La Royal del momento

Cleo zu Oettingen-Spielberg

Texto: Cris Castany

Fotos: Álvaro Medina

Estilismo: Carla Aguilar

Pelo y maquillaje: Yurema Villa para Guerlain y Kérastase

Ayudante de estilismo: Inés Esnal

Ayudante de fotografía: Pedro Urech

Vídeo: Helena Sánchez

Formato: Emma Esser · Marina G. Ortega · Luis Rodríguez

“En los castillos actuales ya no hace frío”

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aronesa de nacimiento y princesa de Oettingen tras su matrimonio con el príncipe de Oettingen-Spielberg, Cleopatra tiene nombre de faraona, apellidos aristócratas y un abrazo chileno cuando te conoce que desmonta la imagen que te has dibujado en la cabeza de esta hija de barón y esposa de príncipe. Pero es que la nobleza tiene sentido cuando es de espíritu, que es el caso de esta mujer de treinta y cinco años, actriz, modelo y madre, no por ese orden. Hace justo un año que se trasladó a Madrid y, pese a que mantiene un perfil bajo y una vida familiar a la que está completamente dedicada, nos ha prestado su tiempo disfrutando de la colección crucero de Maria Grazia Chiuri para Dior, una ocasión única para que conozcamos mejor a esta rara avis de la aristocracia y la interpretación que divide su vida entre platós y castillos.

Cleopatra es una de esas aristócratas que evita el ‘namedropping’ (hablar de a quién conoce), como ella misma dice, cuando le preguntamos sobre sus amigos, pese a que rehúsa mencionarlos, sabemos a ciencia cierta que en la agenda de teléfonos está H (como ahora todos llamaremos a Harry después de ver el documental) o Beatrice Borromeo. A lo largo de esta mañana se suceden los audios en los tres idiomas y medio que habla.

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior compuesto por el sombrero Diorodeo negro; chaqueta de lana roja; falda plisada roja; camisa de seda negra; collar con forma de cuello D-Renaissance; Anillo Dior Granville y Collar Largo Dior Sevilla Star botas de cuero negras.

Hablas español con acento chileno, contestas wasaps en alemán, te hemos oído hablar inglés por teléfono y dices que ‘chapurreas’ francés… ¿De dónde viene esa mezcla?

Nací en Berna (Suiza). Al cabo de un tiempo mis padres se separaron y mi madre se fue conmigo a Chile. Allí me quedé 11 años con ella. Pero mi padre insistió en que la niña tenía que aprender alemán y quería educación europea. Yo en Chile estaba en un colegio inglés, entonces nos mudamos a Marbella. Pero a mí no me gustaba Marbella. A los 12 años era superinocente, jugaba con mis muñecas y Marbella era un colegio internacional y llegaban maquilladas, con tacones, y yo me sentía como superincómoda. Y bueno, claro, echaba mucho de menos mi vida en Chile, que al final quedaba muy lejos y me deprimí un poco.

¿Por qué no irnos un tiempo a España? Porque como él es el hijo mayor y le va a tocar toda la responsabilidad de vivir en Alemania

Entonces, mis padres dijeron: “Vale, probamos algo nuevo”, y me metieron en el Summer Camp de un internado alemán donde mi padre y mi abuelo habían asistido. Y después del Summer Camp, mi papá me dijo: “Te lo has pasado tan bien, ¿por qué no intentas quedarte aquí?”. Me asusté un poco porque no hablaba alemán y porque estaba en el medio de la nada, en el sur de Alemania, en un castillo sin mi madre, que yo estaba superacostumbrada a vivir con ella. Tengo que admitir que los primeros seis meses fueron muy duros, sobre todo porque no entendía absolutamente nada y los niños de esa edad, en ese momento, no hablaban superbién inglés. Pero tuve diez horas de alemán a la semana extra y lo aprendí en seis meses. Bueno, yo creo que cualquier niño de 12 años en esa situación sobrevive.

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior conjunto de capelina y pantalón beige, y guantes y botas, de Dior. Pendientes la firma.

