Así será el (silencioso) regreso de Balenciaga tras la controversia

Nos encontramos en un momento en el que la cultura de la cancelación es capaz de hacer desde que la presentadora más querida del mundo se transforme en cuestión de horas en la más odiada (sí, hablamos de Ellen Degeneres) hasta que la firma favorita de todos sea ninguneada y olvidada. Ese es el caso de Balenciaga, cuyo director, Demna Gvasalia, se vio obligado a publicar un comunicado en el que se disculpó de forma pública a causa del contenido de la última campaña publicitaria de la marca. "Quiero disculparme personalmente por haberme equivocado en la elección del concepto artístico de la campaña de regalos en la que aparecían niños y asumo mi responsabilidad. Fue inapropiado que hubiese niños promocionando objetos que no tenían nada que ver con ellos. Por mucho que a veces quiera hacer reflexionar con mi trabajo, NUNCA se me ocurriría hacerlo con un tema tan horrible como la pederastia, que por supuesto condeno", dijo a comienzos del pasado mes de diciembre.

Desde entonces, el silencio ha reinado en la marca, que, como hemos comentado, incluso no forma parte del listado de las firmas más deseadas que Lyst elabora cada temporada y que desde su existencia jamás había prescindido de Balenciaga en el aclamado ranking. El siguiente desfile de la marca tendrá lugar en el mes de marzo, en París, y será un evento pretendidamente sencillo que pondrá el foco en las prendas y que regresará al legado de la firma. Conocida por apostar por diseños 'memecéntricos' desde la llegada de Demna a sus filas, Balenciaga se caracterizaba por creaciones destinadas tanto a la viralidad como a la controversia, por lo que este cambio será vital para transformar las cosas en la casa de moda. Como ha reconocido en una entrevista, su intención es ahora volver a las raíces de la casa, pero también a las suyas y huir de propuestas mediáticas que buscan los titulares. “Creo que mi valía como creador es diseñar un producto, y no ser un showman. El aspecto provocador de mi trabajo siempre se ha malinterpretado o no se ha comprendido del todo, y ya no tengo ganas de aplicar esa dinámica a mis diseños”, ha asegurado el diseñador.

Al igual que ocurrió con el primer desfile de Gucci tras la partida de Alessandro Michele, la marca quiere apostar por un silencio buscado y centrarse en la calidad del diseño, pero lo que todavía está por ver es si la industria de la moda perdona al diseñador y si los compradores están dispuestos a darle la espalda a la marca. Lo decimos especialmente porque, tras años buscando la viralidad y apostando por los logos, este regreso a los orígenes y esta intención de no llamar la atención resulta delicada.

A la espera del desfile, Balenciaga y la Fundación Kering han anunciado una colaboración conjunta con la National Children's Alliance en su Instituto de Salud Mental durante los próximos tres años para luchar de este modo por lograr que los niños con traumas puedan superarlos y que esta institución imparta formación en Balenciaga sobre protección a la infancia.