Miu Miu remonta posiciones y se convierte en la estrella de las red carpets
Analizamos la estrategia de la marca italiana
Hace algunas temporadas, Miu Miu era la marca de moda. La colección primavera-verano 2010 de la firma se convirtió en la estrella de los editoriales de las revistas, de sus portadas y, por supuesto, de las alfombras rojas. Todavía Instagram no se había convertido en el epicentro de las tendencias, pero de haberlo sido, no cabe duda de que las influencers y las actrices habrían presumido en sus perfiles también de sus vestidos embellished, de sus estampados de gatos y pájaros, y de sus zapatos de maxitacón de estética retro. Miu Miu era la marca del momento y, a su vez, al ser la hermana pequeña de Prada, poseía la capacidad de diferenciarse radicalmente de las demás y de aportar un toque cool a quien por ella apostaba. Sí, la logomanía de Fendi es admirable y difícil de resistir, pero un diseño de Miu Miu, sin llegar a formar parte del lujo silencioso, sí engloba a quien lo lleva dentro de la moda más profunda sin que la coletilla de 'fashion victim' le acompañe.
Sin embargo, tras una etapa de furor, la marca fue cayendo junto con Prada en un relativo olvido, del que está saliendo con tanta cautela e inteligencia que han logrado que, aunque nos hayamos dado cuenta de que volvemos a hablar de la firma con asiduidad, no cayéramos hasta ahora en que lo hacemos gracias a una meditada estrategia. Miu Miu ha encontrado a dos nuevos iconos con los que enamorar a las nuevas generaciones sin olvidar a las anteriores, y no es casualidad que sean Emma Corrin y Lila Grace Moss las elegidas.
Ambas son las it girls preferidas de millennials y de la generación Z, pero a su vez son el vínculo perfecto con las generaciones anteriores. Emma se ha hecho conocida por encarnar a Lady Di en ‘The Crown’, por lo que no hace falta tener 20 años para saber quién es la nueva mujer Miu Miu, y Lila es la hija de Kate Moss, por lo que se trata de mucho más que una modelo de la nueva oleada. La marca sigue apostando por esa estética lánguida que siempre la ha caracterizado, un look ajeno a voluptuosidades y a sensualidades evidentes que ahora son las que priman en la industria de las tendencias. A sus desfiles virtuales invita a mujeres de todas las edades que cuentan con el alma Miu Miu y que sirven para unir a diferentes generaciones. Milla Jovovich, Elle Fanning, Chloë Sevigny y Storm Reid son algunas de las que disfrutaron del show en directo mientras mostraban a los seguidores de la firma sus impresiones.
No cabe duda de que la más esperada en la alfombra roja de los Brit Awards era Taylor Swift, y cuando pisó la red carpet, el mundo se paralizó al admirar a la cantante enfundada en un dos piezas custom made de Miu Miu de organza embellecido con cristales y detalles florales. Vestir a otra de las protagonistas de una gala, en este caso de los recién celebrados MTV Awards, tampoco es fácil, pero Elizabeth Olsen apostó por la marca, que a su vez ha sido la seleccionada por Gal Gadot, que eligió un vestido de plumas de marabú para asistir a los Producers Guild Awards.
La estrategia consiste en vestir a estrellas carismáticas y enérgicas que encajan con la filosofía de la marca, garantizando así que Miu Miu destaque por vestir a unos personajes seleccionados sin dejar que su nombre se repita demasiado en cada evento. De esta forma, la firma se convierte en una de las más deseadas y en un elemento distintivo que logra que quien la lleva consiga ser algo así como el elegido de la moda. En definitiva, el truco para renacer consiste en que tu nombre suene, pero no canse, y estamos muy lejos de cansarnos de ver a Miu Miu sobre la alfombra roja, por lo que podemos afirmar que se trata de una misión cumplida.
Hace algunas temporadas, Miu Miu era la marca de moda. La colección primavera-verano 2010 de la firma se convirtió en la estrella de los editoriales de las revistas, de sus portadas y, por supuesto, de las alfombras rojas. Todavía Instagram no se había convertido en el epicentro de las tendencias, pero de haberlo sido, no cabe duda de que las influencers y las actrices habrían presumido en sus perfiles también de sus vestidos embellished, de sus estampados de gatos y pájaros, y de sus zapatos de maxitacón de estética retro. Miu Miu era la marca del momento y, a su vez, al ser la hermana pequeña de Prada, poseía la capacidad de diferenciarse radicalmente de las demás y de aportar un toque cool a quien por ella apostaba. Sí, la logomanía de Fendi es admirable y difícil de resistir, pero un diseño de Miu Miu, sin llegar a formar parte del lujo silencioso, sí engloba a quien lo lleva dentro de la moda más profunda sin que la coletilla de 'fashion victim' le acompañe.