Muere Kenzo Takada: el diseñador no ha podido con el coronavirus

París ha visto cómo en medio de la semana de la moda moría uno de sus diseñadores: el japonés Kenzo Takada ha fallecido a consecuencia del coronavirus, a los 81 años. El comunicado informaba lo siguiente: "Kenzo Takada se apagó el domingo 4 de octubre de 2020 en el Hospital Americano de Neuilly-sur-Seine a consecuencia del covid-19”.

Kenzo Takada fue el creador de una de las grandes firmas de la moda actual, Kenzo, que alberga un auténtico imperio de moda, perfumes y cosmética. Él confesó en diversas entrevistas que su amor por la moda nació de la lectura de las revistas que le cogía a su hermana. De ahí a que en 1958 empezara sus estudios en la capital nipona en una de sus escuelas más reputadas: Tokyo's Bunka Fashion College, que hasta aquel momento no habían aceptado alumnos del sexo masculino en sus clases, así que fue un pionero en el centro.

Tras acabar su formación se muda a la capital de la moda europea en 1964 y es en París donde se acerca de verdad al mundo que había admirado tras el papel. No se pierde ningún desfile y empieza a diseñar para otras marcas y vende sus ideas. Sus primeras creaciones eran muy especiales, dado que no tenía presupuesto para comprar tejidos de calidad, jugaba con un 'patchwork' particular como elemento principal.

La década de los setenta fue su momento estelar con su primer desfile en la Vivienne Gallery. De ahí empezó a vender en su primera boutique: Jungle Jap. Ese año por primera vez una revista de moda lleva uno de sus looks en portada. Fue el principio de su salto internacional a su ciudad de origen, Tokio, y a la infinita Nueva York. A finales de esa década era conocido por sus originales puestas en escena en las que incluía incluso elefantes.

No fue hasta 1983 que presentó su colección para hombre. Y en 1993, una década después, pasa a ser parte del gigante de la moda LVMH. Se retiró tan solo seis años más tarde de la moda, pero siguió vinculado al mundo de las tendencias a través de un proyecto de decoración. Ahora nos queda su gran legado.