Blanca Suelves y Victoria Federica apoyan a Ynés Suelves en su desfile

Ynés Suelves ha presentado sus nuevos diseños en la Semana de la Moda de Madrid. Tiene unos apellidos estrechamente ligados a la aristocracia, así que no es de extrañar que su desfile de hoy tuviera la primera línea, o como llaman los expertos el front row, lleno de estas figuras.

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Era la segunda vez que la diseñadora, conocida por vestir a muchas mujeres de la élite de nuestro país, exponía sus prendas en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Con esta, está asentando su marca ante un público mayoritario, saliendo de su círculo de amigos y conocidos, ampliando el interés por su colección. Heredera de una saga noble, su madre también ostenta título nobiliario y es su mano derecha en el taller desde el que diseñan codo con codo las prendas que adoran las vips.

Su abuela materna era Victoria Eugenia Figueroa y Borbón, prima del rey don Juan Carlos, y por rama paterna es nieta del carismático duque de Alburquerque, Beltrán Osorio y Díez de Rivera. Esa conexión 'royal' es la que habrá facilitado que la misma Victoria Federica, aka 'la reina de los desfiles y del front row', como ha demostrado en París y en la pasarela de Pedro del Hierro, haya estado presente.

Tanto abolengo ha dado sus frutos. En primera fila hemos podido ver a dos de sus tías, hermanas de su padre, Juan José Suelves Figueroa, marqués de Tamarit. Blanca Suelves, que la semana pasada volvió a al papel cuché por su amistad con Joaquín Güell, fue una de las primeras en llegar a la presentación de la colección de Ynés. A su lado, María Suelves, tía de la diseñadora. Las dos han elegido looks que dejaban patente algo que la creadora nos contó a Vanitatis en una entrevista: "A mi tía Blanca no le pegan nada mis diseños. Me hubiera encantado que Bimba Bosé llevara mi ropa, era más mi target".

Y es que Ynés no tiene nada que ver con el estilismo totalmente correcto de sus tías, en el que los botines planos y los blazers reinan en el armario. Todo lo contrario. Como ha demostrado hoy, tiene un punto rebelde que no duda enarbolar con su tradicional apellido. Unas prendas desestructuradas en las que el volumen y la geometría trabajan conjuntamente y demostrando las mil vidas de sus piezas. Innovadoras y versátiles, las faldas serán un must de esta temporada que viene, unas líneas únicas que la coronaron como la mejor diseñadora de su promoción en la escuela Marangoni y que ahora tienen hasta lista de espera.

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Todas sus prendas tienen un toque sartorial. De hecho, reconoce que en su imaginario, al crear, siempre tiene presente la sastrería de hombre, por la cultura japonesa y por los ‘teddy boys’ de los 50, pero su mayor inspiración son las conversaciones con su madre, María Osorio, con la que ha compuesto esta colección, a la que está muy unida y de quien ha heredado su pasión por la moda. “Todos en la familia somos muy creativos: mi hermano mayor dibuja fenomenal, a mi hermana Lucía, aunque es matemática, se le dan fenomenal los vídeos, la fotografía y escribir, y mi madre es una fuera de serie dibujando”, confiesa.