Kate Moss: nueva faceta, ahora diseña alta joyería

Tras atreverse con el mundo del prêt-à-porter y el calzado, Kate Moss hace lo propio ahora con el diseño de joyas, y no con un único lanzamiento. Para comenzar, la británica se ha aliado con su amiga joyera Ara Vartanian para crear una colección limitada que se inspira en las legendas británicas de antaño para darles una nueva vida en la moda moderna. Creadas con oro de 18 quilates, las piezas incluyen diferentes piedras preciosas y piedras como la amatista.

La colección cuenta con clásicos de los diseños de Ara, como sus pendientes de aro icónicos, y han sido revisionados a través del particular estilo de Moss y de su amor por la joyería. El universo místico también ha entrado en juego al compartir ambas una visión espiritual del mundo que queda reflejada en símbolos medievales y en amuletos protectores.

Su segundo lanzamiento dentro de este campo viene de la mano de una de las marcas de joyas preferidas de las celebridades, Messika. Su relación con la firma comenzó hace un año, cuando fue parte de la campaña junto a Joan Smalls y Sylvia Hoeks. El origen de la colección proviene de la propia colección de joyas de Kate Moss, que comenzó cuando tenía tan solo 14 años y que incluye todo tipo de diseños, desde los más bohemios hasta los más sofisticados y exclusivos.

Sus gustos son tan eclécticos que encontramos piezas victorianas, art déco y vintage, y su primera compra importante fue a Pennisi, un distribuidor de joyas vintage de Milán que solo trabaja en círculos muy exclusivos y cerrados. La colección Messika by Kate Moss High Jewellery Couture incluye más de 60 piezas divididas en 11 temáticas. "La complicidad con Valérie Messika fue evidente e increíblemente intensa. Compartimos las mismas ideas de libertad y creatividad. Deseábamos crear una colección de alta joyería concebida por mujeres para mujeres", explica Kate Moss.

"Esta colección es el símbolo de nuestro encuentro. Kate nos invitó a descubrir su joyero, las piezas que marcaron su vida, ya fuesen procedentes de la India, de África o de cualquier otro lugar. Quise tomar sus inspiraciones como punto de partida para crear unas piezas que cobren vida, es decir, una alta joyería que se viva, que se luzca en cualquier momento, como una segunda piel", asegura Valérie Messik.