"Si no te rindes ante las tendencias, estas serán tus prendas fetiche", la directora de Moda dixit

Como ya sabes, estoy todo el día pendiente de las tendencias y un tanto por ciento muy elevado de ocasiones mataría por una de las prendas que se llevan ahora, pocas veces me rindo; o mejor dicho, mi economía me lo impide. El otro día hice orden de armario, sí, lo sé, es el cuarto o quinto que llevo esta temporada, e hice algo que no había hecho nunca y me sentí supereficiente, no os riais de mí: vendí por primera vez prendas en Vinted. Publiqué dos, vendí una falda de cuero de Sézane minutos después, así que descubrí que la había puesto muy barata. Y colgué unos pantalones de Ba&sh con los que me intentaron estafar... pero, bueno, lo denuncié y eso ha quedado en una anécdota. Otro de los grandes cambios que hice fue colocar lámparas que funcionan con sensor de movimiento, se recargan y así cada vez que abro el armario tengo luz dentro. Siento como si tuviera un vestidor de lujo.

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Ya te he contado que me gusta concentrarme en crear un guardarropa en el que pueda confiar durante muchos años. Con eso surge un gran interés en los elementos básicos clave que sé que usaré una y otra vez en atuendos cotidianos y para ocasiones formales. En esencia, las piezas son todas clásicas, cómodas y relativamente simples, y tienen un toque discreto pero diferencial. Una de las cosas que más aprecio de mi armario es que las prendas funcionan en su mayoría entre ellas para generar una especie de armario cápsula, donde cada artículo se puede mezclar y combinar fácilmente. También me ha dado la oportunidad de darme cuenta de cosas que debo renovar porque ya las tengo en mal estado. Una pena que mi cumpleaños sea en octubre. Pienso en camisetas blancas básicas, unas bailarinas negras... y ahora que aún hay rebajas voy a aprovechar para sustituir esas piezas que amortizo cada temporada a lo loco. Aquí tienes algunas:

Unas bailarinas negras. Las mías están dando sus últimos coletazos, me las compré en las Galeries Lafayette, unas de ante con detalles de plumeti que así explicadas no te las imaginarás, pero que me recomendó comprar una jefa con la que estábamos de viaje y fue un gran acierto. Seis años después ya están un poco ajadas, una pena... Estas son de Pretty Ballerinas (129 euros).

Cómodas y van con todo

Un vestido negro actual. Tengo alguno pero el corte ha quedado un poco pasado, lo voy a mantener porque vestidos nunca sobran y además tiene un corte clásico que sé que volverá. Pero me gustaría más actualizado. Este es de Cortefiel (99 euros).

Un clásico

Pantalones de cuero negros. Directamente: los míos han muerto y son un must sin el que no quiero vivir. Su funeral será la semana que viene para las que los conocisteis. Y aunque tengo claro que me los voy a hacer a medida en una tienda que me ha recomendado una amiga (en el extranjero), he buscado patrones de pantalones para imitarlos y he encontrado estos que me han gustado. De Max Mara (115 euros).

De piel sintética

Camisetas blancas. Mi marido nunca se ha fijado demasiado en lo que me pongo, solo me da un toque cuando no le gusta o cuando alguna prenda tiene un agujero. Es el caso de mis camisetas blancas favoritas. Pueden sumar más de veinte años y tienen algún pequeño agujero y de lavarlas ya se han quedado tan finas que me las pongo solo debajo de jerséis. Me da una pena... Las compré con mi madre en una tienda de Barcelona que ya no existe, era una marca catalana de punto buenísima, a los años me remito. Pero, bueno, hay que pasar página, no protagonizarán mis looks, pero con sus agujeros se quedan en mi armario, no abandonan la casa. Así que ahora me rendiré antes estas, para debajo de americana en primavera. Esta es de Scotch & Soda.

Tipo top tank

También alguna de manga corta lisa de esas que te salvan la vida y que, aunque parezcan básicas cuando las llevas con jeans, se nota la diferencia. Como con esta de Zadig & Voltaire.

100% algodón

Abrigo camel. Otro que tras el uso continuado ha dicho que ya no puede seguir acompañándome, mira que es difícil, pero es que varias décadas a mi lado de redacción en redacción y de evento en evento pasan factura. Así que os presento a su nuevo heredero de Topshop.

Un parasiempre