Demi Moore comparte con Chloé el arte de mantener los pies sobre la tierra

Gabriela Hearst ha vuelto a demostrar su fuerza en la industria de la moda con su imponente desfile para la colección otoño-invierno 2022 de Chloé, la marca que antaño fuera la preferida de las 'it girls' más exquisitas y que ahora ha recurrido al arte de la uruguaya para volver a conquistar. Al ver el front row del desfile, podemos asegurar que lo ha logrado con creces. Lucy Boynton, Maria Sharapova y Demi Moore han tomado nota de las propuestas de la firma francesa, que la propia Hearst comparó con una ensalada caprese.

“Necesitas trabajar con los mejores ingredientes, tener los mejores tomates y la mejor mozzarella. Antes de llegar a Chloé, se había olvidado la importancia del uso de esos elementos para crear la receta”, aseguró. Como ha ocurrido en tantos otros desfiles, la piel y el punto han servido de ejes de la colección, que al contrario de lo que caracteriza a otras marcas, ha apostado por la funcionalidad y la comodidad. Estar en la cúspide sin recurrir a fuegos artificiales no es fácil, pero Gabriela lo consigue siempre gracias al impecable diseño de sus prendas, pensadas para contentar a la clienta, no a las redes sociales.

La firma jamás se ha caracterizado por las estridencias ni por los golpes de poder sobre la mesa, y esta temporada ha vuelto a recurrir a su fórmula de avanzar en silencio, pero con fuerza. Atendiendo a lo que las celebridades más estilosas (pero menos evidentes) quieren ahora, como Kendall Jenner demuestra con su romance con The Row, Gabriela Hearst se ha preocupado por crear piezas de calidad en las que, como viene siendo marca de la casa, los vestidos han sido clave. El poncho vuelve como señal de que Gabriela Hearst está al mando, pues en el desfile de su firma homónima, la diseñadora volvió a apostar por esta prenda que forma parte del ADN de sus creaciones. Los accesorios, un clásico de Chloé, vuelven cobrar fuerza en una colección que hace de las prendas de abrigo otro puntal de las propuestas.

En los vídeos que precedieron al desfile durante los últimos días comprendimos que la colección sería una oda a la tierra, y los colores del desfile han demostrado que Hearst invita a su clientela a conectar con la tierra. Cuando los demás apuestan por corsés, faldas evasé de tul dispuestas a acaparar los titulares y desfiles repletos de sorpresas pensados para triunfar en las redes, Chloé prefiere que el punto tejido, que aparece también en conjuntos dos piezas ‘knitwear’ que hemos podido ver en otras marcas, gane a los brillos, a las lentejuelas y los artificios.

Vestidos de piel de cuello halter con efecto peto anaranjados sobre jerséis de efecto segunda piel son lucidos sobre pantalones acampanados de terciopelo y combinados con deportivas de estética más cercana al ‘bowling’ que a la cancha de baloncesto. Vestidos asimétricos en los que destaca el patronaje perfecto y que son una oda arquitectónica que, pese a su complejidad, resultan minimalistas comparten pasarela con pantalones de piel color teja que Gabriela combina con tank tops impecables. Incluso los vestidos midi de punto con aberturas laterales, que aúnan la comodidad y la sencillez con la sensualidad, componen unas propuestas con las que la diseñadora quiere que la moda recuerde la importancia de tener los pies sobre la tierra.