Kylie Jenner, musa inesperada de Thierry Mugler (con corona de diamantes incluida)

El pasado mes de enero, Thierry Mugler fallecía en París a los 73 años. El mundo de la moda perdía así a uno de sus grandes activos, un creador carismático y provocador que hizo historia con la ropa inspirada en la naturaleza y el mundo animal, pero también con su fragancia Angel, cuyo escultórico frasco sigue siendo uno de los cinco perfumes más vendidos del mundo. Es por esto que se ha querido rendir homenaje a su figura en 'Couturissime', una exposición sobre el trabajo de Mugler en la que se repasa su obra con fotografías, vídeos, bocetos y mucho material inédito sacado de su taller, de museos y de galerías; y que acaba de llegar a Nueva York tras recibir miles de visitantes en Róterdam, Múnich y París en los últimos meses. Esta retrospectiva se podrá disfrutar desde ahora hasta el próximo 7 de mayo en el Brooklyn Museum y por ese motivo se ha organizado una gran fiesta de presentación en la que la estrella de la noche ha sido Kylie Jenner.

Con una espectacular corona afilada y brillante sobre su melena recogida y enfundada en un vestido negro de silueta sirena con cuerpo tipo corsé a juego con unos guantes largos que, al igual que la falda, terminaban con una colección de plumas. Así aparecía la empresaria en la pinacoteca convertida en musa inesperada del diseñador francés. La menor del clan Jenner llegaba al evento con el actual director creativo de Mugler, Casey Cadwallader, con quien ya había posado hacía un mes en la gala organizada por 'Business of Fashion' que rendía tributo a los 500 nombres más importantes de la industria de la moda del último año, luciendo entonces un sensual mono de encaje que llevaba el sello de la casa francesa.

No terminaba ahí la exhibición de Kylie Jenner porque, tras su paso por el photocall con el que fue accesorio estrella del desfile de la otoño-invierno 1999-2000 sobre su cabeza, volvía a dejarse ver en la muestra con otro icónico diseño de Thierry Mugler como es un mono negro transparente con dibujos de telarañas que recorrían todo su cuerpo y que llevaba bajo una grandilocuente capa bicolor con la que fue fotografiada entre los maniquís expuestos en el museo.

La presencia de Kylie Jenner en la exposición ha sido, por tanto, la consolidación de una fructífera relación con el universo Mugler, quién sabe si como la que su hermana Kim tiene con Balenciaga o más recientemente con Dolce & Gabbana. Y es que, a estos dos looks con el inconfundible savoir faire de la marca, hay que sumar un tercero, el que llevó sobre la alfombra roja de la ceremonia de entrega de los premios CFDA hace apenas unos días.

Mackenzie Grandquist, estilista de la fundadora de Kylie Cosmetics, desveló haber rescatado de los archivos de Thierry Mugler el sinuoso vestido de parte superior plisada y falda de terciopelo con gran abertura lateral que contaba con escote asimétrico y una sola manga que llevó a la velada con unos zapatos de tacón negros. En concreto, la pieza forma parte de la colección de otoño de 1999 presentada por el desaparecido artista sobre la pasarela aquel año, y Jenner decidió lucirla tal cual se vio en el desfile, aunque sin el llamativo collar del que se acompañó entonces.