Balmain, Rosalía y la moda como paréntesis
El desfile de Balmain ofrece a los jóvenes una mirada escapista
Antes de comenzar el desfile de Balmain, el front row volvía a convertirse en el campo de juego de las celebridades. Serena Williams, tras habernos sorprendido sobre la pasarela en el show de Off-White el pasado lunes, disfrutaba de las propuestas de la marca francesa desde la primera fila y con una nueva melena bob.
Ahí se encontraban también Jean Paul Gaultier y Camille Razat, la actriz aclamada por el Balmain Squad y la encargada de representar a la serie 'Emily in Paris' en las fashion weeks, pues Lily Collins nos ha demostrado que su personaje es amante de las tendencias, pero ella no.
Adriana Lima presumía de embarazo mientras otro habitual de los desfiles de Balmain, Neymar, tomaba nota de las propuestas para el otoño-invierno de una de sus marcas de cabecera, que como viene siendo habitual en la Semana de la Moda de París, ha arrancado tarde. Un mensaje baña la pasarela de Balmain: “Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los otros”, una frase procedente de ‘El Principito’. Olivier Rousteing, director creativo de la marca, reconocía poco antes del desfile que no era fácil para él presentar su colección estando su corazón con los ucranianos. “Estamos inspirados por su dignidad, su resiliencia y su dedicación a la libertad”, aseguraba.
Antes de que los modelos salieran, hemos asistido a una batalla coreografiada en la que los soldados lucían looks con el monograma de Balmain. Al final, los dos líderes de los bandos se han fundido en un beso, todo un gesto con el que cantar a la paz desde la pasarela.
La marca habla de esta colección como de un paréntesis en el que los jóvenes puedan escapar de la realidad. Por eso sus diseños, aunque han vuelto a ahondar en clásicos de la maison, sin duda miraban hacia el futuro. El futurismo distópico se ha hecho con la pasarela, que ha sido bañada por la canción de Rosalía, ‘A palé’. La cantante, que apostó por la marca en la Met Gala, forma parte del aluvión de españolas que han enamorado a Rousteing.
Las siluetas tradicionales de los icónicos vestidos de la marca se refuerzan ahora con detalles protectores que no solo aportan volumen, sino que protegen al cuerpo, convirtiendo así la moda en una armadura. Imposible no pensar en las propuestas de Dior, que con su alianza con D-Air Lab, marca tan ligada a las chaquetas de motociclismo, nos ha hecho también pensar en cómo la moda no solo nos adorna, sino que nos protege.
Las maxibotas efecto 'segunda piel', los guantes que el invierno que viene nacen con una vocación más empoderadora que destinada a luchar contra las bajas temperaturas, las camisas de silueta XL cuya silueta se adhiere a la figura a medida que se acerca a la cintura… Cada salida del desfile merece su propia reflexión. Al igual que el show de Off-White, las propuestas de Balmain también se dividen en una suerte episódica en la que, tras un comienzo en el que la pureza de los diseños blancos han dominado, las siluetas se han estrechado y el color negro ha convertido a los modelos en auténticos ninjas accesorizados con botines de maxiplataformas, nos vuelven a hacer pensar en un armario más ideado para la supervivencia que para el adorno.
Diseños con piezas metálicas que hacen de las prendas armaduras que parecen mirar hacia la película 'Metrópolis' comparten espacio con pantalones vaqueros de talle infinito, leggings ciclista combinados con blazers entallados a la cintura y un cierre con vestidos de maxifaldas de tul y diseños de alma futurista.
Precious Lee ha lucido un vestido de acabado 'trompe l'oeil' que recuerda al diseño que Serena Williams lucía en Off-White, pero ante todo, a los vestidos de Syndical Chamber que le hemos visto llevar tanto a Nathy Peluso como a Cristina Pedroche. Preocious, a la que hemos visto también esta temporada desfilar para Versace y para Brandon Maxwell, ha sido una de las pocas caras conocidas del desfile, que esta vez no ha contado con el ejército de supermodelos del que Olivier siempre se enorgullece. Parece que esta temporada Balmain quiere que miremos hacia el futuro, pero con un uniforme con el que protegernos y prepararnos para una batalla en la que, pese a haberse despojado el diseñador de su tradicional ejército de supermodelos, las bases de la firma siguen funcionando como munición.
Antes de comenzar el desfile de Balmain, el front row volvía a convertirse en el campo de juego de las celebridades. Serena Williams, tras habernos sorprendido sobre la pasarela en el show de Off-White el pasado lunes, disfrutaba de las propuestas de la marca francesa desde la primera fila y con una nueva melena bob.