Por qué las famosas van con abrigo en verano y ellos... con refrescantes trajes de lino

¿Alguna vez te has preguntado cómo demonios es posible que estemos en plena ola de calor y pese a ello, Julia Fox se pasee por las calles enfundada en trajes de cuero y la mitad de las celebridades lleven sus looks de superheroínas 'made in' Balenciaga?

La semana pasada hablamos de cómo Katie Holmes, pese a las altísimas temperaturas de la Gran Manzana, recorría sus calles con un vestido de mezcla de lana y cachemira con borde de punto de canalé de Gabriela Hearst con una bufanda efecto manta alrededor del cuello. Sí: u-n-a b-u-f-a-n-d-a. Pero, ¿cómo consiguen no asfixiarse? ¿Cuál es la razón por la que no sudan? ¿Por qué visten al contrario del resto del planeta? Y para finalizar… ¿Por qué mientras que las celebridades femeninas se ahogan, los masculinos pueden abrazar el lino y el confort absoluto (querido Brad Pitt: lo decimos por ti)?

En primer lugar, hemos de tener en cuenta que las famosas tienen acceso a los diseños recién presentados sobre las pasarelas, y por más que las marcas cada vez aboguen más por una industria sin temporadas, lo habitual es que los diseños que se presenten en los desfiles sean los de la temporada siguiente, lo cual explica que acabemos de ver a Kylie Jenner con un abrigo de cuero y pelo de la colección de alta costura invierno 2022/2023 de Alexandre Vauthier.

Para continuar, las celebridades rara vez pasean a pie, por lo que pasan del aire acondicionado del coche al de los restaurantes y tiendas, y en Estados Unidos, las temperaturas de los locales es tan gélida que incluso un abrigo de Moncler se nos antojaría insuficiente… Del mismo modo que el tamaño XS de sus bolsos o incluso la ausencia de ellos denota privilegios, pues demuestran que tienen tras ellas un equipo que lleva con él todo lo que ellas necesitan, la moda abrigada en verano, o los diseños estivales en invierno, funcionan del mismo modo. Sería impensable llevar las pantaboots de Balenciaga en el metro, pero en un coche perfectamente aclimatado, el contexto cambia...

Por último está la dolorosa realidad de que parte del trabajo de las celebridades consiste en estar siempre perfectas, por lo que sus estilistas preparan looks en los que la funcionalidad rara vez tiene cabida. No olvidemos que Kim Kardashian y Kourtney Kardashian se enfundaron en unos outfits imposibles de látex de Balmain para los que necesitaron la ayuda de la estilista Marni Senofonte, pues es imposible entrar en ellos sin un equipo detrás. Sí: la incomodidad también exige privilegios. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, pero una gran fama (siendo mujer, claro), conlleva un armario enjaulado...

“Cuando las celebridades hacen este tipo de cosas es porque quieren ser diferentes o porque al recibir estas prendas de forma gratuita, se las quieren simplemente poner cuando sea. También he hablado con algunas a las que les da igual, porque no tienen en su mente una estética concreta, por lo que se ponen lo que les digas sin que les importe el tiempo que hace”, explica Krystle Rodriguez, encargada del vestuario de los tours de Pharrell y Mariah Carey, a ‘Complex’.

Por su parte Jennifer Mazur, estilista de numerosas famosas, explicaba a ‘People’ algunas de las razones por las que sus clientas terminan llevando abrigos o cuero en pleno verano. “Cuando los estilistas trabajamos con las marcas, estamos forzados siempre a trabjar una temporada por delante, porque es la que promocionan a través del marketing y de las relaciones públicas. Hace un mes, tuve una clienta que tenía una serie de eventos en los Hamptons y necesitaba ropa estival de colores crema y tonalidades blancas. Contacté con una firma para que me mandara una selección de prendas, por lo que le pedí mis elecciones de la colección primavera/verano, porque es lo que le pondrías a alguien que va a los Hamptons. Me dijeron que ya habían devuelto al diseñador esas prendas. Por eso, como estilista tienes que revisar la colección de invierno para encontrar prendas blancas y crema con tejidos transpirables. No es tan sencillo como decir 'Me gusta eso: se lo pongo a mi clienta', sino que hay muchos aspectos involucrados”, explica.

También es habitual que las celebridades se inyecten botox para evitar las manchas de sudor, y esa es la razón por la que pese a que estemos a 40 grados, puedan lucir diseños ceñidos grises de manga larga, cual guantes como si hiciera 15 grados. De hecho, antes de los premios Oscar, es muy común que las famosas acudan a su clínica de confianza para evitar manchas incómodas en una noche tan especial mediante estas inyecciones.

En el otro lado del espectro, Brad Pitt presume de llevar holgados trajes de tino en la gira promocional de su nueva película, haciendo que medios como 'The Guardian' se hayan hecho una pregunta interesante al coincidir en el tiempo con los looks de lino oversize que lleva Boris Johnson (con diferentes resultados, añadimos): ¿Es Boris de repente estiloso o es Brad Pitt el que ha tirado la toalla?

Lo que queda claro es que siempre nos apresuramos a aplaudir a los hombres, mientras que a las mujeres las analizamos con una minuciosidad en ocasiones desmedida. Brad ha sido aplaudido por su 'rebranding' gracias a sus trajes del tejido estival por excelencia, y cuando le preguntaron por su nueva imagen, se limitó a exclamar: “¡Qué más da! ¡Todos vamos a morir!”.

Aunque la moda masculina esté cambiando y la sociedad siga en proceso de transformación, es innegable que los looks de las mujeres siguen siendo juzgados con severidad.

Sí, la próxima vez que veamos a Rosalía envuelta en chorros de sudor en su concierto por actuar con looks de cuero y botas mosqueteras a 40 grados, diremos que es toda una artista entregada a su arte, pero quizás tendríamos que preguntaros luego, cuando Adam Levine actúe sin camiseta, por qué él no ha tenido que preocuparse ni de su look, ni de tener que tener una toalla siempre al lado para evitar que el sudor nuble su mirada...