Me encantó ese colegio, me lo pasé muy bien siendo hija única, con los padres separados… Teníamos un grupo de amigos, vivíamos en familia. Yo creo que fue la mejor decisión. Después, a los 16, me fui a Inglaterra tres años a terminar el colegio. Yo ahí hacía un montón de teatro, era un colegio que se especializa en teatro. Siempre tuve esa cosita de quiero ser actriz, me encantaría actuar… Allí lo confirmé, pero también tenía miedo y después de terminar el colegio estudié algo en la universidad por si acaso. Entonces llegué a París, a la Universidad Americana y estudié Relaciones Públicas. Y al terminar: Barcelona, para estudiar interpretación. Empecé en publicidad y temas de tele. Ahí tuve mis primeras experiencias frente a una cámara, rodando, y me encantó. Yo dije: “Esto me encanta”. Estuve ahí dos años, después me dieron el papel de una película en Alemania y por eso me mudé a Berlín, que para mí fue duro, porque yo era superfeliz en Barcelona. Me cambié a una ciudad en la que, además del conocido frío, lo pasaba bastante mal. Pero firmé con una agencia de interpretación buenísima, la mejor, con actorazos, y pensé que era mi oportunidad, no podía decir que no, pero no estuve contenta en la ciudad.

Y ahí ya conocí a mi marido, cambio de vida total cuando nos casamos, me fui a vivir al campo, a un castillo, y tuvimos los niños y pensé por un tiempo que tal vez podría reemplazar mi pasión por eso, ¿no? Lo que pasa es que me di cuenta de que no, que me encanta ser madre, pero que no es suficiente. Pensé que vivíamos tan aislados que me iba a ser tan difícil compaginar. Estábamos a dos horas de una ciudad en la mitad de la nada, ahí vivimos seis años. Compaginar eso con viajar, trabajar y los niños, que eran pequeñitos… Sí, pero ya cuando cumplieron dos añitos, me di cuenta de que no, que toda la vida viviendo en el campo y siendo solamente madre no iba a ser suficiente.

Desde el principio, Cleopatra narra su vida sin problemas; la palabra ‘castillo’ sale en diversas ocasiones sin miedo, mientras se sirve un café o recoge su plato del desayuno. Una mujer privilegiada que toca de pies al suelo y que su único objetivo es compatibilizar su vida personal con su pasión: la interpretación. Como buena latina lo habla todo directamente, eso sí, ni una palabra mal sonante, todo directamente, con velocidad y sin rectificar.

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior compuesto por el sombrero Diorodeo negro; camisa negra de seda; cinturón negro; falda negra decorada con flecos; zapatos de charol negro y polainas de cuero negras. Pendientes Dior Tribales, gargantilla D-Renaissance y brazaletes D-Renaissance
Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior

Comentabas que durante esos años no paraste quieta y estando tan alejada de lo tuyo...

Sí, sí, mira, durante ese tiempo ayudé mucho en temas de relaciones públicas en el castillo, trabajando con organizaciones caritativas, organizábamos eventos. Tenía una ocupación, que me ayudaba a desarrollarme personalmente, pero que no me llenaba por completo.

¿Y cómo lleva tu marido que seas actriz?

Bueno, al principio le hacía gracia. Luego ya cuando la cosa se puso seria y me tenía que besar con un chico en una película… no le gustó tanto. Pero, bueno, esto es así.

A mi marido al principio le hacía gracia que fuera actriz. Luego ya cuando me tenía que besar con un chico en una película… no le gustó tanto

¿Dónde os conocisteis?

Nos conocimos en la fiesta de treinta años de su primo. Yo estaba invitada, porque también los hermanos pequeños de ese primo me invitaron; yo tengo cinco años menos que mi marido. Le vi ahí por primera vez y fue un flechazo. Yo tenía novio, no pasó nada hasta dos años después. Me encantó físicamente y vino a hablar conmigo, era muy seguro de sí mismo, tenía mucho sentido del humor, era carismático. Para mí, lo más importante en un hombre es saber que me voy a reír con él, que tenga sentido del humor; si no, imposible. Él a veces me enviaba canciones por Facebook de los Rolling Stones, Dire Straits, pero todo muy inocente, digamos. Y ya cuando se acabó mi otra relación, como a las tres semanas, le escribí un mensaje porque en su Facebook ponía que él vivía en Berlín. Entonces yo le dije: “Me estoy mudando a Berlín por si quieres tomar algo”. Y él me respondió: “Ya no vivo en Berlín, pero sí quiero tomar algo”. Y ya empezó todo.

