Los cinco vestidos que van a dominar el verano ya reinan sobre el asfalto

Este es el verano en el que solo llevaremos vestidos, así de rotundo es el mensaje que la industria de la moda en bloque ha lanzado como antesala de estilo a los looks que se avecinan. En las propuestas vistas sobre las pasarelas, en las tiendas asequibles y desde hace semanas, extendiéndose también por el asfalto, si cada año su papel es vital, en 2022 los vestidos son aún más imprescindibles. Derribando a otras piezas estivales de peso como los pantalones anchos, las faldas pareo o los monos, son los reyes absolutos de la temporada y en nuestras manos está descubrir y detectar cuáles y cómo son los modelos de tendencia.

Un total de cinco fantásticos que se alzan triunfantes en el street style como los favoritos de las prescriptoras y que debemos conocer, dominar y añadir al fondo de armario como nuevos esenciales de la época estival.

Asimétrico

Después de su exitosa incursión en primavera, este verano los vestidos asimétricos seguirán liderando las listas de tendencias. Su andadura arrancó en los desfiles: en 2020, Valentino, Isabel Marant o Givenchy decidieron subirlos a las pasarelas y poco tardó esa perfecta asimetría en colarse en los vestidores de las expertas. Manga o no en uno de los lados del vestido, la seña de identidad de obligado cumplimiento en este diseño es dejar uno de los hombros despejado y al desnudo.

Vibrante

Era de esperar. Con la paleta cromática saturada invadiendo todo a su paso, los vestidos vibrantes tenían un hueco asegurado entre las tendencias para este verano. Tres son los rasgos a tener en cuenta: silueta minimalista, tejidos satinados e intensidad. En todas las longitudes, veremos como los mini, los midi y los maxi se tiñen de neón, el objetivo primordial de estos vestidos es impregnar el street style y, a juzgar por la cantidad de muestras atisbadas, apunta a que lo conseguirán.

Neopreno

Normalizado su uso en trajes de baño, accesorios (playeros o no) y en otras prendas como los tops, el neopreno por fin logra hacerse un hueco como tejido estrella en la categoría de vestidos. En esencia, es un material opaco de tacto suave, peso liviano, maleable, con miles de posibilidades creativas y dotado de gran versatilidad, que se adapta a cualquier figura con dos efectos, comodidad y estilo.

Geométrico

Por mucho que las flores, las rayas y los lunares sigan acechando nuestros atuendos de verano ondeado la bandera de los clásicos, los estampados geométricos se mantienen firmes e indemnes como los preferidos en las calles. Con motivos mejorados en patrones que rozan el calificativo de pluscuamperfectos, la simetría en formas y colores es la verdadera causa del encantamiento.

Degradé

Este verano de 2022, el tie-dye pierde fuelle (por fin) y deja espacio a un sustituto novedoso: el efecto degradado. La cosa, más sencilla, no puede ser. Un color base como principio, gamas intermedias y, para rematar, otro tono en contraste, todo unificado y sin saltos, bloques ni escalas. En este caso, son los vestidos largos, con recorrido de sobra, los que ganan por goleada y pasan a figurar como aliados de la tendencia degradé.