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Cinco años sin Bimba Bosé, sus amigos y familia de la moda la recordamos
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MODELO & ARTISTA

Cinco años sin Bimba Bosé, sus amigos y familia de la moda la recordamos

Su hermano, el hombre que la lanzó a las pasarelas o la diseñadora con la que compartió sus primeras fiestas en Madrid nos dibujan el perfil más humano de una modelo que es ya un mito

Foto: Bimba Bosé, en una imagen de archivo. (Reuters)
Bimba Bosé, en una imagen de archivo. (Reuters)

A Twiggy se la conoció como la cara del 66. A Bimba Bosé, posiblemente, le sentaría de lujo el apodo del rostro de la década. Pocas modelos como ella han marcado tanto una generación. No le bastó con triunfar sobre las pasarelas. También probó suerte en la música, en el cine e incluso conquistó la pequeña pantalla. Parecía como si desde el primer momento supiera que la vida iba a ser corta.

Foto: Bimba Bosé, en una imagen de archivo. (Reuters)

“Ahora amo tu luz, tu sombra y tu recuerdo, amo porque no me queda otra energía que desprender, porque de ti ya me desprendo”. Esta es la dedicatoria que Rodolfo Salvatore, también conocido como Olfo Bosé, dedicaba a su hermana en su libro ‘Al cerrar los ojos’. De ella recuerda muchas cosas, pero sobre todo, las lecciones que le daba: “Desde pequeña fue más que una hermana, también era amiga y una guía”, afirma con la confianza de que Eleonora Salvatore (el verdadero nombre de la modelo) todavía le acompaña. “En la etapa más dura de mi vida, fue la que tiró de mí. Me convenció para que saliera del pueblo y me fuera a estudiar a Inglaterra. Tuvimos nuestros momentos, pero puedo decir que he sido un privilegiado por tener semejante fuente de inspiración”.

Un lustro hace ya que Bimba nos dejó, con 41 años, y se puede decir que ha pasado a ser ya un icono de nuestra moda, incluso de una etapa de nuestro país en la que la pasarela comenzó a cobrar un protagonismo que hacía tiempo que no tenía. Ella, los hermanos Postigo (uno de ellos, Diego, fue su marido y con él tuvo a Dora y June) y David Domínguez crearon Davidelfín, uno de los grupos creativos más destacados del siglo XXI en España, polemizando, pero también teorizando sobre moda, arte y cultura contemporánea. “Sin duda, tanto ella como David son dos iconos”, asegura la diseñadora Ana Locking, que conoció a la pareja en los años 90 antes de que comenzaran su carrera en la moda. “Yo conocí a David en Marbella y cuando llegó a Madrid quedábamos para salir. Era la etapa de la cultura de club, en locales como Pasapoga o House of Devotion. Justo en ese momento yo empezaba con Locking Shocking. Había terminado un máster de fotografía y buscaba modelos para mi campaña. David me dijo que tenía una amiga que me encajaría y me fie de él. Cuando entró, lo primero que me impacto fue su aspecto. David le había cortado el pelo y se hizo un maquillaje de extraterrestre para la sesión. En cuanto la vi supe que ella era lo que yo buscaba. Son unas fotos que recuerdo con mucho cariño y mucho amor, y que por mucho que pasen los años siguen siendo preciosas”.

Foto: David Delfin habría cumplido 51 años. (EFE)

La diseñadora, que en 2021 se ha convertido también en estrella de la televisión gracias al programa ‘Drag Race’, comparte con la modelo saber lo que es un cáncer de mama, una enfermedad a la que tuvo que hacer frente en pleno confinamiento: “En los peores momentos pensaba en Bimba. Cuando atraviesas una experiencia así se abre una reflexión sobre el significado de la vida. Ahora me siento más empática con la gente y más libre. A mis 50 años he recuperado la libertad y la singularidad que viví con Bimba y David cuando éramos jóvenes. Aquello era una celebración de la singularidad en la que vivíamos la vida como si fuera corta sin darnos cuenta de que realmente lo era”.

