Todo lo que ya sabemos de la Paris Fashion Week

No vamos a negar que cuando se declaró el estado de alarma y comenzamos a ver las consecuencias que el coronavirus estaba teniendo en el mundo de la moda, jamás pensamos que estas se extenderían hasta el 2021. Imaginamos la fashion week con la que se estrena el año como una celebración por todo lo alto del regreso a la normalidad, con desfiles de escenografías imponentes dispuestos a acallar a los que aseguraron que los desfiles físicos carecían ya de sentido. Sin embargo, la Federación Francesa de la Alta Costura ha recomendado a las firmas que no cuenten con invitados, y siguiendo las instrucciones de la policía parisina, se han prohibido las reuniones con el fin de no incentivar la propagación del virus.

Ni desfiles ni eventos tendrán lugar por ella en la nueva edición de la Semana de la Moda que, por supuesto, sí podrá contar con los formatos digitales que se han convertido en la alternativa más recurrente para mostrar las novedades de la moda francesa. Al permitirse las grabaciones, algunas marcas optarán por el livestream de sus desfiles, mientras que otras se encargarán de organizar reuniones 'one-to-one' en los showrooms para mostrar las colecciones. Las prohibiciones ya están afectando a la Semana de la Moda masculina, que comenzará el 19 de febrero y que se enfrenta a nuevas normas. Mientras que en París el toque de queda sigue siendo desde las ocho de la tarde hasta las seis de la mañana, en algunas regiones este parte de las seis de la tarde, por lo que el calendario de moda masculina tiene sus fechas fijas, pero no sus formatos.

Los desfiles ready-to-wear de moda masculina a finales de año combinaron presentaciones digitales con shows físicos, y los datos logrados a través de Launchmetrics, la empresa con la que la Federación se ha aliado, muestran que las marcas que apostaron por desfiles físicos son las que mejores resultados obtuvieron. El término 'phygital' es ahora el más empleado para hablar de los modos de mostrar las nuevas colecciones, y fue acuñado el 24 de enero por Ermenegildo Zegna para hablar de su show de moda masculina en el mes de julio.

Desde entonces, las marcas han apostado por formatos híbridos que han encontrado momentos álgidos con firmas como Loewe, que han sabido combinar con maestría envíos físicos con los que interactuar al ver el desfile de forma digital, o con Balmain, cuyo desfile físico se combinó con pantallas en las que los invitados al front row, ausentes en el show a causa de las restricciones, aparecían alabando las prendas mostradas.

El problema al que se enfrenta la moda es que los cambios se están teniendo que llevar a cabo de forma rápida y casi improvisada, y no todos cuentan con la maestría digital ni con los datos suficientes como para dar lugar a soluciones adecuadas. No basta con el virtuosismo virtual ni con un gran presupuesto, sino con que las soluciones adoptadas sirvan para mostrar de forma idónea la colección y conectar con su público. Pronto sabremos cómo acatan las grandes firmas una nueva normalidad que sigue teniendo más de nueva que de normal.