El inicio de la historia de amor de un ‘príncipe heredero’, un título nobiliario alemán, con una chica muy parecida a Romy Schneider es de película total. Todos y cada uno de los detalles nos los cuenta con una ilusión que permanece aún y cuando la pareja ya ha tenido hijos. Transmite solidez, aun cuando ella viene de un hogar roto y muy curioso.

¿De dónde viene el nombre de Cleopatra?

¿Sabes lo que es divertido? Yo creo que hubo un momento en el que a mi padre le dio vergüenza poner un nombre tan potente. Entonces, cuando yo iba al colegio en Chile, entré llamándome Olivia, mi segundo nombre. Bueno, tengo siete nombres y entré llamándome así para pasar desapercibida; podía elegir entre siete.

¿Siete nombres?

¡Ay no! ¿De verdad lo quieres saber? Cleopatra, Olivia, Elena, Natasha, Beatrice, Friederike, Louisa. Porque mi papá dice que hay que tener un nombre ruso, no sé por qué. Beatriz Frédérique, un nombre superalemán que fue el nombre de mi tía, la hermana mayor de mi papá que se murió cuando tenía 13 años, la pobre. Y Luisa, porque mi papá se llama Luis. Olivia sí, es un nombre que en Chile se entiende, nadie se va a reír de mí y no voy a entrar como con tanto show. Mis amigos me llamaban Olivia, hasta que entré en la universidad en París y ahí dije: “Pero ¿por qué? Si el otro nombre me encanta”. Yo quiero ser Cleopatra. Mi papá también tiene muchos nombres y mi marido también tiene siete nombres y a los hijos les hemos puesto siete. No sé, es como una cosa aristocrática.

¿Y cómo es que eligieron Cleopatra?

Cuando se conocieron mis padres, mi madre estaba casada con Claudio Naranjo. Un psiquiatra súper, superfamoso, bastante mayor que ella. Mi padre la conoció a ella porque fue a un seminario de este especialista en Suiza, del gurú, como le llamaba mi papá, y ahí la vio y se enamoró de ella perdidamente. Entonces la persiguió un año con cartas, con todo, hasta que mi mamá se enamoró y dejó a su marido por él. Y en el primer viaje que hicieron juntos fue a Egipto, y se enamoraron del país, tanto que dijeron: “Si algún día tenemos una hija, le vamos a poner Cleopatra”.

He tenido mucha suerte porque mi familia política es increíble

¿La decisión de venir a España de dónde nace?

Pese a que había trabajado en Alemania, ellos se enfocan mucho en temas criminales o de hospital. A mí esos temas me gustan, pero me aburro un poco. Lo que se produce en España y en Alemania no se puede comparar ya tanto en el ámbito de series como en el cine. Es incomparable. Y ha coincidido con que mi marido se enamoró de una finca en Guadalajara, la compró y fue él el que sugirió este cambio. Y ya llevamos un año aquí.

¿Por qué no irnos un tiempo a España? Porque como él es el hijo mayor y le va a tocar toda la responsabilidad de vivir en Alemania, de cuidar de los castillos, de ser responsable de todo, le encanta España. Aprendió español superrápido. Mis hijos no hablaban español, que a mí me daba mucha pena. Fue un ahora o nunca.

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior compuesto por el sombrero Diorodeo negro; chaleco y pantalón blanco con detalles bordados en negro; camisa negra de seda y zapatos de charol negros.

¿Es un heredero de los de siempre? ¿De los que heredan el título y la responsabilidad?

Sí, mis suegros todavía están jóvenes, tienen la energía, pero en algún momento, claro, los llamará y dirán: “Vale, ya os toca”, y en ese momento tendremos que volver. Pero mientras tanto está muy feliz aquí en el campo.

