"Un look infalible para tus fiestas y eventos (con prendas multiusos)", la directora de Moda dixit

Me encantaría capturar una imagen de mi agenda y publicarla, utilizo los últimos años Google Calendar y, para los que no conozcáis la aplicación, los días se plagan principalmente de cuadraditos verde salvia (el color seleccionado para reuniones de trabajo). No os lo muestro por la dichosa LOPD, seguro que hay algún nombre o alguna dirección que no debe ser mostrada. Además, en los últimos tiempos y los meses venideros me encuentro con un fenómeno habitual: cenas y comidas de trabajo. Y más ahora que se acerca la Navidad. Este primer trimestre del año se me está pasando volando y me da una pena... pero bueno, sigo con lo que os interesa.

Desde el mismo lunes, cenas y comidas se amontonan en búsqueda de los encuentros para celebrar las fiestas que se acercan. En un afán por no acumular las citas en las primeras semanas de diciembre, ahora ya en noviembre tengo la agenda plagada de kilos de felicidad que espero frenar de alguna manera.

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La cuestión, como los tiempos ya no están para tarjetas de crédito para gastos de armario, tengo que sacarles partido más que nunca a esos básicos a los que doy mil vidas con accesorios de todo tipo para ir discreta pero bien arreglada a las citas que se sucederán.

Así que os voy a hablar de mis salvavidas, esos looks (normalmente negros) que me permiten representar dignamente a Vanitatis las próximas semanas (y que ya los estoy sacando a la calle) que quizá a ti también te sirven de ayuda.

Sin mangas y a lo loco

Uno de mis imprescindibles en los últimos tiempos desde que la hombrera Balmain llegó a nuestras vidas es un chaleco que llevo a casi todos los eventos nocturnos, lo tengo desde hace unos tres años, pero estos meses ha sido mi auténtico salvavidas. Lo suelo llevar cuando no hace frío sin nada debajo -no imagines nada sexy, es cruzado y prácticamente nada escotado- y en invierno me lo pongo con un abrigo por encima. En un gesto estilístico, el abrigo lo llevo sobre los hombros tipo Sigourney Weaver en 'Armas de mujer', eso sí, no es cómodo, muy estiloso pero hay que encontrar el ritmo al andar. Este se parece bastante al mío y me parece un recurso muy efectivo para Navidades. Chaleco de punto negro con cinturón, de Adolfo Domínguez (169 euros).

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Sastrería

En mi armario no falta nunca un pantalón sastre negro, es una de esas prendas fundamentales que no pueden fallar. Elevan cualquier jersey, en general cualquier look. Yo tengo dos, uno sencillo para el día a día y uno con unos volantes debajo que era de mi madre, de una marca italiana, ideal, que me lo pongo para cuando el 'sarao' es nocturno o un poco más elevado. Uno parecido al clásico y que está bien es este de tiro alto en liso, de Byniumaal (85 euros).

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Una prenda de punto

Una de las prendas que cuido como oro en paño es un jersey dorado de una firma que se llama Scotch & Soda que me regaló mi marido hace años y que muchas veces llevo como protagonista de mis looks, debajo de americanas o del chaleco del que te he hablado antes. El dorado, en una medida justa, de noche y sin demasiado bling-bling es un neutro que te sube enteros y que con el negro se convierte en un binomio casi tan eficiente como el blanco y negro. Este tiene un tirante cruzado un poco más actual que el mío, que es de cuello redondo; es de Sfera (19,99 euros).

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Hablemos de bolsos

Para mí es uno de los complementos que más nos definen, los cuido, algunos incluso en bolsas de algodón; es importante para su permanencia en el tiempo. Si tengo algún almuerzo a mediodía, suelo llevar alguna bandolera, en ocasiones voy con dos bolsos al trabajo: el grande, en el que llevo el ordenador, lo dejo en la redacción, y con el que me voy de presentaciones suele ser de un tamaño que me permite llevar de todo un poco sin ir demasiado cargada. Suelo elegirlo en tonos neutros, tipo este verde oliva y rojo vino; es un poco acolchado, tiene un detalle de candado, la parte superior plegable y un asa larga para el hombro y con un compartimento principal. Es de V73 (101 euros).

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De noche me encantan las bandoleras pequeñas negras de todo tipo, tengo varias y no sé por qué con asa de cadena. Versiones y reversiones de un clásico que siempre funciona de noche. El colmo de mis absurdos es uno en el que solo me cabe el móvil, en modo Le Chiquito de Jacquemus (en el que solo entra una barra de labios), así que el mío al lado es un XXL. Me gusta este bolso Bailey mini texturizado de cuero con detalles de tachuelas con logo grabado, parte superior plegable con cierre magnético y correa de cuero y cadena para el hombro, de Carvela (79 euros).

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A mis pies

Seguro que vas a pensar que no se puede ser más obvia, pero para la noche no pueden faltarte unos stilettos negros, y aunque a todas nos encantan los tacones de 13 centímetros, yo elegí unos con tacón bajo que me estilizaran lo suficiente, pero que me permitieran andar por Madrid sin lamentar haber salido de casa. Además de día quedan ideales con unos jeans. Estos son perfectos por su altura: 5 centímetros. Son negros de cuero, con efecto de terciopelo, detalle de lazo y puntera en punta de la marca Age of Innocence (234 euros)

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