Sofia Coppola, 50 años de estilo de la directora de cine que adora la moda

La hija de Francis Ford Coppola, Sofia, es una mujer única. Íntima amiga de Marc Jacobs, descubridora de Kirsten Dunst, artífice de meter unas Converse en una película de época. En su vida hay muchísimos 'de' acompañándola. Pero recién aterrizada en la década de los 50 es injusto hablar de sus orígenes cuando su personalidad ha marcado una era.

Hablemos de moda, fue en 1999 con 'Las vírgenes suicidas' cuando marcó tendencia en las pasarelas y fue cuestión de tiempo que en su agenda aumentaran los amigos del mundillo. Uno de los más cercanos desde entonces siempre ha sido Marc Jacobs, ella fue la directora del spot de su fragancia Daisy. "Sofia ha sido una amiga muy cercana desde hace años. Me encanta como persona y hemos hecho muchos proyectos juntos a lo largo de los años. Incluso ha sido modelo de nuestros anuncios", afirmó el diseñador.

Recordarás cuando arrasó en el mundo del cine hace ya la friolera de 18 años con 'Lost in translation' (2003). Su película fue un fenómeno de Oscar, le siguió 'María Antonieta', en la que calzó a la reina francesa con unas Converse... Su ojo estético indie se iba forjando película tras película.

Desde 1999 a 2017 rodó la friolera de ocho películas, y desde entonces ha habido un parón en lo cinematográfico, pero sigue vinculada de forma estrecha en el mundo de la moda. ¿Por qué en el mundo de la moda? Sofia de joven trabajó de becaria en Chanel, es un clásico de las primeras filas de los desfiles de Dior o Sonia Rykiel. Este know-how y contacto permanente con las firmas ha hecho que a lo largo de estos años las marcas acudan a ella en busca de fashion films originales y creativos. Es el caso de Arnaud Carrez, director internacional de marketing y comunicación de Cartier, quien declaraba a 'Business of Fashion': “Ella es un auténtico icono de estilo, gusto y elegancia contemporánea". En 2017 la firma de joyería francesa le hizo un encargo nada fácil: una película para el lanzamiento del reloj Panthere.

Pero esta no fue su primera colaboración con la moda. Cuando Jacobs fue diseñador de Louis Vuitton, la hija de Francis Ford ya diseñó un bolso para la firma logomaniaca que tuvo gran éxito. ¿Por qué? Porque prescindió de ellos, las celebrities se volvieron locas por él: Sienna Miller, Kate Moss o Rooney Mara vieron en la ausencia del monogram un plus (y la marca se lanzaría, más tarde, a la estrategia de huir del eterno LV). De hecho, la que empezó como actriz tuvo su propia marca de moda, Milk Fed, una aventura fashion llena de vestidos liberty con cuello bebé que no duró demasiado.

Durante años, Sofia también fue (dentro de su discreción) una de las reinas de la alfombra roja. Conocida por un estilo contenido pero a la vez trendy, la neoyorquina nos regaló looks icónicos que todas hemos lucido en alguna ocasión porque contenían una sutil tendencia a la vez que practicidad. En la mayoría de ocasiones la verás vistiendo una paleta de colores simple y monocromática. Su uniforme de día se resumiría en una camisa masculina blanca o camiseta de rayas marinera, pantalones negros o jeans Acne, un reloj de oro y unas bailarinas. De noche, es fan de cualquier little black dress, que suele llevar con zapatos de tacón sensato.

Hace tan solo un año dirigió la campaña del Chanel 19, el bolso que ha creado Virginie Viard para la masion, un nuevo miembro en la familia del 2.55 y el Boy, que seguro arrasará en ventas. Además ha elegido como protagonista de la campaña a la actriz Margaret Qualley, hija de Andy McDowell (otra 'de' que se lo quitará pronto), que se ha erigido como una de las estrellas de Hollywood en los últimos tiempos. Sofía rodeada de pura tendencia, para variar.