Del otro Varela al color de la concordia: 5 curiosidades estilísticas del 12-O
Ni una pandemia es capaz de dejarnos sin cotilleos estilísticos en una jornada en la que la flor y nata de la alta representación pública se da cita provista de sus mejores galas
Aunque el covid ha simplificado a la mínima expresión las celebraciones en torno al día de la Fiesta Nacional, ni una pandemia es capaz de dejarnos sin cotilleos estilísticos en una jornada en la que la flor y nata de la alta representación pública se da cita provista de sus mejores galas.
Y es que, pese a que este año no hemos podido disfrutar de la alfombra roja que supone el besamanos posterior al desfile en la Castellana (este año celebrado en el Patio de la Armería del Palacio Real), nuestros políticos y sus looks nos han sorprendido con curiosidades que igual pasaron desapercibidas entre los gélidos saludos entre unos y otros, el centenario de los legionarios y la triste ausencia de la cabra.
Del guiño a la reina Letizia de Nadia Calviño al color de la concordia en esta jornada (por aclamación popular), estos han sido los detalles más llamativos de los looks de nuestros políticos patrios.
El rojo, el color de la concordia
En sus ideas políticas, comentarios y puntos de vista no hay quien ponga de acuerdo a los grandes partidos de este país. Eso sí, en sus armarios, existe una unanimidad clara: el color rojo.
Tanto Isabel Díaz Ayuso (con su capita blanca que remataba los colores de Madrid) como Margarita Robles (con uno de sus mejores looks hasta la fecha) e Inés Arrimadas optaron por looks monocolor en los que el mismo tono de rojo puso de manifiesto que, aunque pareciera imposible, son capaces de ponerse de acuerdo en algo.
Un color asociado, según los psicólogos, al poder, la valentía y la fuerza, y por ende a la medida de estas tres mujeres (la única mujer que lidera un partido, la presidenta de la Comunidad de Madrid y la ministra de Defensa, casi nada). ¿Lo mejor? También fue el elegido por Letizia para este día y por Máxima de Holanda y Preysler esta misma semana.
La mascarilla republicana de Iglesias
Y de los looks a las mascarillas que en esta Fiesta Nacional tuvieron un papel de lo más relevante. Si algunos optaron por hacer alarde de patriotismo en este día con banderas de España en este complemento indispensable, otros prefirieron utilizarla para hacer política. Pablo Iglesias (que debutaba asistiendo a esta fiesta) volvió a poner la nota discordante luciendo una mascarilla de su marca de ropa republicana de cabecera con un mensaje que reclamaba sanidad para todos. Un gesto de lo más criticado: no era el momento y tampoco el lugar.
El traje morado
También debutó su pareja, Irene Montero, hasta este año ausente durante el desfile y posterior recepción. Para la ocasión, tiró de colores corporativos con este traje de chaqueta de dos piezas morado que combinó con una sencilla camisa blanca y salones negros de tacón. ¿Su mascarilla? Una quirúrgica de usar y tirar como la que llevaban los Reyes.
El guiño de Calviño a Letizia
Y de coincidencia en coincidencia llegamos al otro Varela de la jornada. Además de la Reina, que lució el conjunto rojo de vestido y abrigo que estrenó en el palacio imperial de Japón, Nadia Calviño, en un elegante guiño a Letizia, se decantó por esta americana firmada por el modisto favorito de la Zarzuela para asistir al desfile.
Una chaqueta blanca y negra confeccionada en el mismo tejido con estampado de inspiración oriental de uno de los vestidos más bonitos y vistosos de Letizia, que lució hace unos años durante los Premios Princesa de Asturias.
Y el de Carmen Calvo a Melania
Otro de los guiños más llamativos fue el de Carmen Calvo a Melania Trump. Para la ocasión, la vicepresidenta del Gobierno escogió un abrigo camel largo y cruzado que ajustó a la cintura con un cinturón de cuero marrón ancho. Una silueta que abunda en el armario de la primera dama de Estados Unidos y que completó con otro de sus imprescindibles: unas botas altas de cuero y tacón de aguja.
Un color, una silueta y unos complementos que Melania ha hecho tan suyos como su eterna melena lacada y sus siempre gigantes gafas de sol.
Aunque el covid ha simplificado a la mínima expresión las celebraciones en torno al día de la Fiesta Nacional, ni una pandemia es capaz de dejarnos sin cotilleos estilísticos en una jornada en la que la flor y nata de la alta representación pública se da cita provista de sus mejores galas.