Foto: David Delfín. (Getty)

Otro de los rasgos de Bimba, fruto de esa singularidad, era ser poseedora de una presencia que marcaba distancia. La propia Locking así lo reconoce: “Cuando entraba en una habitación no podías dejar de mirarla, estabas pendiente de lo que hacía porque ella concentraba toda tu atención”. Crawford, una figura imprescindible en la escena nocturna madrileña de los últimos tiempos, también recuerda su primera impresión cuando conoció a Bimba: “Con ella llegué a tener una relación bastante personal, pero, como toda la familia Bosé, al principio te podía parecer lejana. Era alta, bellísima e imponía. Pero era todo lo contrario. Era tierna, cariñosa, nada endiosada. No cumplía para nada con la imagen que proyectaba, era muy tímida, como David, y las personas muy tímidas parecen inaccesibles, pero cuando entras en su círculo se desviven por ti”.

Crawford vivió con ella sobre todo su última etapa, ya instalada en Madrid y lejos de las pasarelas internacionales donde compartió campañas con Kate Moss, fue fotografiada por Steven Meisel o protagonizó reportajes en 'Vogue Italia' (entre otros). “Era alguien que siempre quería ayudar”, afirma. “Los últimos años coincidimos mucho, porque pinchó en Versés, la fiesta que yo organizaba, y compartimos distintos viajes. Desde el primero momento notamos encajábamos. Imagínate cómo era que cuando se puso mala y se fue a Málaga, un día me llamó porque quería enviarme una caja de ropa que tenía en su casa en Madrid. Nos llegó al portal un paquete de metro y medio por metro y medio con todo tipo de prendas. Yo esa ropa todavía me la pongo”.

placeholder Bimba Bosé desfila para Davidelfín. (Getty)
Bimba Bosé desfila para Davidelfín. (Getty)

“Bimba era una mujer poliédrica”, explica Pepa Bueno, directora de la Asociación de Creadores de Moda de España, que también pasó buenos momentos con la maniquí. “Representó una figura que se salía del común de las modelos. Ella ya era andrógina cuando se puso de moda ese tipo de belleza. Y, como dijo David, no es que fuera su musa, es que Bimba era su todo, no solo le servía de inspiración, le apoyaba y cuando creaba era a ella a quien tenía en la cabeza”. Fernando Merino, director de la agencia de modelos Uno Models, fue quien la lanzó: “Empezó conmigo, a una edad mayor para ser modelo, pero tenía una imagen que resultaba diferente, por eso gustó tanto a firmas como Gucci. Comenzó como Eleonora, pero luego pasó a ser Bimba y a veces entraba en ese juego de personalidad, de Eleonora a Bimba y de Bimba a Eleonora. Era un megamix y una maravilla en cuestión de creatividad”.

placeholder Bimba Bosé, en una imagen de archivo. (Gtres)
Bimba Bosé, en una imagen de archivo. (Gtres)

Las anécdotas que sus amigos recuerdan con ella son el mejor reflejo de su personalidad. “Una vez que trabajamos juntas para un reportaje, ella interpretaba a una musa de Picasso. Aquel Picasso era mi padre que se pasó sus últimos años hablando de lo maravillosa que era”, recuerda Bueno. “Era alguien entrañable”. Pero quizás quien mejor puede contar recuerdos con Eleonora es su hermano, a quién le dio su regalo más preciado: “Cuando cumplía 23 me pidió que eligiera una persona con quien quisiera viajar a algún lugar del mundo y que cuando la encontrara, me diría cuál era el destino. Me pasé toda la noche pensando y dándome cuenta de quiénes eran importantes para mí, que era la reflexión que Bimba quería que hiciera. Elegí a mi primo Nicolás. A ella le encantó y nos mandó cinco días a Ámsterdam, él vestido de jirafa y yo de orangután. Fue un regalo que nunca olvido porque lo que me regaló realmente fue una experiencia vital. Así era ella: se comía los libros, escuchaba música a todas horas y sabía que lo mejor que podía darme era una lección de vida”. Así era Bimba Bosé.

A Twiggy se la conoció como la cara del 66. A Bimba Bosé, posiblemente, le sentaría de lujo el apodo del rostro de la década. Pocas modelos como ella han marcado tanto una generación. No le bastó con triunfar sobre las pasarelas. También probó suerte en la música, en el cine e incluso conquistó la pequeña pantalla. Parecía como si desde el primer momento supiera que la vida iba a ser corta.

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