Jennifer Lopez, el icono de estilo que no deja de reinventarse

Aunque sus posados en bikini nos hagan creer que el tiempo se paró para Jennifer Lopez en el año 2000, la artista neoyorquina cumplirá 53 años el próximo mes de julio. Un cuarto de siglo ha pasado desde que irrumpiera su figura a nivel mundial con el papel protagonista de la película biográfica sobre la cantante fallecida Selena Quintanilla. Después, en 1999, llegó 'On the 6', un álbum que es historia de la música y, tras ello, 23 años más de éxito profesional tras éxito profesional.

Da igual que haya sido con las comedias románticas en el cine, con su música mezcla de ritmos latinos, pop y R&B, como estrella en las redes sociales –TikTok incluido– o como icono de estilo, posición que ha sido capaz de mantener en el tiempo por méritos propios. Jennifer Lopez es una diva, de las últimas celebrities que definen al pie de la letra lo que significa esta palabra. Y es también una de las pocas actrices y cantantes que no ha experimentado valle alguno en su carrera, que se ha mantenido lineal, siempre en la cima, durante todo este siglo.

Lo que explica en buena medida esto último es su capacidad para evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos. Lo ha hecho en todas y cada una de las disciplinas artísticas que trabaja, y también en cuestión de estilo. En este sentido, es muy interesante comparar a la Jennifer Lopez de hace 20 años con la actual porque se da la curiosa circunstancia de que no han cambiado tantas cosas en su imagen personal. Obviamente, su armario ha ido alimentándose de las tendencias reinantes en cada época, pero nunca jamás ha renunciado a una serie de detalles de estilo que son el sello de identidad JLo.

Sus looks nunca están desprovistos de glamour y sensualidad. Son, por encima de otros muchos, los dos adjetivos que mejor definen a la actriz y cantante nacida en el Bronx en julio de 1969. La han definido siempre; son características inseparables de su imagen personal. Los crop tops, los escotes a la espalda, los vestidos 'cut out' o los naked dress son algunas de las prendas que Jennifer Lopez llevó antes que nadie a finales de los 90 y comienzos de los dosmil, y ha vuelto a subirse al tren en cuanto las tendencias de dicha década volvieron a estar de actualidad.

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De hecho, he aquí otra clave en la Jennifer Lopez contemporánea: su armario, por muy ecléctico que sea —luego veremos que con la madurez ha aumentado de registros—, tiene una clara línea continua a lo largo de las últimas dos décadas. Y esto es posible no solo por la personalidad definida de la actriz y cantante en su forma de vestir, sino también por la circunstancia de que las mismas prendas, cortes y líneas vuelvan a ser tendencia dos décadas después. Esto es, la JLo del 2022 tiene como referencia de estilo a la Jennifer Lopez del 2002.

No ha perdido ni un ápice de sensualidad ni de glamour en estos últimos años. Es más, la primera la ha explotado más si cabe, como reivindicando que esta cualidad no entiende de edad, y el segundo es innegociable para ella, sobre todo cuando pisa una alfombra roja. Como pasaba antiguamente con las grandes divas de Hollywood, si Jennifer Lopez está anunciada como invitada a una gala importante, hay que mantener los ojos bien abiertos hasta que aparece en la alfombra roja. La expectación siempre es máxima y ella nunca defrauda.

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Lo demostró, sin ir más lejos, en la tournée que hizo en el 2020 por los grandes premios del cine, excepto los Oscar, por los numerosos reconocimientos en forma de nominaciones que recibió por su trabajo en 'Hustlers'. Por cierto, la no nominación al Oscar, en contra de lo que predecía la crítica, le hizo llorar de manera amarga, tal y como se podrá ver en el documental que estrena el próximo 14 de junio en Netflix, 'Halftime', donde se profundiza en su carrera con especial atención al Halftime Show Super Bowl LIV, que protagonizó con Shakira en Miami apenas un mes antes del confinamiento, en febrero del 2020.

De vuelta al estilo de la Jennifer Lopez más reciente hay que destacar algo que ya habíamos deslizado unos párrafos más arriba: cómo ha ido ampliando otros recursos a su esencia. El traje y los monos son las dos piezas que más le hemos visto lucir en estos años en días señalados por detrás de los vestidos de gala. Esto ha hecho que ya no siempre esté presente la sensualidad de la que hablábamos, pero a cambio sí lo están otras cualidades que ha añadido a su registro la cantante y actriz. La elegancia y la sofisticación de un dos piezas impecable son una garantía de éxito. Además, para JLo son recursos de estilo inmejorables para ese mensaje de empoderamiento, seguridad y poderío que emite a través de su estilo cada vez que aparece en un acto público de relevancia –últimamente, además, lo hace muy a menudo a través del blanco, uno de sus colores fetiche—.

No es de extrañar, en definitiva, que en el año 2019 recibiera el prestigioso galardón Fashion Icon que entrega el Consejo de Diseñadores de Moda de América (CDFA). Lo tienen en sus vitrinas mujeres como Rihanna, Naomi Campbell, Beyoncé o Kate Moss, lo cual da muestras de la categoría del reconocimiento. “El estilo de Jennifer Lopez es atrevido, desinhibido y siempre memorable”, dijo entonces sobre ella Steven Kolb, CEO de la CFDA.

No es de extrañar que los mejores diseñadores quieran vestirla a toda costa. No en vano, estamos hablando de la mujer que lució el primer vestido viral de la historia, aquel ‘jungle dress’ de Versace que llevó en los Grammy del año 2000 y que se volvió a poner (una versión adaptada) veinte años después para desfilar para la casa italiana durante la semana de la moda de Milán. 'Jennifer Lopez Grammy dress' se convirtió en una búsqueda tan recurrente en Google que el buscador decidió entonces crear su funcionalidad de Google Imágenes.

A buen seguro, en los próximos años seguiremos viéndola moverse como pez en el agua en la vanguardia de las tendencias, al mismo tiempo que mantiene su sello de identidad inalterable a través de detalles como sus inconfundibles aros XXL o sus peinados inspirados en la época que cambió su vida, el cambio de siglo y milenio.