En una entrevista que vi decías que hay momentos de princesa Disney total, con invitados maravillosos, pero la mayoría del año eso conlleva un enorme trabajo y responsabilidad. El mantenimiento de los edificios suele ser agotador porque vives en sitios aislados, castillos que no están al lado de la ciudad, dependes de desplazamientos. ¿Compensa?

Nunca me lo he planteado porque yo tuve superclaro cuando me casé que eso iba a ser mi responsabilidad y yo creo que compensa. Depende primero de con quién estés, o sea, de la compañía. Si estás ahí con tu marido, te llevas bien con él, eres feliz con tus hijos, invitas a amigos... O sea, depende de cómo lo plantees. Estamos muy aislados, pero por muy grandes que sean los edificios, los castillos y tal, está todo renovado y mantenido a la perfección. No sabría decir si compensa. Es lo que me toca y punto.

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior compuesto por el sombrero Diorodeo negro; falda con chaleco a juego de piel negros; camisa negra de seda; botas y cuello rígido de bisutería.
Collar con forma de cuello D-Renaissance, camisa de seda y sombrero Diorodeo negro.
Collar con forma de cuello D-Renaissance, camisa de seda y sombrero Diorodeo negro

¿Habías imaginado el típico palacio frío?

A ver, hay un castillo grande, el principal, el que usamos para las oficinas, para las fiestas, para las cacerías. Cuando lo estamos utilizando no hace frío, claro, pero cuando está todo semicerrado, no te quiero ni contar. Nosotros vivimos en uno más pequeño en el bosque, muy cerca, y mis suegros viven enfrente, en una casa preciosa, con un parque precioso, y obviamente ahí no hace frío.

Cuando llegaste a tu casa y les contaste a tus padres que te casabas y te ibas a vivir a un castillo...

Ah, bueno, es que mi padre tiene un castillo, más pequeño, es barón; o sea, que no les pareció nada del otro mundo.

Me encantan los diseños de Maria Grazia Chiuri para Dior son superatrevidos, innovadores con transparencias...

Así que dejaste el modelaje y la interpretación por una vida de comodidades y ahora nos encontramos otra vez delante de una cámara.

Tengo una relación especial con Dior, tengo mucho en común con la marca, me identifico mucho por la energía, por la creatividad y también la ropa, que me encanta. Los diseños de Maria Grazia son superatrevidos, innovadores con transparencias. Siempre las colecciones son completamente diferentes. No quiero compararlo con otras marcas, pero siempre te sorprende. Igual que los desfiles. Los desfiles de Dior son los más impresionantes del momento. Y lo que acaban de hacer en Cairo: increíble. Pero, sin duda, mi favorito es el desfile de Sevilla, fue el más bonito. Te juro que casi lloré de la emoción. Increíble. O sea, sí, me encantan las creaciones.

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior compuesto por el sombrero Diorodeo negro; falda negra, blusa de seda, chaleco de croché, pendientes y anillo, polainas de piel, todo de Dior.

¿Cómo definirías tu estilo?

En el día a día, ‘casual’ y me encanta ir cómoda, pero cuando tengo que salir y arreglarme también me gusta. No podría definir mi estilo, encasillarlo, porque no voy todos los días igual, pero yo diría que el 80% ‘casual’.

Seguimos hablando de moda, de su afición al cashmere, que es cierta porque a la sesión llega con un jersey azul de canalé trenzado, unos pantalones de algodón, un abrigo furry y el bolso de la nueva colección de Dior que, según confiesa ella misma, se acaba de comprar en París, pero ella deriva todos los temas a su pasión, la actuación.

¿Cuáles son los momentos profesionales que más te han llenado?

