¿Rojo y rosa? ¿Negro y marrón? Cómo combinar colores y dominar las tendencias del año

Mucha gente siempre escoge los mismos colores para combinar su ropa por miedo a no saber hacerlo de forma estilosa, obteniendo un resultado poco satisfactorio. Si ese es el único motivo para no dar un paso adelante y arriesgar con tu armario, tenemos buenas noticias porque hay algunas combinaciones con las que siempre puedes lograr buenos resultados, aunque algunos sean un poco menos habituales que otros.

La moda está en constante cambio y aprender a adaptarla y jugar con ella para hacerla propia es una de las características más alabadas de las influencers, que conquistan el street style. Gracias a eso hemos dejado aparte nuestros miedos y hemos abrazado nuevas tendencias de moda que nunca pensamos que nos fueran a gustar, y vérselas a ellas puestas nos convence de que es una estupenda idea. Sin embargo, si lo que queremos es no tener que fijarnos en nadie y ser capaces de crear nuestro estilo propio, hay algunas cosas sobre el color que conviene que conozcamos.

Esto no quiere decir que sea necesario siempre ceñirnos a las normas comunes, pero conocerlas es la mejor manera de saber cuándo debemos saltárnoslas o cuándo ajustarnos a ellas. Hace tiempo nadie habría supuesto que el rosa y el rojo serían una buena combinación de colores o que el verde y el amarillo serían la combinación perfecta para el verano, y sin embargo, el tiempo ha demostrado que estábamos equivocadas. ¿Quieres saber por qué? La rueda de color puede ayudarte a entenderlo.

Existen numerosos colores, casi infinitos, pero en esta ocasión vamos a intentar simplificarlo para que, a partir de este esquema, podamos continuar aprendiendo y creando con las diferentes tonalidades que existen y que la moda pone a nuestra disposición. Una clasificación genérica afirma que existen dos tipos de colores, los cálidos, con tonalidades rojas, y los fríos, más cercanos a los azules. No todos sientan igual de bien, en función de tu tono de piel o bronceado te favorecerán más unos u otros.

Si quieres apostar por los looks clásicos, elegantes y tradicionales, una buena idea es apostar por estilismos monocromáticos. Los puedes crear seleccionando un color y escogiendo todo el look en las diferentes tonalidades que presenta. También puedes escoger los tonos neutros, como los beis, arena o tierra, con los que crear un look armónico al que puedes añadir algún complemento a contraste.

Porque, al fin y al cabo, con la moda buscamos sorprender, disfrutar de las diferentes combinaciones y no aburrirnos nunca, por eso si buscas un look diferente, no es mala idea que apuestes por combinaciones complementarias. ¿Qué quiere decir esto? Que combines cada color con su opuesto en la rueda del color.

Un color tiende a combinar perfectamente con el que está enfrentado a él en este círculo, por lo que será una apuesta segura. Este es el caso del rojo y el verde, azul y naranja o amarillo con violeta. En esta ocasión estaremos seleccionando un color primario (rojo, azul o amarillo) y complementándolo con uno secundario (verde, naranja y morado).

Podemos conseguir looks más suaves si escogemos los colores análogos, estos son los que se encuentran juntos en la rueda. En general se escoge un color dominante y los otros dos se emplean para complementarlo. Por ejemplo, el azul y el verde y una tonalidad intermedia de ambos; el verde y el amarillo y un tercer color a medio camino entre los dos, o el rojo y el naranja y una tercera opción con la que suavizarlos a ambos.

Lo ideal es no excedernos a la hora de combinar colores, ponernos un máximo de tres para evitar que se nos vayan de las manos las combinaciones y consigamos un efecto que no es el que buscábamos. En estas tríadas de colores siempre es un acierto escoger colores equidistantes de la rueda, como el azul, el naranja y el verde, o el rojo, azul y amarillo. Una variación de este concepto que es menos empleada porque es más complicado hacer bien es elegir un color y, en lugar de optar por el que está enfrentado a él directamente, quedarse con los dos que están al lado de este.

Existen numerosas formas de acertar a la hora de encontrar la combinación que mejor se adapte a ti, y a la hora de tomar la decisión, todo es importante. Desde las tonalidades exactas de las prendas que queremos, hasta el efecto que queremos conseguir. Por ejemplo, con los tonos más apagados lograremos looks más adecuados para oficina, pero las tonalidades más alegres y llamativas nos ayudarán a llenar de color nuestros looks.

Lo mejor es, una vez que conocemos las normas habituales, apostar por ellas cuando queramos ir sobre seguro, dejándonos guiar por nuestro instinto cuando nos apetezca probar alguna combinación diferente, escogiendo aquello con lo que vayamos cómodas y que nos ayude a reflejar nuestra personalidad y sentirnos seguras, fuertes y poderosas.