Beatrice Borromeo no se pierde el desfile de alta costura de Dior
No pierdas detalle del último desfile de Dior, al que han acudido nombres como Beatrice Borromeo y Stella Banderas
El comienzo de la Semana de la Alta Costura no ha sido fácil, pues la sombra de la muerte de Mugler ha dificultado el que los asistentes a los desfiles hayan podido mantener inalterable su atención. Tras haber abierto las puertas de la moda Schiaparelli, que con este desfile ha querido cambiar el rumbo de la marca, le llegaba el turno a Dior. Ambas marcas han compartido paleta cromática, pues los ocres, los blancos y los negros han sido los colores que han reinado en ambos shows. El museo Rodin ha sido el lugar elegido por Maria Grazia Chiuri para mostrar sus propuestas, en las que ha destacado el trabajo de los artistas indios Madhvi y Manu Parekh, que han acompañado a los impecables bordados realizados en los ateliers de Mumbai.
El objetivo de esta colección ha sido establecer un diálogo con India, y en esta conversación, por primera vez, Chiuri ha apostado por un artista masculino. “Lo que queríamos era subrayar la dicotomía masculina/femenina, pero no como hablando de ella como de una oposición, sino como algo que se complementa y se enriquece de forma perpetua”, ha asegurado la maison.
El trabajo de Madhvi Parekh, conocida por sus surrealistas pinturas inspiradas en la narrativa y el folclore de su infancia en la India rural, convive con los surrealistas paisajes de la ciudad de Benares pintados por su marido. El trabajo de ambos ha adornado las paredes de este desfile.
Las aplicaciones de pedrería no solo han estado presentes en vestidos, sino que han inundado medias, leggings y bodies, haciendo que a cada paso las modelos exhibieran una actitud festiva que en momentos tan complicados como el actual, es la que se necesita. El taller es para la marca tanto un instrumento como un lugar de experimentación al que rinde homenaje esta colección, que homenajea las relaciones de las personas con los objetos confeccionados a mano, expresando así el deseo de borrar las barreras entre arte y artesanía de una vez por todas.
Los bordados se convierten en actos tridimensionales que reinventan las técnicas del atelier y la excelencia elemental, y se adentran en una coreografía de movimientos que demuestran que cada toque 'embellished' es mucho más que un mero detalle. Las medias tienen un papel esencial en esta colección al ahondar en la magia y el poder de los bordados y al servir como elementos con los que establecer una relación y un diálogo con las faldas y vestidos de tul. “Aquí Maria Grazia Chiuri reafirma la sintaxis y la gramática del atelier, la pureza de las líneas que celebran la esencia de la alta costura: vestir el cuerpo”, señala la marca.
Abrigos de cachemira, majestuosas capas, faldas plisadas y vestidos de lamé plata se encargan de enfatizar el movimiento del cuerpo. Los estampados bordados sirven para reinterpretar el ADN de la marca y se convierten en el elemento central de las propuestas.
Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi, embajadores de la firma, no se han perdido el desfile. Beatrice ha escogido para una cita tan especial un sencillo dos piezas blanco formado por chaqueta cruzada y falda de tablas, que ha accesorizado con complementos nude.
Otra embajadora de excepción, Cara Delevingne, ha acudido al encuentro.
Por su parte, Stella Banderas también ha apostado por un minimalista traje frambuesa de la marca para tomar nota de cada sorpresa del desfile.
El comienzo de la Semana de la Alta Costura no ha sido fácil, pues la sombra de la muerte de Mugler ha dificultado el que los asistentes a los desfiles hayan podido mantener inalterable su atención. Tras haber abierto las puertas de la moda Schiaparelli, que con este desfile ha querido cambiar el rumbo de la marca, le llegaba el turno a Dior. Ambas marcas han compartido paleta cromática, pues los ocres, los blancos y los negros han sido los colores que han reinado en ambos shows. El museo Rodin ha sido el lugar elegido por Maria Grazia Chiuri para mostrar sus propuestas, en las que ha destacado el trabajo de los artistas indios Madhvi y Manu Parekh, que han acompañado a los impecables bordados realizados en los ateliers de Mumbai.