Vanesa Lorenzo apuesta por la proximidad y por la moda lencera

No cabe duda de que la tendencia lencera ha venido para quedarse, y los desfiles de las semanas de la moda internacionales han dejado claro que una de las consecuencias directas en nuestros armarios del confinamiento ha sido el que las prendas más vinculadas a la intimidad del hogar se desenvuelven ahora con maestría fuera del ámbito casero. Miuccia Prada ha ido más allá al combinar sus slip dresses con abrigos de efecto edredón con los que sus modelos recorrían la nieve, por lo que si la estética lencera puede incluso hacerse con los Alpes Dolomitas, ¿cómo no va a terminar en la oficina? Eso es lo que parece haber pensado Vanesa Lorenzo, experta en combinar prendas casual con otras destinadas a diferentes ámbitos más elevados de nuestra agenda.

La modelo nos ha enamorado con uno de sus icónicos looks ‘laidback’ al decantarse por un outfit capaz de elevar las prendas de punto y el satén y que tan solo necesitaría cambiar el calzado para convertirse en un look 'office' de nota. Vanesa apuesta por una falda verde de largo midi y de acabado satinado de Zara de talle alto y cinturilla elástica. Este favorecedor modelo cuesta 29,95 euros y es perfecto tanto para ir a la oficina como disfrutar de una velada entre amigos, pues basta con cambiar de accesorios o jugar con diferentes tops o camisas para conseguir looks todoterreno que funcionan las 24 horas.

Lorenzo apuesta por las deportivas de estética Converse de la marca preferida de las royas y de las influencers, Golden Goose. Se trata de las zapatillas deportivas Francy con estrella GGDB con pespunte en contraste, un diseño de acabado pretendidamente gastado que cuesta 415 euros. Vanesa Lorenzo aporta el toque de entretiempo con su cárdigan pastel de Pomandère, una de las prendas indiscutibles de la temporada. Su sencilla e impecable camisa blanca es de una de sus marcas preferidas, Anine Bing.

En la siguiente fotografía añade accesorios imprescindibles a su look, perfectos para toda mujer trabajadora o para nómadas digitales. Vanesa Lorenzo apuesta por un bolso de Anna Rovira. En concreto, se decanta por la pieza icónica de la marca, cuyo tote bag forma parte de la familia animalium, que nació con el Dinosaur Tote Bag. Cortado y confeccionado a mano artesanos locales en Barcelona, su tejido de algodón orgánico está teñido con pigmentos naturales y con un acabado lavado que dan un aspecto muy especial a la pieza. El cuero de las asas proviene de productores locales y está trabajado con curticiones 100% vegetales. Este modelo de edición limitada cuesta 198 euros.

Por último, el accesorio indispensable: su mascarilla de Evermine, una firma de Barcelona. La mascarilla cuesta 12 euros, y la lleva junto a sus gafas de Gigi Studios, otra marca ‘made in Barcelona’ que deja claro la apuesta por la proximidad que hace Vanesa a la hora de construir su armario, en el que combina el fast fashion con marcas fashionistas y firmas de Barcelona.