La alta costura de Schiaparelli revisiona el vestido 'rompecuellos' de Bella Hadid

Conseguir sorprender sin excepción en un momento en el que la monotonía en la que nos ha sumido Instagram prima parecía imposible, pero Daniel Roseberry ha sabido hacer de la fantasía una constante en su marca. Lo cierto es que no solo ha necesitado de la alta costura para ser la firma más aclamada y espectacular del momento, pues sus diseños dorados y las archicomentadas pezoneras de sus propuestas de prêt-à-porter han bañado titulares y redes durante temporadas, pero sin lugar a dudas es durante la Semana de la Alta Costura parisina cuando el director creativo de la firma sabe sacar el máximo partido a la magia de la moda.

El desfile no ha dejado a nadie indiferente ni ha decepcionado absolutamente a ninguno de los asistentes, aunque hemos de confesar que cada segundo ha estado envuelto por el pavor latente a que alguna de las modelos se cayera, pues comenzaban el show bajando por unas escaleras que, a causa de los entallados diseños y la iluminación, han sido las responsables de más de un tropiezo...

Daniel ha dejado claro que sabe cuáles son las claves del éxito de su marca, y sabe darles un nuevo giro para que, una temporada más, no hayan resultado en absoluto aburridas ni repetitivas. Sus joyas surrealistas e inmensas han regresado al desfile, en el que uno de los looks consistía en un vestido de terciopelo (el tejido de la colección por antonomasia) negro que dejaba el pecho al aire, siendo los interminables pendientes, que caían sobre el escote cual racimos de uvas, los encargados de hacer de las joyas una prenda más, recordando así instantáneamente al momento en el que Bella Hadid logró hacerse con la alfombra roja del Festival de Cannes gracias al diseño de Schiaparelli que aunaba la anatomía con la moda.

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La moda como armadura vuelve a estar presente en las propuestas de Roseberry, que una vez más ha acentuado los pechos al crear tops con el efecto 'trompe-l’oeil' que caracteriza a la firma bajo la batuta del director creativo.

Los corsés han sido otro de los elementos recurrentes en la colección, marcando cinturas XS y dando a su vez una mirada diferente a la corsetería al llevarla a esa dimensión onírica de la firma al apostar por diseños asimétricos que dejaban al aire un pecho, que ha sido cubierto por una sutil estructura joya que emula las venas del cuerpo humano, una nueva forma de revisionar el icónico diseño de Bella pero llevado a una nueva dimensión. Los vestidos lenceros también han tenido un papel importante en el desfile, aunque, por descontado, nadie ha de esperar minimalistas y sencillos 'slip dresses' de satén sin más, sino que Schiaparelli ha presentado desde vestidos satinados negros cuyo bajo se unía a la muñeca a modo de pulsera a diseños que parecían tener el escote trasero al revés, pues debajan al aire el escote.

Los accesorios siguen siendo parte esencial del universo onírico de la marca, y no solo encontramos las comentadas joyas, sino que los zapatos retoman las máximas de las propuestas primavera-verano 2022 de la marca al apostar por diseños con los dedos de los pies en dorado.

Por su parte, los inmensos sombreros recordaban al alma hiperbólica de Jacquemus, pero adornados con el embrujo de las propuestas 'couture' de Valentino. Como explica Daniel Roseberry en el texto que acompaña a la exposición parisina, que estará presente en el Musée des Arts Décoratifs hasta el 22 de enero, la forma en la que ha dado un giro a la marca manteniendo sus bases supone un pase de relevo y la fórmula con la que el director creativo espera que Elsa Schiaparelli habría deseado que ocurrieran las cosas: “No creo que ella quisiera ver su trabajo revisionado una y otra vez cien años después. Creo que le gustaría jugar con lo nuevo, y solo puedo esperar que me incluya”.

Horas después de este desfile se dieron encuentro en el Museo de Artes Decorativas de París con una retrospectiva que recoge las emocionantes creaciones de la modista italiana Elsa Schiaparelli repasando su trabajo como extraordinaria diseñadora, su innovador estilo femenino y la emoción que trajo al mundo de la moda. Shocking! El mundo surrealista de Elsa Schiaparelli reúne 520 obras que incluyen 272 siluetas y accesorios junto a pinturas, esculturas, joyas, perfumes, piezas de cerámica, carteles y fotografías icónicas de los queridos amigos y contemporáneos de Schiaparelli: Man Ray, Salvador Dalí, Jean Cocteau, Meret Oppenheim y Elsa Triolet.

A este evento acudieron personajes de la talla de Rossy de Palma

O Chiara Ferragni.