Solo necesitas estas 7 piezas de moda para un armario cápsula de primavera completo

A las puertas de la primavera toca llevar a cabo uno de los trances fashionistas menos valorados: el cambio de armario. Lo hacemos con cada inicio de estación y, a pesar de que es un acto de transformación obligatorio y sabemos que tarde o temprano debemos enfrentarnos a él, nos cuesta (y mucho) ponerlo en práctica. En gran parte por la cantidad indecente de ropa que manejamos para dar el salto del invierno a la primavera. ¿Qué pensarías si te dijésemos que un buen fondo de armario cápsula únicamente se nutre de siete piezas? No, no estamos delirando y vamos a demostrártelo.

Seguro que algunas se encuentran ya en tu poder, tal vez tendrás que invertir en otras e incluso rebuscar en tu cajón de sastre para encontrarlas, el caso es que si consigues aglutinar estos elementos y recurres a tu pericia innata para componer buenos looks, además de aligerar el guardarropa y darle un nuevo aire, vestir bien durante toda la primavera está garantizado.

Una gabardina clásica

No hay primavera sin vestidos bohemios, sin faldas estampadas con flores y tampoco sin una gabardina clásica como abrigo imprescindible para sobrellevar con estilo el entretiempo. Tienes una, pero si quieres renovarla, cosa que no estaría mal, apunta cómo es el trench de tendencia para este 2022: tamaño oversize, imagen minimalista y detalles cargados de personalidad. Como rasgos impepinables se mantiene el color beis, el tejido técnico y el cuello con solapas de muesca.

Una falda vaquera midi

Las pruebas recogidas sobre el asfalto en los últimos meses, así como las propuestas avistadas en los grandes desfiles, nos advertían que sería la minifalda la pieza todopoderosa en su categoría que reinaría con soltura en nuestros looks esta primavera, pero ahora la industria cambia de rumbo y ha recuperado el modelo tejano triunfador de la década de los 90 como esencial. Talle alto, silueta evasé, largo midi y, por supuesto, tejido vaquero, así es la falda que no puede faltar en tu armario.

Un bolso de mano pequeño

Al igual que reducimos el volumen de nuestros atuendos y comenzamos a despojarnos de capas, los accesorios también piden simplificación, y en ese objetivo común de aligerar peso, es cuando entrar en juego los bolsos de dimensiones de reducidas. ¿El favorito de las expertas? Además de pequeño, para portar en la mano, como el asimétrico que ya pasean las expertas, fabricado en piel y en un tono suave, justo el idóneo para llevar con todo y para todo sin desentonar.

Un pantalón marrón

Fue en otoño cuando apuntábamos por primera vez que el marrón chocolate había vuelto a la primera línea de moda y que no tenía la menor intención de marcharse. Meses después y confirmado su dominio como tendencia cromática durante todo el invierno, se mantiene en primavera con una prenda concreta: el pantalón. De estilo sastre, masculino y, si quieres sumar un extra, confeccionado en tejido satinado, así es el que ya lucen las insiders.

Una buena colección de camisas blancas

Elemental, ¿verdad? Pues, a pesar de eso, creemos que no tenemos el suficiente número de camisas blancas en nuestro vestidor. Sobre todo porque las marcas que forman parte del universo de las compras asequibles nos oferta un sinfín de modelos, como la nueva camisa de Zara, para decir sí a todos y que empastan a la perfección con más básicos. Con cuello babero, de largo cropped, decoradas con bordados, en clave joya, tamaño XL, desestructuradas, con jaretas y así una amplia variedad dispuesta a ayudarte a triunfar.

Un vestido con mangas globo

Hace un par de años que estos vestidos con mangas abullonadas irrumpieron en el mundillo avalados por las prescriptoras danesas y, después de su boom inicial, la fiebre parecía haberse calmado. Hasta ahora, porque si la intuición no nos falla este tipo de vestidos van a regresar a nuestras vidas y su uso será obligatorio. Llévalos desde ya con botas cowboy y espera a la llegada oficial buen tiempo para calzarte unas sandalias, unos mules o unas alpargatas junto a ellos.

Un traje de chaqueta en un tono pálido

No solo importa el color, optar por los rosas, los neutros, los azucarados o los blancos es lo más sensato en primavera, también juega un papel determinante el tejido con el que se haya confeccionado el traje de chaqueta. Es cuando materiales livianos como el lino, el algodón, los rústicos o la gasa entran en escena. De la fusión de estas dos características, tono suave y tela fresquita, brota el dos piezas que no nos vamos a quitar durante toda la primavera.