Conoce a los yindies, nueva tribu urbana

La moda lleva temporadas inmersa en un viaje al pasado, y el souvenir que traen estas miradas hacia atrás es siempre una revisión de algunas de las tendencias de antaño. Estamos acostumbrados a que de estas regresiones nazcan nuevos looks de estética cincuentera o diseños setenteros de alma Woodstock, pero esta vez han sido los 80 la década de inmersión, y con ella, la estética Wall Street vista desde el prisma de los yindies. Lo sabemos: estás pensando: “Qué. Demonios. Es. Eso”. Hablamos de jóvenes que recuperan del pasado looks con nostalgia e ironía ('young ironic nostalgic dresser'), esos que ahora llevan looks dignos de Wall Street que quedan perfectamente ejemplificados en el reboot de 'Gossip Girl', donde un grupo de adolescentes adinerados se viste como si fuera a salvar al mundo y con él, ante todo, a la Bolsa. A su vez, el furor por 'The Crown' ha hecho que los 80 se hayan convertido en la época del momento, dejando atrás (por fin) el reinado de los 90, ese que todavía sigue arrasando en el mundo del pop.

No es de extrañar que con la estética ochentera haya regresado con fuerza el traje, pues el power dressing vive un momento dorado gracias a Alexandra Ocasio-Cortez y a Kamala Harris. La diferencia es que ellas no forman parte, por supuesto, de la generación Z a la que pertenecen los yindies, que deambulan entre el capitalismo que aborrecen y el voraz mercado laboral en el que han de zambullirse. El yindie lleva un traje caro, pero, por descontado, no le sienta como le sentaría un Tom Ford a David Beckham, pues es tan joven que todavía desconoce las bondades de los sastres y la importancia del patronaje y de la caída.

Son el futuro, pero no nos olvidemos de que en el mañana el power dressing no es exclusivo de los hombres. Los trajes XL llevan temporadas triunfando en el armario femenino, y por supuesto los yindies también lo abrazan sin descuidar ciertos elementos chic y sensuales que dejan claras las dos caras de esta generación que ha de conseguir enlazar conciencia y principios con la ferocidad del mercado laboral. De momento, los que somos de otra generación nos limitaremos a ver el reboot de 'Gossip Girl' desde el sofá mientras admiramos sus trajes de marca enfundados en nuestros calentitos pijamas.