Es noticia
Menú
La firma Antonio Miró entra en liquidación: Barcelona dice adiós a una época dorada
  1. Estilo
  2. Moda
MODA

La firma Antonio Miró entra en liquidación: Barcelona dice adiós a una época dorada

Desde el pasado 2 de diciembre, la empresa, en la que el diseñador era asesor, está en liquidación concursal judicial. Era uno de los buques insignia del 'disseny' barcelonés

Foto: Antonio Miró. (EFE)
Antonio Miró. (EFE)

Hace dos décadas, cuando una megaproducción de Hollywood se presentaba en Europa, Barcelona era una plaza a visitar casi por obligación. Hace décadas, decíamos. Con muchos de los grandes hoteles cerrados o con la actividad por los suelos, Barcelona se hunde y con ella sus negocios. La Generalitat acaba de anunciar un nuevo cierre, casi dos años después de aquel primer y duro confinamiento y parece que muchos negocios no podrán sobrevivir. Sobre todo si miramos cómo han sufrido algunos de los que no pasaban por su mejor momento.

El último en caer ha sido Antonio Miró, estandarte de aquella Barcelona del ‘disseny’ que daba sopas con honda a todos los modernos del mundo y que puso a la ciudad en el mapa internacional. La empresa se encuentra en liquidación concursal judicial desde el pasado 2 de diciembre. Después de 35 años siendo uno de los líderes de la moda masculina del país, no ha podido con tanta crisis.

placeholder Antonio Miró, en la pasarela 080 Barcelona Fashion. (EFE)
Antonio Miró, en la pasarela 080 Barcelona Fashion. (EFE)

Primero, la sociedad presentó suspensión de pagos, es decir, concurso de acreedores, en el Juzgado Mercantil número 1 de Barcelona en el mes de mayo. Nombraron a una administradora para que gestionara la sociedad, una información que dejaba constancia del declive empresarial de lo que en otros tiempos fue la identidad de la ciudad. Querían sobrevivir; no han podido.

Foto: Antonio Miró: "Barcelona ha expulsado a los diseñadores consolidados"

Y no son los únicos, además. Sin ir más lejos, este mismo año conocíamos la decisión de los hermanos Iglesias de cerrar todos sus restaurantes y dar por terminada la aventura de ElBarri, en la que Ferran y Albert Adrià habían dado alas a su creatividad. Ya nadie puede probar la cocina de los multiestrellados genios de los fogones en la ciudad en la que habían crecido. También Cristina Castañer, líder en venta y creación de alpargatas y la modernización de este calzado rural, cerró su tienda insignia en la capital catalana hace unos meses.

Un pope

La firma Antonio Miró se expandió en los 90 y los 2000, y pasó de diseñar solo vestimenta a crear un imperio que vendía desde bolígrafos y material de oficina hasta ropa de hogar. Una suerte de Agatha Ruiz de la Prada en versión ‘seny’ catalán. Líneas rectas, colores sobrios y esa modernidad entendida como un traje de toda la vida reinterpretado y llevado casi al futuro. Camisas negras combinadas con chaquetas marrón chocolate, corbatas de líneas austeras, cuellos Mao…

Foto: Foto: Reuters.

Su creador, Antonio Miró, se convirtió en un pope y llegó incluso a vestir a personajes del nivel de John Malkovich, con quien mantiene una gran amistad. Fue este actor uno de los responsables de pasear los diseños de la firma por las alfombras rojas y escenarios de medio mundo.

Foto: Los hermanos Ferran y Albert Adrià. (EFE)

Hace cinco años, Miró dio un paso atrás, dejó su firma en manos de una empresa externa y permaneció solo como asesor. La marca, que vivía también de las licencias, volvió entonces a la 080 Barcelona de la mano del diseñador Albert Villagrasa con la ayuda de aquel hombre que en 1979 creó una firma que se convirtió en, decíamos, la insignia del diseño catalán.

Pretenden volver

La intención de Antonio Miró SL era la de revivir. Nos lo cuentan desde la empresa: pretendían renegociar la enorme deuda que les ha dejado la pandemia y que los bancos les dieran aire para poder volver en algún momento y no dejar que la marca Barcelona muriera. Un poquito más. O que esa agonía no fuera, en parte al menos, su responsabilidad. Pero no ha podido ser. Desde el 2 de diciembre están oficialmente en liquidación concursal.

Foto: Letizia y sus alpargatas de Castañer. (Cortesía)

Miró abrió su primera tienda con tan solo 20 años. Se llamaba Groc y era un lugar de paso obligatorio para todo amante de la moda. A los pocos meses, el éxito fue rotundo y en 1976 creó la marca que llevaba su nombre. Pocos años después, en 1988, ganó el premio Cristóbal Balenciaga al mismo tiempo que desfilaba en España y en Estados Unidos. En 1992, Miró diseñó el vestuario de la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Un icono que lucha por sobrevivir en una ciudad que agoniza.

Foto: Crisis en la pasarela barcelonesa mientras Antonio Miró dice 'adeu'

Este mismo martes, entre terrazas semivacías y camiones descargando, la tienda de Antonio Miró en la bulliciosa calle Enric Granados seguía abierta, impasible ante el deterioro de su alrededor y de su propio vientre. Las últimas cuentas presentadas por la firma, en 2018, no auguraban nada bueno. Las ventas fueron de 155.000 euros y las pérdidas de 84.000, algo parecido a los años anteriores, cuando los ingresos brutos empezaron a caer.

La empresa cuenta, eso sí, con 3,2 millones de patrimonio neto, así que puede que Miró logre salir de esta indemne. Pero sus tiendas tendrán que decir adiós, como lo hizo aquella Barcelona moderna hace ya tiempo.

Hace dos décadas, cuando una megaproducción de Hollywood se presentaba en Europa, Barcelona era una plaza a visitar casi por obligación. Hace décadas, decíamos. Con muchos de los grandes hoteles cerrados o con la actividad por los suelos, Barcelona se hunde y con ella sus negocios. La Generalitat acaba de anunciar un nuevo cierre, casi dos años después de aquel primer y duro confinamiento y parece que muchos negocios no podrán sobrevivir. Sobre todo si miramos cómo han sufrido algunos de los que no pasaban por su mejor momento.

Cataluña
El redactor recomienda