Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia que se planta vestido de lentejuelas para ir a un festival

La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, sigue regalándonos titulares gracias a sus looks, con los que rompe los encorsetados códigos no escritos de la moda política. Este verano ya revolucionó las redes sociales al lucir unos shorts denim combinados con cazadora de cuero y botines de estética navy para acudir a un festival, y ahora ha dado un giro más a su vestidor en el Flow Festival de Helsinki, que es el evento musical más importante del lugar, al que asistió para participar en un debate acerca de la evolución de la industria de la música del país.

Para la ocasión ha vuelto a sorprender al lucir un minivestido de lentejuelas con cinturón XS negro, bandolera cruzada, sus inseparables botines militares y unos pendientes en cascada de lágrimas de perlas.

Al ver las imágenes que numerosos simpatizantes colgaron en sus stories al haberse tomado fotografías junto a Marin, cuesta pensar en una política, pues a primera vista podría parecer que se han hecho un selfie con su actriz preferida. Llama la atención que no sea solo su vestuario, sino su belleza, los que son señalados de forma recurrente por los medios, que en ocasiones olvidan la forma en la que está cambiando la historia europea con sus acciones.

Pudiera parecer que sus looks y su estética son capaces de ensombrecer sus acciones, cuando esta realidad no es más que la prueba irrefutable de que las mujeres en el ámbito de la política no son tan valoradas por sus actos como por su fachada. En sus obligaciones laborales no resulta tan llamativa, como era de esperar, como en su vida privada, pero la diferencia entre ella y otras políticas radica en que en su universo íntimo se niega a dejar de lado su verdadero estilo.

Esta semana la hemos visto trabajar con un sencillísimo traje negro combinado con blusa azulada y tacones de silueta ‘comfort shoes’. Fue en el Orgullo cuando vimos cómo es capaz de encontrar el vestido perfecto para capturar su estética laboral y su estética personal, pues entonces se decantó por un diseño de Devotion Twins, un clásico de la marca que cuesta 345 euros y que accesoriza con pendientes (115 euros) y bolso (95 euros) de Boggi Paris.

No es extraño que sea la propia Marin la que sube a sus redes imágenes en las que luce algunos de sus looks más comentados, si bien es cierto que los que están destinados a ser virales (ella lo sabe de antemano, pues es evidente que una política enfundada en una cazadora de cuero o en un vestido de lentejuelas es carne de titular) los sube a sus stories.

Sin embargo, en su feed de Instagram sí subió el vestido de seda con el que acudió en 2018 al President's Independence Day Ball enfudada en un diseño realizado para ella por Anni Ruuth, que fue el que después reoptimizó al volver a ponérselo para contraer matrimonio.

“De alguna forma, las políticas están tomando control. No permiten estar sujetas a las miradas ajenas para que otros puedan señalar si sus looks son apropiados o no, y también apuestan por diseñadores emergentes”, explica la profesora de estudios de género en la Universidad de Tampere, Anu Koivunen, al hablar de por qué cada vez más políticas muestran en sus perfiles sociales sus looks.