Muere Hanae Mori, la modista que empoderó la moda japonesa y vistió a Grace Kelly

Precisamente en plena temporada en la que las mariposas son el 'leitmotiv' de las grandes marcas, muere la modista que hizo de ellas su emblema. Hablamos de Hanae Mori, conocida a causa de su amor por las mariposas como 'Madame Butterfly'. De hecho, se encargó de diseñar el vestuario del libreto italiano para su representación en La Scala, en Milán en 1985, así como del de musicales y óperas como 'Evita' y 'Elektra'. Del mismo modo que la noticia de la muerte de Issey Miyake fue trasladada al mundo mediante un escueto comunicado, la defunción de Hanae la hemos conocido a través de un texto sin detalles procedente de la agencia de noticias Kyoto, por lo que nos encontramos en un trágico mes para la moda japonesa en el que las noticias son comunicadas de forma solemne y escueta.

Comparte con Miyake hitos históricos, pues ella fue la primera diseñadora nipona en participar en el calendario de la moda francesa. De hecho, fue un icono de la moda parisina quien hizo que sus diseños dieran un giro radical: Coco Chanel, a quien conoció en París durante los años 60. “Fue un punto de inflexión”, confesaba Mori antes de explicar a ‘Washington Post’ que fue cuando conoció a la diseñadora en su estudio cuando la francesa le recomendó que llevara prendas color naranja brillante para que contrastaran con su cabellera negra.

“El concepto de la belleza japonesa se basaba en la discreción y me di cuenta de repente de que tenía que cambiar la forma en la que comprendía la moda para lograr que mis creaciones hicieran a las mujeres destacar”. La crítica de moda del ‘The New York Times’ Bernadine Morris habló de ella como de una estrella emergente. “París sigue teniendo a sus clásicos. Chanel, que estableció su estilo en los años 20, apenas ha cambiado desde entonces, y contamos también con Grès. Esta vez coincide en el tiempo Hanae Mori, que puede convertirse en otro clásico”, escribió en 1977.

No se equivocaba, pues sus creaciones fueron un éxito. Mientras que Miyake y otros compañeros empleaban diseños y tejidos poco convencionales, ella no intentó cambiar las máximas de la moda occidental, sino que le dio sutiles pinceladas japonesas con las que desafiar los estereotipos e influenciar a las nuevas generaciones de diseñadores de ambas culturas. Aunque Hanae no era muy conocida entre el gran público, lo cierto es que era una auténtica institución en Japón. En Occidente, quienes conocen su sello en la moda lo hacen por haber diseñado los uniformes (¡con minifalda!) de las azafatas de Japan Airlines y por haberse encargado también de la equipación oficial de la delegación japonesa en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.

El mundo royal conoce bien su trabajo, pues Hanae Mori vistió a la princesa Masako el día de su boda. Por su parte, la princesa Grace de Mónaco lució diferentes creaciones de la japonesa, como un diseño con mariposas que llevó en el Hotel Paris de Saint Tropez en una celebración del joyero Gérard en 1977. La diseñadora logró librarse del desdén provocado por la Segunda Guerra Mundial para dar forma a una casa de moda valorada en casi 500 millones de euros que triunfó en una industria dominada no solo por la moda occidental, sino también por los hombres. Su trabajo fue reconocido con la Medalla de Honor de la Cinta Púrpura de Japón y con la Legión de Honor francesa, entre otros muchos galardones y reconocimientos. La diseñadora, retirada de la moda, seguía controlando su empresa.

Nos despedimos de la mujer que cambió el devenir de la moda japonesa, una industria fuertemente masculinizada y que, gracias a nombres como el suyo, sigue avanzando hacia un futuro prometedor y tan liberador como sus diseños.