas durante sus paradisiacos viajes cuando todos estamos en casa enfundados en un chándal? En un momento como el que estamos viviendo, ¿necesitamos contenido aspiracional o buscamos a influencers que nos acompañen durante el confinamiento?