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Cómo Schiaparelli ha pasado de ser el patito raro al cisne que todas quieren
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EL RENACER

Cómo Schiaparelli ha pasado de ser el patito raro al cisne que todas quieren

Beyoncé, Cate Blanchett y Lady Gaga han descubierto el poder de Schiaparelli para dar un giro a sus armarios

Foto: Beyoncé, vestida de Schiaparelli. (Instagram)
Beyoncé, vestida de Schiaparelli. (Instagram)

Hablar de Schiaparelli supone hablar de una de las firmas más relevantes de la historia de moda. Elsa Schiaparelli impuso un color propio, el rosa Schiaparelli, el estampado periódico que años después se vinculó con Sarah Jessica Parker pese a ser Elsa su autora y las botas de pelo que ahora regresan. El surrealismo alcanzó a la moda gracias a la firma e hizo de Elsa Schiaparelli la gran rival de Coco Chanel. Sin embargo, pese a lograr cambiar las bases de las tendencias y de la historia, el nombre quedó prácticamente silenciado tras la Segunda Guerra Mundial.

Parecía que Schiaparelli había pasado a ser una marca destinada a formar parte de los libros de historia, una firma que funcionaría únicamente como un recuerdo del pasado incapaz de encontrar en la actualidad su lugar. Sus siluetas y sus sombras surrealistas parecían no encontrar su sitio, paradójicamente, en un momento en el que lo diferente y lo extremadamente llamativo se convierte en carne de Instagram y de alfombra roja.

Cuando Daniel Roseberry fue nombrado director creativo de la casa, las cosas cambiaron. De repente, la marca estaba en boca de todos, logrando que la generación Z se comenzara a interesar por una firma que comenzaba a resucitar con fuerza. Para hacerlo, Roseberry ha sabido a qué tipo de personalidades recurrir y ha hecho de la cultura pop y de las reinas de las redes sociales sus mejores aliadas. Cuando Kim Kardashian apostó por un diseño en el que los abdominales aparecen esculpidos, la imagen se viralizó en cuestión de segundos. Por supuesto, Schiaparelli era la firma que se escondía tras el diseño en cuestión, y no hemos de olvidar que Kim ha sido la responsable de reposicionar a Mugler, por lo que contar con ella como parte de su squad es una inteligente operación de marketing destinada a ganar visibilidad en redes.

Con diseños tan sorprendentes como el lucido por Kim, Roseberry quiso con su colección de alta costura reforzar una nueva feminidad que se enfrentara a la misoginia que el diseñador vincula con el oficio. Otro de los momentos virales de la marca fue la aparición de Beyoncé en los Grammy enfundada en otro look de la firma, un diseño de tintes surrealistas que inmediatamente se vincula con Schiaparelli. Si Kim Kardashian y Beyoncé son las reinas de la cultura pop, sumar a Lady Gaga a la fórmula estaba ya destinado a resucitar la marca por todo lo alto, y así lo hizo.

Daniel Roseberry se encargó de dar forma al aplaudido diseño con el que la cantante ha pasado a formar historia de la política al actuar en la toma de posesión de Joe Biden vestida con un espectacular diseño de Schiaparelli Haute Couture personalizado, diseñado por Daniel Roseberry y compuesto por una chaqueta entallada de cachemir azul marino con un broche dorado de la paloma de la paz y una falda de seda roja. Por cierto, si estás pensando 'solo le falta vestir a Madonna'... También lo ha hecho.

La marca se ha convertido en una habitual de la alfombra roja, pero sus apariciones, al ser contadas, se transforman al momento en icónicas.

Viste a los personajes más relevantes y lo hace con diseños que no siguen las tendencias, sino el legado de Schiaparelli revisionado por Roseberry, que sabe rendir tributo al archivo de la marca sin dejar de poner su sello. Al final, para triunfar en la moda en 2021 no basta con ser único, sino que hay que vestir a quienes arrasan en las redes, y Daniel Roseberry ha conseguido la fórmula para lograrlo sin dejar de ahondar en la magia de una firma icónica que por fin vuelve a brillar con luz y con likes propios.

Hablar de Schiaparelli supone hablar de una de las firmas más relevantes de la historia de moda. Elsa Schiaparelli impuso un color propio, el rosa Schiaparelli, el estampado periódico que años después se vinculó con Sarah Jessica Parker pese a ser Elsa su autora y las botas de pelo que ahora regresan. El surrealismo alcanzó a la moda gracias a la firma e hizo de Elsa Schiaparelli la gran rival de Coco Chanel. Sin embargo, pese a lograr cambiar las bases de las tendencias y de la historia, el nombre quedó prácticamente silenciado tras la Segunda Guerra Mundial.

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