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El estilo de Janja da Silva, la revolucionaria nueva primera dama brasileña
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CON LUPA

El estilo de Janja da Silva, la revolucionaria nueva primera dama brasileña

La actual esposa de Luiz Inácio Lula da Silva buscará redefinir el término de 'primera dama' con un armario que sucumbe ante los clásicos y el 'power dressing'

Foto: Janja da Silva, en un acto de campaña. (EFE)
Janja da Silva, en un acto de campaña. (EFE)

Han pasado poco más de 48 horas desde que Brasil eligiese a su nuevo presidente. Jair Bolsonaro era destronado del poder por tan solo dos puntos de diferencia a manos del mítico político Luiz Inácio Lula da Silva, convirtiéndose en el primero en ganar tres veces unas elecciones. El sindicalista ha regresado para hacer historia, esta vez, en parte, gracias a la mujer que le ha acompañado en el camino. La socióloga e historiadora de 56 años Janja da Silva busca cambiar la concepción del término ‘primera dama’ mediante una participación activa, que la obliga a cuidar su imagen pública al máximo.

Foto: El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se fotografía con sus seguidores a la salida de prisión. (Reuters)

La nueva lideresa de la república brasileña es toda una celebridad en el país ubicado en América Latina y acumula casi medio millón de seguidores en su cuenta de Instagram. Los medios la definen como ‘la nueva Evita Perón’ y su marido dice de ella que es una mujer “muy politizada y muy feminista”. Precisamente, su compromiso con los derechos de las féminas, la comunidad LGTBIQ+ y las personas racializadas son sus bazas más fuertes. Consciente del poder de emisión de mensajes de las prendas, Da Silva construye su armario en base al ‘power dressing’ y las prendas básicas de gran versatilidad.

placeholder Janja da Silva, en un acto durante la campaña electoral. (Reuters)
Janja da Silva, en un acto durante la campaña electoral. (Reuters)

Trajes y dos piezas coloridos

Este movimiento estilístico de origen británico, defendido por la primera dama brasileña, que se extendió mundialmente durante la década de los años 80 y es el resultado de la incorporación de la mujer a los entornos profesionales dominados por los hombres, consiste en la introducción de piezas o siluetas de esencia masculina en el día a día. Un ejemplo serían las americanas de hombreras marcadas o los pantalones de pinzas.

Janja es una imprescindible dentro de la agenda política de su marido y asiste junto a él a cada uno de sus actos. Al igual que Lula, la socióloga acude a los mítines enfundada en trajes clásicos de líneas rectas, como este de color rojo.

Además, la socióloga también consigue seguir vinculada a esta tendencia mediante la construcción de potentes looks formales conformados por dos piezas. En este caso, una camisa satinada fucsia con ligera hombrera y unos pantalones chinos de tiro alto en tonalidad gris perla con ‘peep toes’ a juego.

Por otro lado, es habitual ver en ella el uso de prendas de colores llamativos combinadas con elementos más oscuros o apagados en este tipo de conjuntos, dejando entrever, de esta manera, una personalidad muy animada. Uno de sus estilismos más comentados durante la campaña fue este outfit de pantalón palazzo naranja con una americana negra estilo kimono con blusa semitransparente de la misma tonalidad.

Un buen fondo de armario

Más allá del ‘power dressing’ y su proyección pública como una mujer de gran relevancia profesional, una de las grandes bazas de Janja da Silva es su cercanía. La esposa de Luiz Inácio Lula también canaliza esta sensación a través de su guardarropa, protagonizado en su mayoría por piezas básicas que cualquiera podría conseguir.

La historiadora, al igual que Yolanda Díaz, es una gran apasionada de las blusas troqueladas de estilo camisero con mangas ligeramente abullonadas y los pantalones de acabado satinado con pernera acampanada.

Incluso en algunos de sus actos públicos en solitario, la primera dama brasileña decide construir sus looks mediante prendas de fondo de armario. Un ejemplo lo encontramos en esta fotografía donde luce una camisa básica blanca, una falda midi de tubo negra con abertura central, confeccionada en tejido negro de efecto piel, y unas ‘peep toes’ rojas, un modelo que parece ser su calzado fetiche.

Sin embargo, Da Silva tampoco tiene miedo a mostrar su lado más 'casual', que también es de lo más inspirador. Estos jeans acampanados con camiseta de dibujo que porta la socióloga animan a las mujeres mayores de 50 a lanzarse a probar una esencia más juvenil dentro de sus looks.

El vestido midi: su hilo conductor

Por último, Janja no abandona la feminidad, vista desde su concepción más clásica. La primera dama brasileña enseña a sus seguidoras mediante sus fotografías publicadas en su perfil de Instagram que es toda una apasionada de los vestidos de largo midi, especialmente los que poseen un sutil escote pico y anudados en la cintura. Es el caso de este modelo camisero de manga arremangada, confeccionado en lino de tonalidad blanco roto, con el que la socióloga posa sonriente junto a su marido.

Además, no solamente utiliza esta prenda en su día a día, sino que los diseños midi son uno de sus grandes aliados durante los mítines o las visitas a la televisión. El vestido rojo de la fotografía, destacado por sus mangas abullonadas y sus bolsillos laterales, es uno de los más recurrentes por parte de la historiadora.

Minimalista, colorido y efectista podrían ser los adjetivos más adecuados para definir el armario ‘efortless chic’ de la nueva primera dama brasileña, que, sin lugar a dudas, regalará numerosos momentazos ‘fashion’ durante su estancia en el cargo.

Han pasado poco más de 48 horas desde que Brasil eligiese a su nuevo presidente. Jair Bolsonaro era destronado del poder por tan solo dos puntos de diferencia a manos del mítico político Luiz Inácio Lula da Silva, convirtiéndose en el primero en ganar tres veces unas elecciones. El sindicalista ha regresado para hacer historia, esta vez, en parte, gracias a la mujer que le ha acompañado en el camino. La socióloga e historiadora de 56 años Janja da Silva busca cambiar la concepción del término ‘primera dama’ mediante una participación activa, que la obliga a cuidar su imagen pública al máximo.

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