"Prendas no demasiado caras que me gustan para el fin de semana", la directora de Moda dixit
Una maleta llena de prendas que permiten sobrevivir de una forma estilosa y que puedes utilizar, por qué no, también para el día a día
Estos fines de semana de otoño de un permanente frío-calor, yo me vuelvo loca, no sé vosotras. La cuestión es que mi armario está dubitativo y yo más, ¿hago el cambio de armario? Ahora no puedo, estoy de obras y tengo una liada... Una amiga me ha dejado su casa unas semanas, una Santa, con S mayúscula. Y otros nos acogen con ellos dentro, Santos mayúsculos también. Voy de aquí a allí con unas cuatro prendas reinterpretándolas constantemente, así que de cambio de armario por ahora nada. Sí, lo sé, problemas del primer mundo.
Bueno, más allá de mis complicaciones, elegidas por mí y nadie más, qué me dices de ese momento en estas fechas en las que te proponen un plan para el sábado y domingo. Porque aún tenemos un estado anímico posveraniego que nos permite movernos, el cuerpo aún no pide sofá y manta del todo.
Es mi caso, el viernes nos vamos con mi familia a celebrar el 75 cumpleaños de mi suegra, no pongáis caras, ya he comentado varias veces que mi suegra ‘es bien’. Visitaremos Granada, excursión familiar, ya hemos reservado entradas en la Alhambra y en todos los lugares turísticos. También en los restaurantes; no en vano, vamos nueve y aunque a nosotros nos gusta improvisar, en esta ocasión mejor no jugársela.
La cuestión, me enfrento al típico dilema de qué llevar en esa maleta que no ocupe, que abrigue pero no, que me permita superar este veroño. Porque, como habrás podido vivir en tu propia piel, el veranillo de San Miguel (aunque un par de días más tarde) ha llegado y no creas que no tengo nada más que hacer que pensar en ropa, pero aquí he venido a hablar de estos temas tan ‘profundos’. Por si te encuentras en la misma situación que yo, te voy a hacer la maleta.
Deportivas para caminar sin fin
Si vas a pasar un fin de semana por ahí, no puede faltar calzado cómodo. Pero no renuncies al estilo. Tengo un problema -no sé si te pasará lo mismo-, me gustan muchas zapatillas y debo confesar que es una adicción, suerte que la economía me limita invertir en más. Estas zapatillas son el modelo Montevideo y están compuestas por piel y tejido. Con rejilla en poliéster transpirable, llevan una legüeta con logotipo; estabilizador en el talón; media suela en plancha de EVA de 3 cm de altura; plantilla de memory foam extraíble, y patín dentado en goma transparente con imagen serigrafiada. De Hoff (99 euros).
Jeans con todo
¿Quién no mete unos vaqueros en una maleta de viaje? Yo tenía una jefa que decía que lo que no podía faltar era un look negro, toda la razón, por si te surgía un evento, a lo que yo añado un pantalón vaquero; es la prenda de supervivencia. Estos son de talle bajo y pata recta de Nii Hai en Ekseption (87 euros), muy holgados con motivos en contraste en la parte posterior. Tienen el talle bajo y la pierna recta. Tallan normal, así que es la compra perfecta para hacerte elige tu talla habitual. Son de 100% algodón, solo tendrás que tener en cuenta que al lavarlos tiene que ser en frío con colores similares, no secar en secadora, planchar del revés y secar lejos de la luz solar directa.
Básicos con un twist
Uno de mis básicos es la camisa vaquera, es algo que he trasladado a mi marido, aunque a él se las compro clásicas y en una tienda que se llama Patch. Para las mías, que las suelo utilizar hasta que llegan a su fin de ciclo, me rindo a más ‘fruslerías’ y en este caso me ha gustado esta, con un toque decimonónico. Si ya tuviera un poco de volumen en las mangas sería perfecta, pero entiendo que los que la han diseñado saben más que yo. A llevar con un vaquero del mismo tono, pero del mismísimo; si no, con uno contrastado de un color rosa. De &Other Stories (69 euros).
¿Maleta?
Repito siempre la misma, así que ya sabrás de cuál te hablo. Los fines de semana va más vacía, no como en Semana Santa, que la llevaba que ya no cabía un alma dentro. Pero siempre me llevo la misma. La resistencia es un plus. Es de Eastpack (140 euros).
Una camisa con varias vidas
Una de las prendas que me gustan para mis viajes de esta temporada es una camisa de cuadros vichy. Te recomiendo que la lleves por dentro, con cinturón o sin él. Como yo no tengo mucho hombro, me suelo poner unas hombreras para darle un poco más de cuerpo (al mío). Esta camisa de aire vintage reciclada con cuello bebé, manga larga, me encanta por su manga farol. La veo con vaquero o con un pantalón de color de micropana con aire setentero. Como los fines de semana solemos tener que revisitar, también la puedes llevar con una falda larga o mini, como prefieras, y subirle enteros con un par de collares de cadenas. Es de Asos (37,99 euros).
Un jersey para evitar los cambios de temperatura
La camiseta marinera es una prenda icónica por excelencia, merece un lugar especial en tu maleta. Siempre funciona y se suele adaptar a todos los estilos. Las más atrevidas la combinarán con otros estampados. ¡Tú decides! Jersey de estilo marinero de algodón biológico, de La Redoute Collections (33,98 euros).
Un vestido negro para todo
Como me dijo una de las grandes jefas que he tenido en mi vida: "Jamás viajes sin un vestido negro", nunca sabes qué derroteros puede tomar un fin de semana y hay que estar preparada para todo. Así que aquí va mi recomendación para esta nueva temporada. Es de Surkana (79,90 euros), de punto de cuello alto con cinturón negro.
Estos fines de semana de otoño de un permanente frío-calor, yo me vuelvo loca, no sé vosotras. La cuestión es que mi armario está dubitativo y yo más, ¿hago el cambio de armario? Ahora no puedo, estoy de obras y tengo una liada... Una amiga me ha dejado su casa unas semanas, una Santa, con S mayúscula. Y otros nos acogen con ellos dentro, Santos mayúsculos también. Voy de aquí a allí con unas cuatro prendas reinterpretándolas constantemente, así que de cambio de armario por ahora nada. Sí, lo sé, problemas del primer mundo.