Es noticia
Menú
Por qué el tamaño (de los bolsos) sí importa en plena pandemia
  1. Estilo
  2. Moda
A DEBATE

Por qué el tamaño (de los bolsos) sí importa en plena pandemia

¿Es reponsable llevar bolsos microscópicos en medio de la crisis sanitaria?

Foto: Kylie Jenner. (Instagram)
Kylie Jenner. (Instagram)

Los bolsos de marca son desde hace tiempo un auténtico símbolo de estatus, y si bien es cierto que en los 2000 eran los modelos más reconocibles los que triunfaban entre it girls y fashionistas, que caían rendidas ante los encantos de los modelos Baguette de Fendi, ahora son las dimensiones las que dejan claro quién tiene el poder. Cuando Kim Kardashian y Paris Hilton eran fotografiadas enfundadas en sus chándales de Juicy Couture y sus inmensos bolsos de Miroir de Louis Vuitton, no podíamos evitar preguntarnos qué demonios llevarían en esos titánicos it bags. ¿Llevarían a sus chihuahuas? ¿Una botella de vodka quizás? Era la época en la que las revistas y webs de moda apostaban por contenidos en los que las celebridades mostraban lo que llevaban en el interior de sus bolsos, que al ser de grandes dimensiones, permitían a las famosas mostrar lo que las marcas les habían enviado en una etapa en la que las redes sociales todavía no existían para hacerlo.

Más tarde, los diseños pequeños pasaron a demostrar quién tenía realmente el poder. Los nano bags, como el mítico Chiquito de Jacquemus o el microscópico diseño de Valentino con el que Lizzo se hizo con todos los titulares en la alfombra roja de los American Music Award, parecían dispuestos a burlarse de las convenciones de la moda. ¿Qué podían llevar en diseños en los que ni siquiera una moneda de un euro cabría? ¿Quién querría gastarse miles de euros en un bolso en el que es imposible llevar algo? La respuesta es sencilla: alguien tan adinerado que le da completamente igual que su bolso no tenga otra funcionalidad que demostrar que su cuenta corriente es majestuosa.

En la era de los bolsos XXS, los abrigos off shoulders venían también a demostrar que el verdadero poder lo ostenta quien puede llevar una chaqueta de forma que sus brazos queden prácticamente inutilizados. Siguiendo esta corriente, encontrábamos a quienes ni siquiera llevaban bolso, como Anna Wintour. Hablamos de quienes llegan a cualquier lado gracias a un chófer privado, que es quien guarda sus pertenencias, y de los que son tan privilegiados que no necesitan llevar encima nada. Si quieren beber algo, lo tendrán sin necesidad de sacar la tarjeta, pues sus asistentes privados están siempre tras ellos. Ni siquiera necesitan estar pendientes del teléfono móvil, pues son ellos los que han de ser contactados, no al contrario. Lo mismo ocurre con las royals, que llevan diseños de tamaño limitado y con siluetas ladylike. Meghan Markle vio cómo su armario cambiaba a medida que se aproximaba al mundo de la realeza.

Sin embargo, el coronavirus ha cambiado las normas. Aunque el bolso Prada Re-Edition 2000 sea el preferido de las celebridades, que pueden desenvolverse por el mundo con tan solo sus teléfonos móviles y las llaves de casa, lo que queda claro es que no es momento de llevar mini it bags. Llevar gel sanitario y una funda para la mascarilla es ahora esencial, por lo que no llevar bolso podría ahora ser visto como un gesto egoísta. Lisa Miller escribe en su ensayo 'Los hombres saben que es mejor no llevar nada' que “el poder es no tener que llevar cosas, por lo que mientras que los hombres pueden ir por el mundo con las manos libres, las mujeres llevan todo tipo de herramientas con las que ayudar”. Sin embargo, parece que la pandemia ha hecho que los tote bags se normalicen y que incluso sean utilizadas para llevar botellas reutilizables.

placeholder Rashida Jones, en 'On the rocks'.
Rashida Jones, en 'On the rocks'.

El mundo de los bolsos de estatus parece en estos momentos lejano, mientras que las bolsas de tela se erigen como un elemento de responsabilidad y de sostenibilidad. Prueba de ello podría ser la protagonista de la película de Sofia Coppola, ‘On the rocks’, que lleva su 2.55 de Chanel con una bolsa de tela en la que poder transportar todo lo que no cabe en su diseño de marca. En plena pandemia, el tamaño importa, porque lo relevante ahora es protegernos, no presumir.

Los bolsos de marca son desde hace tiempo un auténtico símbolo de estatus, y si bien es cierto que en los 2000 eran los modelos más reconocibles los que triunfaban entre it girls y fashionistas, que caían rendidas ante los encantos de los modelos Baguette de Fendi, ahora son las dimensiones las que dejan claro quién tiene el poder. Cuando Kim Kardashian y Paris Hilton eran fotografiadas enfundadas en sus chándales de Juicy Couture y sus inmensos bolsos de Miroir de Louis Vuitton, no podíamos evitar preguntarnos qué demonios llevarían en esos titánicos it bags. ¿Llevarían a sus chihuahuas? ¿Una botella de vodka quizás? Era la época en la que las revistas y webs de moda apostaban por contenidos en los que las celebridades mostraban lo que llevaban en el interior de sus bolsos, que al ser de grandes dimensiones, permitían a las famosas mostrar lo que las marcas les habían enviado en una etapa en la que las redes sociales todavía no existían para hacerlo.

Fendi
El redactor recomienda