Resbalones, distopía y religión: el desfile 'couture' de Fendi

Las propuestas de Kim Jones para Fendi son siempre las más esperadas, y el vídeo que ha funcionado en redes sociales como el 'teaser' de la colección primavera-verano 2022 de alta costura de la marca, en el que divisábamos el trabajo escenográfico del prestigioso Bureau Betak, ya anunciaba que las propuestas 'couture' de Kim no pasarían desapercibidas. Al comenzar el show, que ha sido la primera presentación de alta costura presencial de Kim Jones a la cabeza de Fendi y que ha dado su pistoletazo de salida al universo 'couture' con la popular modelo Steinberg, lo primero que nos ha llamado la atención han sido los zapatos de altura vertiginosa sin tacón, esos que conferían a las modelos un ritmo extraño que encajaba a la perfección con la estética del desfile.

Sin embargo, estos complicadísimos zapatos, que recuerdan a los de la colección otoño-invierno 2009/2010 de Olivier Theyskens para Nina Ricci, han sido los responsables de ocasionar, en el carrusel final del show, varios (más que comprensibles) tropiezos que no han hecho más que reforzar el sabor distópico que ha caracterizado a esta edición de la Semana de la Alta Costura a la que Fendi pone el broche final.

La ciudad de Roma ha sido explorada en esta aventura por la marca, que ha rendido homenaje a su arte y a su arquitectura con seda duchesse y organza bordadas con aplicaciones y perlas. El director creativo de la firma quiere con sus diseños plasmar la capacidad de la ciudad de funcionar como núcleo que aúna el clasicismo de su historia, patente en los monumentos que bañan Roma, con la modernidad que respira la ciudad al mismo tiempo. Por ello el diseñador refleja esta dualidad de forma más sutil, con sus siluetas escultóricas, y de forma más evidente al pintar a mano esculturas clásicas sobre algunos de los diseños en una colección que vuelve a celebrar la fuerza de las mujeres, la elegancia y la sofisticación.

Si al comienzo las siluetas abrazaban el cuerpo de las modelos en clave monocromática, el desfile ha avanzado hacia un homenaje a las figuras de Roma e incluso a estampados de la Virgen María sobre diseños de terciopelo.

Sí, la religión ha estado presente en el desfile a través de diseños que recuerdan a los que dan forma a las prendas ceremoniales. Sin embargo, como comentábamos al comienzo, los aires distópicos han hecho que el desfile, más que una celebración católica, haya sido en ocasiones más cercano a ‘Dune’.

Las propuestas para el verano de alta costura de la marca italiana se centran en el poder de la estructura y de la silueta, y juegan con los diferentes largos de sus creaciones, en las que no han faltado, como ha ocurrido en desfiles como el de Glenn Martens para Jean Paul Gaultier presentado ayer, e incluso en el desfile de Valentino, guiños al mundo del corsé, que la alta costura saca del armario y deja de esconder. Y qué decir de las imponentes joyas de Delfina Delettrez para Fendi, que han funcionado a la perfección con el maquillaje joya de Peter Philips.

Y en el front row del show, como no podía ser de otra forma, los nuevos rostros del estilo no se han perdido esta cita tan relevante, a la que han acudido Valentina Ferragni, Madelaine Petsch y Camille Razat, una de las protagonistas de ‘Emily in Paris’.