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Lo que (de verdad) implica para la moda que LVMH cuente con Virgil Abloh
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LVMH COMPRA OFF-WHITE

Lo que (de verdad) implica para la moda que LVMH cuente con Virgil Abloh

LVMH ha comprado el 60% de Off-White. Virgil Abloh contará con un relevante papel capaz de transformar la industria, y aunque todavía su rol carece de nombre, analizamos las implicaciones de este movimiento

Foto: Virgil Abloh, en el desfile de Louis Vuitton. (Reuters)
Virgil Abloh, en el desfile de Louis Vuitton. (Reuters)

Ya no basta con ser el diseñador preferido de las celebridades y de las influencers. Tampoco es suficiente con ser, por si fuera poco, también íntimo de ellas, convirtiéndose de esa forma en un personaje recurrente en sus omnipresentes redes sociales. Para ser ahora el diseñador 3.0 que la industria busca es necesario ser material de selfie, carecer de miedo a las cámaras y tener casi tanto carisma como seguidores. También es necesario lanzar colaboraciones cápsula con algunas de las firmas más deseadas, porque esa es la clave para que una marca esté siempre en boca de todos: no solo lanzar sus colecciones estipuladas, sino crear drops especiales con los que mantener siempre la expectación y la frescura. Si el diseñador en cuestión también tiene vinculaciones artísticas y es el alma de la fiesta, bien sea por su faceta de DJ o por sus círculos sociales, entonces ya tenemos al candidato de ensueño, y Virgil Abloh reúne todas las cualidades mencionadas.

Parecía que tras revolucionar el streetwear, triunfar en el lujo y dar un giro a la moda masculina desde Louis Vuitton, su papel en la moda no podía dar un twist aún más espectacular, pero Virgil se va a convertir en el ejecutivo negro más importante de la moda… Y no estamos exagerando en absoluto. LVMH ha comprado el 60% de Off-White, la marca del director creativo, demostrando de esta forma que el streetwear se ha instalado de forma definitiva en el lujo y que los conglomerados de alto standing son conscientes de que permanecer ajenos a lo que el público mainstream quiere y lleva no es ya señal de exclusividad, sino de una insolente y premediatada sordera.

La firma de Virgil es la marca más grande que LVMH ha comprado hasta la fecha, pues cuenta con 56 tiendas y está presente en 40 ciudades de todo el mundo. Esta compra supone que Off-White se expandirá también en categorías como la de los cosméticos, la decoración y se atreverá con su expansión dentro del universo del cuero. Virgil Abloh seguirá al frente de la sección menswear de Louis Vuitton (sus diseños son los que han dado color a la alfombra roja de Cannes de la mano de Spike Lee) y de Off-White, que se ha convertido en la marca por la que apuestan las más sibaritas de la moda a la hora de contraer matrimonio. Si antes Vera Wang era la firma it para pasar por el altar, ahora lo es Off-White, y eso dice mucho de la situación en la que nos encontramos, en la que la personalidad se impone ante las princesas.

En su nuevo papel, LVMH contará con Virgil Abloh "para lanzar nuevas marcas y asociarse con las existentes en una variedad de sectores más allá del ámbito de la moda", pero sus acciones no se llevarán a cabo únicamente en la industria fashionista, pues ha asegurado tener sensibilidad también por el mundo de los hoteles, los vinos y licores y la joyería de lujo. Todavía se desconoce el nombre de su nuevo rol, pero Michael Burke, presidente y director ejecutivo de Louis Vuitton, asegura que no pretenden emular modelos ya existentes. “Lo que queremos es lograr algo similar a lo que Bernard Arnault consiguió al comprar Dior y convertir a la firma en una federación de marcas de lujo. Queremos que los fundadores se revuelquen en sus tumbas, pero de la mejor forma. Algunas de nuestras marcas más grandes tienden a no querer ver que lo hacemos por su interés, porque hay que adaptarse a la contemporaneidad del presente”, declara a ‘The New York Times’.

Si su vocación es cambiar las normas del lujo, sin lugar a dudas comprar Off-White y contar con la visión de Virgil Abloh son ideas magníficas. Este es el último paso de la carrera de LVMH de cambiar las cosas y modernizar el lujo. Tras haber comprado Tiffany & Co (no sin dramas), contar con una pequeña parte de la nueva aventura fashionista de Phoebe Philo, reabrir la renovada tienda La Samaritaine y el hotel de lujo Cheval Blanc, junto a la inminente apertura de un spa de Dior en París, este último paso es vital para transformar el lujo y la moda y para abrirle las puertas a la diversidad, esa que Virgil Abloh defiende con firmeza y que pretende asegurar desde su nuevo puesto… Sea cual sea este.

Ya no basta con ser el diseñador preferido de las celebridades y de las influencers. Tampoco es suficiente con ser, por si fuera poco, también íntimo de ellas, convirtiéndose de esa forma en un personaje recurrente en sus omnipresentes redes sociales. Para ser ahora el diseñador 3.0 que la industria busca es necesario ser material de selfie, carecer de miedo a las cámaras y tener casi tanto carisma como seguidores. También es necesario lanzar colaboraciones cápsula con algunas de las firmas más deseadas, porque esa es la clave para que una marca esté siempre en boca de todos: no solo lanzar sus colecciones estipuladas, sino crear drops especiales con los que mantener siempre la expectación y la frescura. Si el diseñador en cuestión también tiene vinculaciones artísticas y es el alma de la fiesta, bien sea por su faceta de DJ o por sus círculos sociales, entonces ya tenemos al candidato de ensueño, y Virgil Abloh reúne todas las cualidades mencionadas.

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