"Todo lo que meteré en mi maleta para Semana Santa", la directora de Moda 'dixit'

Este trimestre ha sido largo, larguísimo, pero ya ha llegado ese momento en el que mirar con esperanza unos días de descanso más que merecidos. Me imagino que todas estaréis en una situación parecida: algunas nos vamos de viaje, las más afortunadas incluso cogerán un avión y las que han nacido con estrella puede que lo hicieran incluso hace unos días. Yo me voy al sur a enfrentarme a esa duda permanente: ¿hará buen tiempo? Los hay que dicen que frío polar, otros (siempre positivos) que como cae tarde nos tocará solazo. Y ante tanta predicción, ¿qué hacer con la maleta?

Yo tengo varios hándicaps a mi favor: el primero, que desde pequeña me ha tocado hacer muchas; el segundo, que tuve una maravillosa jefa que me enseñó a hacerlas, y el tercero, que mi marido, ese que se lleva tablas de surf (sí, en plural), palos de golf y raquetas de tenis en la maleta, el mismo, tiene la poca vergüenza de hacerme una presión de varias atmósferas para que mi maleta sea lo más pequeña posible para que quepa entre su traje de neopreno y mi paciencia ante cada viaje.

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Cris Castany

Así que entre el tiempo y la capacidad de mi maletero, mi vida en Semana Santa consiste en miles de permutaciones y combinaciones de unas pocas prendas que me salvan la vida. Estas son las básicas que siempre meto, habrá alguna más, por supuesto, pero esto pretende ser una guía lo más fiel posible. Si alguien quiere más ayuda, puede escribirme un mensaje en comentarios o un DM en mi perfil de Instagram (@criscastany); estaré encantada de ayudaros.

Mi maleta

Desde hace varios años, quizá más de 10, soy fiel a una bolsa de viaje de Eastpak. La ventaja principal de mi elección fue que al ser de lona permite llenarla a tope y además es muy resistente. Ha viajado por casi todas partes conmigo y ha resistido. Tiene solo dos ruedas, sé que para aeropuertos y demás es más cómodo con cuatro, pero cuando voy en coche, eso no me importa y ya nos hemos acostumbrado la una a la otra. Maleta Unisex Bold Army, de Eastpak (145 euros).

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La Chaqueta

Lo pongo con mayúsculas intencionadamente, pero es que para mí no hay viaje sin mi parka caqui. Es perfecta para estos momentos de entretiempo, que ni frío ni calor. Si bajan las temperaturas, me pongo un chaleco de plumas debajo; si no, la llevo abierta. Me gusta porque es de algodón, tiene mil bolsillos que me permiten ir a la playa sin bolso, bolsa o cesta. Es uno de mis imprescindibles en primavera y siempre que me alejo de casa. Cotton Utility Jacket, de Arket (175 euros).

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Unas zapatillas

Recorrer 600 kilómetros en coche obliga a llevar zapato cómodo, pero eso no significa que renunciemos a la estética. Debo confesar que tengo debilidad por las Nike Air, y atesoro un par siempre en colores neutros que permiten llevarlas con todo. Tienen una amortiguación que es increíble para aguantar durante todo el día. Estas zapatillas se mantienen fieles a sus raíces, con una icónica suela exterior tipo gofre y revestimientos cosidos, los detalles atemporales de estilo caparazón de tortuga son una actualización innovadora, lo suficientemente versátil para el día a día. Nike Air Max 90 (149,99 euros).

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El pantalón

Un vaquero supercómodo con un corte ideal para bota o que me permita llevarlos con zapatillas. Estos están especialmente diseñados para disimular las curvas, alargar las piernas y realzar la silueta. Además, tienen un innovador panel reductor en la zona del abdomen. Son lo suficientemente elásticos para conducir muchas horas e ir cómoda, y estos además son muy suaves. Vaquero Modeador Boot 315, de Levi's (89 euros).

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Un bolso para todo

Este bolso ligero y resistente sobrevive a todo lo personal que llevo dentro, desde el ordenador, porque algún día toca teletrabajar, el ebook y todo tipo de cargadores, clínex y objetos sin los que no puedo vivir como mi agenda. Es un clásico, sencillo y su asa me permite 'atarlo' a la parte superior de la maleta. Además, es plegable, alcanza el tamaño de un libro de bolsillo, a veces me lo llevo doblado y si realizo alguna compra me sirve de maleta extra. Es un objeto de culto para muchos, incluida la realeza. Le Pliage Original, de Longchamp (85 euros).

