De Louis Vuitton a Givenchy: el streetwear se apropia del lujo
El nuevo director creativo de Givenchy viene del espectro streetwear de la moda, dejando claro que el lujo ya comienza a pisar la tierra
Si hace tiempo nos hubieran dicho que la firma con la que Meghan Markle contrajo matrimonio terminaría abrazando el universo del streetwear, no nos lo habríamos creído, pero lo cierto es que también nos habríamos echado las manos a la cabeza si entonces nos hubieran dicho que Meghan terminaría marcándose un megxit. Hasta hace poco, parecía que el streetwear y el lujo caminaban siempre por aceras diferentes, pero a medida que el fenómeno del ‘trickle-up effect’, el proceso mediante el cual la cultura popular inspira a la moda de los estratos superiores, se hizo masivo, las calles se han convertido en un generador de tendencias que el lujo no ha vuelto a mirar por encima del hombro.
Tras abandonar Claire Waight Keller la casa Givenchy, su puesto lo ocupa ahora Matthew Williams, que presentará su primera colección el próximo mes de octubre. Mientras que Keller apostó por diseños más clásicos en los que el ADN de la marca se modernizó, logrando gracias a su estética conquistar a la mismísima Meghan Markle, se espera de Matthew una llegada y actitud mucho más rompedoras. Hace cinco años creó su propia firma, 1017 ALYX 9SM, en la que la cultura subversiva y los tejidos de gran calidad hicieron que la marca fuera finalista para el premio LVMH.
Su espectro creativo bebe del streetwear, por lo que mantiene más vínculos con Riccardo Tisci, director creativo de la firma al que sustituyó Claire, que con la que ha sido la primera y hasta ahora única mujer al mando de la marca. Antes de 1017 ALYX 9SM Williams, que ha sido estilista y novio de Lady Gaga, creó junto a Virgil Abloh y Heron Preston Been Trill, una firma eminentemente street tras haber llevado Kanye West una chaqueta diseñada por Williams en los premios Grammy del 2008. Con el apoyo de dos de los grandes de la moda callejera, Virgil y Kanye, con el que ha trabajado en diversas ocasiones, más adelante crearía su empresa con la que llegaría a colaborar con marcas que van desde Nike hasta Louis Vuitton.
Es precisamente esta última otra de las firmas de lujo que han demostrado que el mundo deluxe convive ahora con el streetwear. Este matrimonio ha resultado beneficioso para que el lujo se renueve y rejuvenezca, pues al contar Vuitton con Virgil Abloh como director creativo de la sección masculina de la maison, muchos de sus seguidores de Off-White comenzaron a admirar y vestir diseños de Vuitton, una marca que hasta entonces estaba fuera de su espectro.
Por más que Virgil afirmara tiempo después en una entrevista que el streetwear estaba condenado a morir, Williams en Givenchy viene a decir precisamente lo contrario. Al fin y al cabo, el lujo nunca se ha basado en realidad en los precios, sino en la capacidad para moldear el deseo, de forma que sean las propias marcas las que puedan elegirlos. La elección de Williams demuestra que la industria está cada vez menos preocupada por el pedigrí y más dispuesta a abrazar a los diseñadores capaces de abrazar el espíritu de la época.
No es de extrañar que el streetwear haya enamorado al lujo, pues su funcionamiento podría definirse como realmente exclusivo. Muchos diseños street solo pueden ser obtenidos a través de drops lanzados por la marca, obligando a los seguidores de la misma a sentarse frente al ordenador a la espera de poder adquirir el producto deseado a una hora determinada.
Al fin y al cabo, Supreme ha logrado convertirse en lo que hoy es gracias a sus deseados drops. El streetstyle siempre parece reflejar un momento concreto gracias a su vocación por mantener los pies en el suelo, por lo que en momentos como estos, en los que la crisis comienza a mostrar su alargada sombra, la gente busca marcas que no den la espalda a la realidad. El streetwear se ha hecho con el lujo, y ahora solo hemos de esperar a ver con qué nos sorprende Williams en octubre al frente de Givenchy.
Si hace tiempo nos hubieran dicho que la firma con la que Meghan Markle contrajo matrimonio terminaría abrazando el universo del streetwear, no nos lo habríamos creído, pero lo cierto es que también nos habríamos echado las manos a la cabeza si entonces nos hubieran dicho que Meghan terminaría marcándose un megxit. Hasta hace poco, parecía que el streetwear y el lujo caminaban siempre por aceras diferentes, pero a medida que el fenómeno del ‘trickle-up effect’, el proceso mediante el cual la cultura popular inspira a la moda de los estratos superiores, se hizo masivo, las calles se han convertido en un generador de tendencias que el lujo no ha vuelto a mirar por encima del hombro.