Lo que esperar de Suzy Menkes, el icono del periodismo de moda

El que una periodista de moda llegue a ser un icono internacional es algo poco usual, pero junto a Anna Wintour y Vanessa Friedman, hay un tercer nombre que ha conseguido convertirse en uno tan relevante que prácticamente ni necesita de su apellido. Hablamos de Suzy Menkes, cuyas críticas fashionistas, que han sido traducidas a 15 idiomas, han pasado por 21 webs de ‘Vogue’, y que puede presumir de tener la Medalla de la Legión francesa, la Orden del Imperio Británico y un British Fashion Award. Por ello, cuando dejó su puesto, la británica conmocionó a los fashion insiders, que se quedaron huérfanos de una de las plumas más afiladas y respetadas del panorama. Las exclusivas de moda parecían cosa del pasado en un mundo eminentemente digitalizado, pero ella era todavía capaz de hacerlo.

"La situación actual me ha dado la oportunidad, como a todos, de hacer una parada para reflexionar. Es el momento de emprender una nueva aventura, la cual espero con ganas. Seguiré escribiendo, publicando, grabando y uniendo a la industria, por lo que echad un ojo a mi web de vez en cuando para saber cuál será el siguiente paso de mi carrera. Puede que pronto saque uno o un par de libros con 30 años de fotografías y diarios…", señalaba en un post en el que anunciaba que abandonaba ‘Vogue’.

Pero Suzy no necesitó meditar mucho para saber qué hacer en su nueva etapa, en la que deleita a sus seguidores con sus podcasts 'Creative Conversations With Suzy Menkes' y en la que escribe para 'Airmail', una publicación digital semanal que compagina con proyectos en los que trabaja con fotografías tomadas por ella misma y diarios escritos antes de la era digital. Hablamos de textos que la británica escribió a lo largo de 24 años, antes de la llegada de internet, y que ahora se plantea digitalizar. Al hablar de algunos personajes de la industria que siguen vivos, confiesa tener miedo a que a alguno de ellos no le guste lo que lee.

No olvidemos que si algo caracteriza a Menkes es su libertad a la hora de dar sus opiniones. Ha criticado abiertamente a los influencers, ha hablado de lo que acontece fuera de los desfiles como si de un circo se tratara y se ha puesto del lado de Dolce & Gabbana en momentos tan delicados como cuando en 2018 un desafortunado anuncio hizo que el mundo tachara a los diseñadores de racistas. Si no ha dudado en mostrar públicamente su apoyo ni sus opiniones en una era digitalizada, no podemos ni imaginar lo que se atrevió a anotar en cuadernos escritos antes de un universo en el que un retuit es capaz de hundir carreras. Si algo le pedimos al 2021, es que esos diarios salgan a la luz. Eso y un bolsito de Chanel, ¿no?