El triunfo de los ugly shoes: la fealdad da un paso adelante

Los ugly shoes llevan entre nosotros tanto tiempo que ya casi no consideramos los zapatos que se enmarcan dentro de esta tendencia como ugly. Nos hemos acostumbrado ya a ver cómo los Crocs han dejado de ser el calzado más denostado para convertirse en un clásico del street style y del armario de fashionistas de la talla de Ariana Grande.

El normcore hizo que volvieran a estar de moda, y la gran paradoja se dibuja cuando cuanto más feos y denostados son sus diseños, más fans consiguen tener. Balenciaga y Christopher Kane han sido algunas de las marcas que han colaborado con la firma más repudiada de la historia de la moda, y su reinado permanece inalterable. Por su parte, los diseños Birkenstock se han convertido en los grandes protagonistas durante la cuarentena al posar Reese Witherspoon con un vestido ladylike de su marca, Draper James, que combina con el modelo Arizona Fur de Birkenstock, un diseño que a su vez ha lucido la hija de Victoria Beckham en el Instagram de la diseñadora.

Todas las influencers han pasado por su momento 'ugly' incluso Tamara Falcó se atrevió a lucir el calzado más cómodo del planeta al combinar sus sandalias de la marca con una blusa de flores de la firma Ba&sh.

Por su parte, Balenciaga ha querido subir la apuesta de la fealdad al incluir entre sus propuestas para el otoño-invierno 2020 unos zapatos de goma con un estilo ergonómico que separa los cinco dedos de los pies.

En la era de los ugly shoes, donde la estética se impone precisamente por su capacidad de desafiar los cánones tradicionales, el modelo Utti Lace de Birkenstock se posiciona como un icono silencioso pero poderoso. Este mocasín de silueta relajada y materiales nobles, como el ante y la microfibra, se presenta como la respuesta elegante al reinado de la comodidad que ha tomado las pasarelas y el street style.

La moda lleva años reivindicando lo que antes se consideraba feo: desde las Crocs hasta las chunky sneakers, pasando por las sandalias ortopédicas. En ese contexto, Birkenstock ha sabido capitalizar su ADN funcional, elevándolo a la categoría de objeto de deseo. El Utti Lace conserva la esencia de la marca —plantilla anatómica, suela de caucho natural, detalles bien pensados como la trabilla trasera— pero lo envuelve todo en una estética minimalista que dialoga con el lujo silencioso que tanto gusta ahora.

Más allá de tendencias fugaces, el Utti se ancla en una elegancia práctica y honesta. Es ese zapato que te calzas sin pensar, pero que dice mucho: sobre ti, sobre cómo entiendes la moda, y sobre tu manera de moverte por la ciudad. La era del confort ya no es una excepción: es la norma.

El calzado fue el más comentado de unas temporadas atrás por reavivar la llama de los ugly shoes, y a su vez el modelo propuesto por Balenciaga, marca experta en poner de moda el feísmo, recuerda al diseño de Suicoke x Vibram, que también separa los dedos de los pies y apuesta por la fealdad como máxima.

Si el desfile de Balenciaga hablaba del final de los días, lo que queda claro es que cuando el mundo se acabe, a este paso, nos va a pillar con un calzado feo en nuestros pies.