Me encanta modelar, pero lo que más me gusta son los rodajes. Sí, porque me encanta la energía, me encanta el caos. También me encanta esa presión, como los nervios, porque, claro, cuando me hago fotos no me pongo nerviosa. Las primeras veces sí, pero ya no, pero cuando vas a rodar algo y es con una persona que no conoces, es intenso y hay que tocar, hay que llorar, es siempre un poco incómodo, un poco raro, y a mí me encanta eso. O sea, me encanta pasarlo mal en ese sentido y también retarte. Y también me encanta el tener que estar presente, porque a mí me gusta mucho estar presente. Soy una persona intensa emocionalmente, le doy muchas vueltas a la cabeza y en esos momentos tengo que estar presente y no me queda otra. Entonces para mí interpretar es descansar, es casi como una meditación.

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior compuesto por el sombrero Diorodeo negro; falda negra, blusa de seda, chaleco de croché, pendientes y anillo, todo de Dior.
Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior

¿Qué sientes cuando estás delante de una cámara?

La verdad es que me siento supercómoda. Sí, yo creo que el haber estudiado interpretación ayuda mucho a la hora de hacer las fotos de modelo.

Pese a que en las imágenes transmite frialdad, es cálida, parlanchina, natural. Tiene clase, la que le permite estar adecuada en cada momento, porque baja la guardia y la recupera con solvencia. Y transmite confianza aunque hace pocas horas que la conocemos.

Llevas volando libre por el mundo desde los 12 años, o sea, has vivido en mil sitios, hablas idiomas, tienes una visión del mundo muy amplia. Y de repente te casas con un hombre rodeado de convenciones...

He tenido mucha suerte porque mi familia política es increíble. Son muy tradicionales y como uno se lo imagina, pero son personas inteligentes, me adoran y yo los adoro a ellos. Entonces todo lo que yo hago, por muy raro que les parezca o nuevo, siempre me apoyan. Me respetan. Si estuviese desnuda haciendo algo rarísimo por ahí, quizá se quejarían, pero nunca me han dicho que no, yo les explico todo y lo entienden, y me dicen vale. Pero noto que confían en mí, saben que no voy a hacer nada ridículo y tenemos una relación superbuena. Yo creo que al principio no les encantaba la idea de actriz pero se han adaptado, así que ningún problema. También con las tres hermanas que tiene mi marido nos adoramos. Una vive en Nueva York, otra en Alemania y la tercera en Inglaterra. Al final, la educación y el amor es lo importante, ¿no?

Look de la colección Crucero 23 de Dior
Look de la colección Crucero 23 de Dior compuesto por top y pantalones estampados y mocasines negros.

¿Cuáles son las piezas favoritas de tu armario?

Los sneakers, ¿cómo se dice en España? Los jerséis de cashmere. Soy un freak de las texturas, tengo muchos pijamas estampados, pero principalmente tengo ropa cómoda. Me flipa también la deportiva.

¿Qué musa de la historia te inspira?

A nivel estilo, me encanta Romy Schneider, pero no sé si es una cosa de ego, porque mucha gente me dice que me parezco mucho. Y claro, he visto todas sus películas y tal, y me encanta. He visto Sissi como mil veces y me leí su biografía, y la historia con Alain Delon.

¿Cómo es tu día a día?

Vivo en Puerta de Hierro, con tres perros, cuatro gallinas y dos hijos. Tengo que admitir que no soy demasiado urbanita, me cuesta salir un poco. Y si salgo es por algo muy específico. O a comer, o al gimnasio, o a un tratamiento de belleza. Hago una vida muy familiar.

¿Con quién te gustaría trabajar?

Con clásicos de toda la vida: Almodóvar y compañía.

¿Qué has aprendido de ser madre?

A tener mucha más paciencia de la que tenía, a sacrificarme, a dormir menos, a anteponer las necesidades de otras personas antes de las mías. Soy muy sacrificada en ese sentido. Mi marido me regaña. Por ejemplo, si los niños se levantan por la noche y se meten en mi cama, a mí me da mucha pena ser estricta, me cuesta mucho ser tan firme. Lo bueno es que mi marido lo es. Pero a él le respetan más porque él tiene sus reglas y saben que si papá dice algo, ¡ay!

¿Has utilizado la interpretación en la maternidad y en el matrimonio?

No, no, no me sirve de nada. Es que ellos ya me conocen.