Los siete diseñadores imprescindibles para entender 2021

Según Oscar Wilde, solo lo moderno se vuelve anticuado, de ahí que la moda sea un infinito ir y venir de nombres que surgen para ocupar el puesto de otros que hace unas horas nos parecían el súmmum de la originalidad. Y esto afecta a todos por igual. Las grandes marcas acaban al final colaborando con jóvenes creadores o aceptan sus propuestas, como sucede por ejemplo con Zara y la colección de género fluido que presentaba hace unos días o las colecciones sostenibles, como Conscious de H&M, que cada vez cobran más importancia en los manifiestos de estas grandes compañías. Levi’s, por su parte, hacía lo propio el pasado viernes apoyando al joven Mikel Gómez, popular ya por su propuesta de llevar falda independientemente de tu género, que animaba a todos los chicos a enseñar las piernas.

Y mencionamos estas ideas para acercarnos a los nombres que están detrás del afianzamiento de estos movimientos. Porque si Palomo Spain no hubiera heredado el discurso que ya había planteado Jean Paul Gaultier, Sibling o Thom Browne y lo hubiera convertido en tema de discusión pública, posiblemente muchos otros nombres no hubieran aparecido.

La libertad cada vez está más presente hoy en día en la moda y esto lo vemos con diseñadores como el español afincado en París, Archie Alled Martínez, que lidera su propia firma, que apenas tiene dos años. Harry Styles o el grupo LVMH han demostrado su interés por sus creaciones e, incluso, contó con el visto bueno de la diseñadora Clare Waight Keller, con quien trabajó en Givenchy. Su apuesta por el punto y por una masculinidad diversa coinciden también con el lenguaje de otro creador de su generación (y amigo personal), Ludovic de Saint Sernin. Nacido en Bélgica, hasta los ochos años residió en Costa de Marfil. Después ya llegó a París, donde comenzó su carrera en la moda, de la mano de la firma Balmain. El año pasado, con una colección inspirada en el concepto ‘húmedo y salvaje’ despertó el interés de toda la prensa gracias, sobre todo, a un modelo cubierto únicamente con una toalla. A partir de ahí, ha forjado unas propuestas que caminan entre la provocación y la artesanía, y que han llegado hasta la mismísima Miley Cyrus, que ya posa con sus camisetas en la promoción de su nuevo trabajo.

Otros que también saben manejarse muy bien con las celebrities y viven en nuestra tierra son Nicolás Montenegro, Jorge Redondo y Antonio Velasco. El primero tiene a Bad Gyall y Minerva Portillo entre sus musas, y se ha lanzado este año a conquistar el sector tras haberse forjado trabajando para Yolancris, Max Mara o Dolce & Gabbana. El segundo, fundador también de la firma de bolsos Tita Madrid, ha decidido dar el salto al diseño de vestidos tras llevar un tiempo como estilista, entre otras, de su gran amiga y socia Paula Ordovás. Por su parte, Velasco, muy vinculado a las propuestas de espectáculo, cuenta con clientes como Ana Mena, Ana Guerra, Lola Índigo o Amanda Lepore. De sus talleres ha salido también parte del vestuario de Paquita Salas o la serie sobre la vida de la Veneno.

Cruzando el charco nos encontramos las propuestas de Christopher John Rogers. Presentó su primera colección el año pasado y el éxito fue brutal: consiguió alzarse con el reconocimiento del Council of Fashion Designers of America y la revista 'Forbes' lo ha incluido entre los 30 nombres más influyentes por debajo de los 30 años. Su propuesta es crear una ropa emocional y sensible para personas con un fuerte sentido de sí mismo. El color, las formas contundentes y una clara visión de la nueva elegancia destacan en sus diseños.

Y aunque no es nuevo, lo cierto es que el nombre Kerby Jean-Raymond, de Pyer Moss, va a sonar con fuerza a partir de ahora. Vinculado con el movimiento Black Lives Matter, el diseñador haitiano-estadounidense se ha forjado un hueco en el panorama de la moda americana que ha sido respaldado por su nombramiento como nuevo director creativa de Reebok.

Y lo dicho, esto es lo nuevo, que, como decía Wilde, en breve será lo antiguo… o no.