Armani Privé actualiza el teatro del siglo XVI con su alta costura

El cierre del segundo día de la Semana de la Alta Costura de París lo ha echado Giorgio Armani, que nos ha llevado con sus creaciones a un universo de rombos coloridos en el que la riqueza de tejidos y aplicaciones han sido claves. Una de las invitadas más aplaudidas de la velada ha sido Michelle Yeoh, pues es una de las nominadas a mejor actriz en los Premios Oscar, en los que la película que protagoniza, ‘Todo a la vez en todas partes’, se ha hecho con once nominaciones. La intérprete (que ha compartido front row con Baz Luhrmann) se convierte así en la primera actriz asiática en lograr esta nominación, y ha encontrado en el desfile de Armani la forma perfecta de celebrar una fecha tan especial.

El diseñador ha navegado para presentar su última colección en la Commedia dell’Arte, que fue una nueva forma de hacer teatro nacida en el siglo XVI en Italia. La improvisación, las acrobacias y el humor eran sus bases, y por supuesto, el personaje del burlón arlequín se situaba en el centro de este espectáculo al que hoy rinde homenaje el genio italiano. Era imposible no ver a esta figura en cada uno de sus looks, pues los rombos característicos de sus atuendos bañaban los diseños, siempre salpicados de pinceladas brillantes negras. Las chaquetas han sido la prenda clave de la colección, con marcadas hombreras y siluetas entalladas y de largo ‘cropped’ que contrastaban con pantalones de talle alto que dibujaban un equilibrio de volúmenes contrapuestos perfecto. Por supuesto, no podían faltar los cuellos almidonados característicos de los arlequines, que se han hecho con la pasarela gracias a las modelos, que lucían geometrías brillantes y coloridas acompañadas de detalles de pedrería y lentejuelas.

Al son de 'Las cuatro estaciones' de Vivaldi, el patchwork de colores del arlequín ha convivido con los cuellos de Pierrot en un show en el que las telas satinadas han brindado la decadencia opulente del arte teatral italiano a un nuevo nivel. La seda ha sido cortada a mano en forma de rombo hasta dar forma a pantalones, y los cárdigan han presumido de brillo gracias a hilos de pedrería y las omnipresentes lentejuelas.

"No, no es una colección melancólica, sino ligera. A veces es chispeante, pero nunca se da por hecho. He empleado el filtro de color no saturado que me ayudó a contrastar tonos de rosa peonía, turquesa, verde esmeralda, azul royal, y creé composiciones sofisticadas, en línea con mi gusto tranquilo, nunca descarado”, ha explicado el diseñador. "Estos son vestidos especiales para ocasiones especiales que representan la creatividad pura. La alta costura es un sueño y debe seguir siéndolo, pues es una forma de alimentar la imaginación y el sentimiento. Con esta colección no quería hablar del lado más evidente del carnaval y la fiesta, sino captar su vertiente más onírica, transmisora ​​de emociones. Todo parece medido y tranquilo, exactamente armaniano, y es la luz lo que encanta a la vista", concluye.