Naomi Campbell: una 'nueva' estrella con 51 años y 35 de carrera

Decía Mae West que las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes. Está claro que Naomi Campbell se encuentra en este segundo grupo, ya que la top model está siendo omnipresente durante todo este año. Desde que confirmara que había sido madre, la maniquí británica no ha dejado de trabajar Si hacemos solo un breve repaso por algunos de los contratos que ha firmado en 2021, contabilizamos que ha sido imagen de Michael Kors, Saint Laurent, Dsquared2, Calvin Klein y Burberry, y además ha sido una de las estrellas más destacadas de los desfiles de la primavera-verano 2022. Le hemos visto mover sus caderas en los desfiles de Alexander McQueen, en la colaboración de Fendi y Versace, en Balmain y en Lanvin. Si estas cifras las reuniera una modelo que inicia su carrera, estaríamos hablando de la nueva estrella del momento.

Pero no, hablamos de la belleza de ébano más conocida del mundo, que se inició en este sector en 1986 tras ser descubierta en Londres y que se convirtió, en muy poco tiempo, en todo un icono. La portada de Peter Lindbergh en 'Vogue' en 1988 ya la reconocía entre las bellezas de los 90, junto con Linda Evangelista, Cindy Crawford, Christy Turlington y Tatjana Patitz. Y efectivamente: Campbell conquistó las pasarelas con una manera de contornearse que ya forma parte de su marca personal y que hoy en día sigue creando escuela. Esto lo comprobamos hace unos días cuando, pese a la lejanía y gracias a su icónico movimiento, se le reconoció inmediatamente cuando puso un pie en la pasarela durante el último desfile de Versace.

La reina de la polémica

El final de la década de los 90 no fue todo lo correcto que se podría haberse esperado para una modelo de su categoría. Frente a la perfección que vendían muchas de sus compañeras, ella demostró ser una mujer polémica. Coleccionó una serie de demandas que la llevaron a tener que realizar trabajos para la comunidad, algo que, en su caso, solo hizo incrementar su leyenda. Mientras unas comenzaban a conocer el olvido, ella seguía estando en boca de todos, alimentando así a una nueva generación que ha demandado, tiempo después, volver a verla sobre la pasarela: poder ver al mito.

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Aquella época de peleas con sus asistentas y móviles que volaban parece ya superada y Campbell disfruta el mantenerse como una de las reinas indiscutibles de las pasarelas. Con Claudia Schiffer y Elle McPherson casi desaparecidas, Crawford centrada en lanzar a su hija y la desgracia que hace unos días reconocía que había sufrido Linda Evangelista, poca es la competencia que le queda a Naomi. Y es que, pese a la fuerza de Amber Valletta o Christy Turlington, la única que podría hacerle sombra a Campbell es Kate Moss, y esta ya tuvo su momento hace unos años.

Naomi (no hace falta decir más para saber de quién hablamos) encaja también muy bien con el aire de los tiempos. Lloró desconsolada de la emoción en el desfile ya histórico de Valentino en 2019 en el que volvió a desfilar tras 14 años retirada. “Aquello fue más que un desfile para mí”, confesaba en 'Vogue UK'. “Solo había llorado una vez antes. Lloré porque estaba agobiada y feliz. Cuando miré arriba y vi todas esas chicas detrás de mí pensé que los 33 años de carrera habían merecido la pena; que había merecido la pena mantenerme con Iman; que había merecido la pena todo eso para poder ver a todas esas chicas bellísimas que estaban siendo tratadas como las más elegantes mujeres del mundo”. Y es que aquella colección pretendía reivindicar la belleza de todas las mujeres que no aparecían en la emblemática foto de Cecil Beaton y Charles James: todas aquellas que no eran blancas y occidentales.

Y es que Naomi es algo más que una modelo. Su compromiso con la lucha contra el racismo, que la llevó a tener amistad con Nelson Mandela, así como la fidelidad a sus amigos de la que ha hecho gala, como cuando canceló su presencia en la gala MET porque no se exhibían ninguna pieza de Alaïa, la han convertido en una mujer de la que se ha hablado, se habla y se hablará: en un verdadero mito que hoy en día es omnipresente.