Maison Margiela rueda una película en directo durante su último desfile

Desde que John Galliano se hiciera con los mandos de Maison Margiela hace unos años, cada desfile se ha transformado en una experiencia apasionante, a la par que completamente inesperada. Durante la era covid, el creativo apostó por estrenar sus propuestas mediante películas, como vimos en la Semana de la Alta Costura de 2021. Este año lo ha vuelto a hacer, pero representándola sobre el escenario y grabándola en directo.

‘Artesanal’, su nueva colección, se convertía en el vestuario de ‘Cinema Infierno’, una obra escrita por el propio director creativo que narra la historia de dos amantes estadounidenses que huyen de casa tras asesinar a la familia de la protagonista y se embarcan en un macabro viaje; muy de inspiración ‘Bonnie & Clyde’. El desfile no se basaba en poses, sino en la interpretación, que además fue grabada en directo sobre el escenario del teatro del Palacio de Chaillot, mientras el público disfrutaba de la performance.

Siguiendo la línea de la maison, referente del diseño conceptual y la reflexión intelectual, Galliano indagó en la concepción de la moda sofisticada basada en la deconstrucción poco convencional de las siluetas con un toque teatral, extravagante e irrevente; bajo la concepción de que las prendas son fluidas, al igual que lo es el género.

Envuelta entre el sonido de los disparos, los gritos y la lluvia, la esencia western se trasladaba a las prendas mediante abrigos largos de lana, sombreros vaqueros y botas cowboy, confeccionados en cuero, que completaban 'total looks' beis de aspecto rústico y silueta oversize.

Sin embargo, veíamos a lo largo de la colección cómo el protagonismo recaía sobre los diseños midi de seda transparente, decorados con plumas, reconocibles por sus grandes bloque de color, en los que cobraban gran importancia los volantes sobre los dobladillos y una estructura basada en las enaguas. Además, todos ellos contaron con un original hilo conductor: los gorros de baño y guantes de látex como accesorio fetiche.

También los veíamos completar vestidos largos de organza, acompañados por túnicas anudadas con lazos en la cintura y abrigos volumen de gran tamaño, que se encontraban decorados en su espalda por lazos gigantes que parecían sostener el peso completo del diseño.

A ellos se sumaban jeans cubiertos de pedrería con efecto slouchy o gabardinas y chalecos largos, realizados en tejidos glitter dorado, que reposaban sobre modelos de mohair negro para añadir brillo a la propuesta.

La teatralidad de la ocasión consiguió insertar el carnaval dentro del mundo de la alta costura mediante la reinvención de disfraces de brujas, rematados por sombreros cónicos, un traje de payaso blanco recreado a través de una túnica de satén y modelos con abrigos azules, inspirados en las batas de hospital.

Dicha puesta en escena hacía prácticamente irreconocible a un elenco lleno de grandes nombres del universo del espectáculo y el entretenimiento como Amber Valetta, Karlie Kloss, Karen Elson y Caroline Trentini.

De esta manera, John Galliano realizaba, una vez más, sobre el escenario la simbiosis perfecta entre todos los códigos característicos de la Maison Margiela: los cubrebocas de organza, la sastrería dejada en ellos y sus elementos de diseño más reconocibles, incluidos los famosos looks de maquillaje inspirados en los años 20 de sus colecciones de los años 2000.