Una Sissi del siglo XXI, así es la propuesta del otoño de Carolina Herrera

Wes Gordon ha vuelto a hacerlo. Desde que tomó los mandos de la casa, Carolina Herrera hace unos años se ha confirmado como el mejor heredero. Ha reinterpretado las claves de la venezolana con una maestría inusitada y le ha dado un aire nuevo a la colección de accesorios reposicionando el logo hasta elevarlo. Su forma exagerada y divertida de ver la marca la ha mantenido viva hasta nuestros días y hoy lo hemos comprobado de nuevo en su presentación de la temporada de otoño-invierno 2023 en Nueva York.

Los elementos característicos como las largas faldas con vuelo, los vestidos de noche o las conocidas camisas blancas han estado presentes, pero de una forma diferente. El creador, en vez de ceñirse a los clásicos de una forma cerebral y retrospectiva, ha dado un giro de 180 grados y les ha dicho a sus clientas: "Es hora de darles un plus a los clásicos". Los primeros looks han sido una clara declaración de intenciones, vestidos en rayas blancas y negras con un volumen controlado daban el pistoletazo de salida junto a un conjunto de camisa de seda blanca, pantalón negro y corbata. Feminidad al poder.

Después le han seguido unos vestidos que piden ser los protagonistas de todas las fiestas, cortes clásicos con pedrería que no distorsionaba la pieza, demostrando que las joyas no tienen por qué ir siempre al cuello. Cortes de vestidos babydoll con otros ceñidos al cuerpo a rayas, el vestido ha sido sin duda la pieza estrella de la decenas de estilismos presentados. Por supuesto, no podían faltas las flores, que han bañado sus diseños combinando pequeñas con XXL.

El amarillo aportaba alegría a este festivo invierno en el que la exageración ha venido de la mano de un vestido con falda de tul. También hemos visto volúmenes en mucha manga globo. "Se explora el concepto de opulencia extrema y lo que significa hoy en día, y no solo en su manifestación visual. Hay opulencia en el tiempo y consideración dedicados a la creación de una pieza, sin comprometer la opulencia con lo mejor de la construcción y la artesanía del atelier de Carolina Herrera. Opulencia en cómo se siente una mujer al ponerse el vestido, la falda voluminosa sostenida por debajo por capas de tul ligero como una pluma, o un traje de sastrería cortada al milímetro", dicen desde la firma.

"La rigidez de la corte de los Habsburgo, en contraste con la libertad y el romanticismo que Sissi se esforzó por dar al sentido de disciplina mezclado con la exuberancia y la grandeza, se aprecian a través de toda la colección. Vestidos con escotes retrato y románticos pliegues en espiral ponen a la mujer Carolina Herrera en el foco y centro de atención. La paleta de vivos tonos joya se basa en suntuosas texturas de terciopelo y tafetán en negro, bañadas con oro bordado. Las rayas geométricas cobran protagonismo en una miríada de meticulosas construcciones, prendas de punto y drapeados. Las piezas de día, como la mítica camisa blanca de algodón de Carolina Herrera o el vestido blanco de tweed con lentejuelas, empoderan a la mujer con una innegable fuerza y presencia", añaden.

Mangas globo que contrastaban con mangas a la sisa y los sencillos cuellos redondos de muchas prendas que hemos visto ciñéndose a los cuerpos de las modelos. También estampados adamascados que parecían sacados de la corte de una Sissi moderna han copado el desfile: "Se inspira en la dicotomía entre la disciplina y la grandeza de Sissi, la emperatriz Isabel de Austria. Una figura deslumbrante con entidad propia que no temía romper las reglas y destacar, Sissi es el punto de partida de esta temporada, que anuncia la adopción sin complejos de la belleza y el dramatismo", cuentan desde la marca.

Si ha habido dos momentos para el recuerdo han sido con un plumas dorado sobre vestido con cola en el mismo tono.

Y un vestido exageradísimo, de rayas blancas y negras, pero que pasará a la posteridad y que estamos seguras de que veremos en muchas alfombras rojas.

Este año pasado, Wes asistió a una fiesta en España, quedó francamente impresionado de nuestro país y creemos que le ha hecho un homenaje con la última salida. Un traje de corto compuesto por torera y pantalón bordados que seguro se convertirán en un must.

No ha fallado a la presentación la gran Carolina Herrera, fundadora de la firma.

Gordon estudió en Central Saint Martins, una escuela a la que se sintió atraído por su legado de producción de diseñadores notables como Alexander McQueen, John Galliano y Stella McCartney. Se graduó en 2009 y, después de haber hecho una pasantía en Oscar de la Renta y Tom Ford, se mudó a Nueva York y creó su sello homónimo ese mismo año. La etiqueta pronto se vendió en Harrods, Saks Fifth Avenue y Bergdorf Goodman, entre sus distribuidores. En 2014, sus diseños habían sido usados por Katy Perry, Gwyneth Paltrow y luego por la primera dama Michelle Obama.

En 2017, Gordon cerró su propia línea para reforzar el departamento creativo con la también diseñadora con sede en Nueva York Carolina Herrera. Luego se convirtió en director creativo después de que Herrera se retirara de la primera línea para convertirse en embajadora internacional de la marca. Su última colección final se presentó en la Semana de la Moda de Nueva York otoño-invierno 2018. En una entrevista con un medio especializado, poco antes de su colección debut, el diseñador dijo: "Aquí no se trata de reinventar la rueda o de intelectualizar demasiado la moda; se trata simplemente de aceptar el hecho de que podemos ser una marca a la que vienes y ves algo que es realmente hermoso'.