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Una camisa

Y si puede ser un poco grande, mejor; y vas a entender por qué. La camisa es un básico: funciona con vaquero, con la falda que te hemos propuesto más abajo tal y como la llevó Uma Thurman en los Oscar, pero es que además si es un poco larga la puedes utilizar como vestido playero estos días de tiempo indefinido. La arremangas un poco y si el calor aprieta le puedes dar un uso de caftán que apaña planes de última hora. Camisa de Armani Exchange, en Fashionalia.com (119 euros).

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Una falda

Esta falda larga plisada realza la silueta, gracias a su corte vaporoso que estiliza el paso. Pero es que además, como todo lo que hemos metido en esta maleta, tiene una doble utilidad, si tienes un plan nocturno, con unas botas (vienen más abajo) y una camisa te arreglará, y de día la puedes llevar con las Air Max que te hemos sugerido antes. Al ser de un tejido ligero y fluido, si hace calor nada, pero si refresca la tendrás que llevar con unas medias negras tupidas. El mismo concepto lo puedes lograr con una mini, elige lo que más te vaya. Falda larga negra, de The Kooples (135,90 euros).

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Unos minutos para mí

Para dar un paseo por la playa con mis temazos favoritos o para aislarme en una llamada cuando tengo a los niños cerca y poder usar las manos para agarrarlos. O si se presenta una reunión de última hora... se han convertido en un básico en mis viajes, además resisten al sudor y al agua, también en el estuche, para que te los lleves a todas partes. Los de tercera generación tienen una autonomía de 6 horas de reproducción de audio. Un lujo para no tener que ir todo el día cargándolos. Airpods, de Apple (199 euros).

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Una prenda de baño

Vamos a mirar estos días de una forma realmente optimista, imaginando que por un segundo nos vamos a pegar un baño. Yo soy de las que prefiere prevenir que luego lamentar y que conste que me metí en el mar el día 1 de enero. Así que abril puede convertirse en mi trópico particular. Como mi tono de piel no acompaña, elijo cubrirme la piel al máximo sin llegar al traje de neopreno (que quizá sería mejor idea). La cuestión es que en mi armario, desde que volvió a ser tendencia, siempre tengo un traje de baño negro, este es de &Other Stories (59 euros).

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Camisetas

Tengo una adicción y debo confesarlo, por segunda vez, ya lo he hecho en otro artículo, y no todo me vale. El algodón es importante, de ahí que os mencioné las de GAP o American Vintage, cuando busco sin estampados. Pero tengo alguna con estampado gráfico, de una firma americana que se llama Madewell o de Ba&Sh, como la que voy a meter en esta maleta. Te funciona con el vaquero, por supuesto, o con la falda y las zapatillas que te hemos dicho antes y encima, claro, la parka. Camiseta gráfica con mensaje, de Ba&Sh (42 euros).

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Unas botas

Para llevar con todo. De noche, perfectas, por si te surge un plan arreglado con la falda que te hemos propuesto o con la camisa a modo caftán/minivestido, no puede ser más cool. Si te ocupan mucho en la maleta, son lo suficiente cómodas para viajar y tienen un tacón de 3,5 centímetros. Botas vaqueras de piel y ante de See By Chloé (297 euros).

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Mi imprescindible

Este bolso de piel pequeño de diseño sencillo y minimalista me salva siempre. Es uno de los favoritos de mi armario (me lo regaló mi marido y acertó). Sus dos nudos corredizos me permiten ajustar la altura para llevarlo sobre el hombro o como bolso bandolera según el plan que hagamos. Además, su tamaño reducido es perfecto para llevar mis esenciales del día a día, lo justo y necesario. Lucía Mini, de La Portegna (280 euros).

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Para moverme un poco

Aunque no lo imagines, me cabe en el bolso de viaje junto al ordenador. Una pala de control ultraligera y cómoda para mí que soy amateur y juego de forma ocasional. Bull Padel Indiga Woman, de Padelnuestro (79,95 euros).

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