Tamara Falcó e Isabel Díaz Ayuso: una cena condimentada por tendencias de moda y política
Una cena de amigos puede dejar valiosas lecciones de moda y un reguero de reposteos en Instagram, sobre todo si dos de los comensales son nada menos que la marquesa de Griñón y la presidenta de la Comunidad de Madrid
Comenzamos este cuento de hadas, de política y de jetsetters hablando de un vestido cruzado de estampado de serpiente (ya hemos dicho que los diseños Disney están pasados de moda) que se ha convertido en el amuleto de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de Madrid ha caído de forma irremediable en las redes de la silueta que muchos diseños low cost abrazan y que a su vez se ha convertido en la figura fetiche de Irene Montero.
Al fin y al cabo, el vestido preferido de la ministra de Igualdad (en su caso, de Mango) sigue las máximas de estilo del de Díaz Ayuso, que ya hace días lució su diseño de print animal para acudir a los Premios FAES de la Libertad. Lo cierto es que si el diseño de Mango elegido por Irene Montero fue señalado por muchos por ser considerado “demasiado sexy”, el de Ayuso sube la apuesta, pues es más corto que el de Montero, que apuesta además por un cinturón de silueta fajín y estética dominatrix que supone un giro en su estilo.
La política lo combinaba entonces con unos vertiginosos tacones nude que estilizaban su silueta y subían aún más la temperatura emanada por el vestido, que ha vuelto a ser el elegido por Ayuso para otra cita muy especial en la que ha repetido la fórmula al completo. Anoche la política acudió a la mansión que Isabel Preysler posee en el corazón de la madrileña urbanización de Puerta de Hierro para disfrutar de una cena de la que las redes han sabido gracias a una instantánea subida tanto por Tamara Falcó como por Iñigo Onieva, que sube la apuesta al añadir un 'Ayusers' sobre la imagen.
Para recibir a Isabel, Tamara Falcó tuvo bien claro por qué marca se decantaría: por la suya propia, por supuesto. La diseñadora apostaba por un el diseño Lirio, un vestido de corte midi y silueta fluida confeccionado en tejido de seda 'floral print' que cuenta con el detalle que ahora es el preferido de las políticas: la lazada al cuello. Ya habíamos visto a la socialite posar con este estampado en una editorial de un medio de comunicación, pero en aquella ocasión optaba por el diseño dos piezas.
Para cenar con Ayuso, ha preferido recurrir a un vestido mucho más sobrio que es ideal para la temporada de invitadas de boda. No es casualidad que se haya decantado por este vestido, pues en las redes de la marca hace dos días era el seleccionado para ser mostrado en un post del perfil a través del cual podemos comprar el diseño en cuestión sin salir de Instagram. Posar con la presidenta y con su chico en redes enfundada en este vestido es, sin duda, un gran gesto de marketing y de ventas. De hecho, desde el Instagram de la propia marca se retuitea a través de stories la foto de Tamara, Isabel e Iñigo.
Si hace poco hablamos de si era o no recomendable para las marcas de moda posicionarse políticamente, algo que Palomo Spain no quiere hacer, Tamara Falcó deja bien claro que a ella, como dijo Clark Gable en ‘Casablanca’, francamente, le importa un bledo. En diversas entrevistas ha expresado su simpatía hacia Almeida, y en ‘El hormiguero’ soltó una bomba política: “Hay un mensaje muy claro a Pablo Iglesias: Podemos, en Madrid no te queremos”, dijo en la tertulia, empeñada en huir de la neutralidad política que tanto se estila.
Por su parte, el perfil de Ayusoshop, la marca que ha convertido a Ayuso en su musa, también ha subido a sus stories la fotografía, destinada a convertirse en un emblema de los seguidores de Ayuso. Quizás la marca de Tamara Falcó llegue a ser el equivalente patrio de Chiara Boni, la firma que el 'squad' femenino de Donald Trump adora y que viste con orgullo a las simpatizantes de la derecha americana. La marca, a su vez, en nuestro país se ha convertido en un aliado televisivo de presentadoras como Lara Álvarez, dejando claro que posicionarse no siempre sale mal.
No sabemos qué cenaron ni qué bebieron anoche, pero lo que tenemos claro es que fue una de esas cenas en las que no hubo broncas políticas, pues los comensales compartían convicciones y posturas.
Comenzamos este cuento de hadas, de política y de jetsetters hablando de un vestido cruzado de estampado de serpiente (ya hemos dicho que los diseños Disney están pasados de moda) que se ha convertido en el amuleto de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de Madrid ha caído de forma irremediable en las redes de la silueta que muchos diseños low cost abrazan y que a su vez se ha convertido en la figura fetiche de Irene Montero.