Fernando y Beatriz Claro: "Su Majestad, estaremos felices de vestirla para su próximo evento. Me haría feliz"

"Como diseñador me define la libertad", nos cuenta Fernando en el ratito que le robamos antes del desfile en su taller sevillano. Él y su hija Beatriz, su mano derecha en la firma que llevan más de cuarenta años construyendo, se enfrentarán en unos días al público madrileño en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. El lugar en el que se cuecen las tendencias de la moda española cada seis meses, en la que ellos presentarán su nueva colección 'DARE AW23/24'. Según nos cuenta Beatriz, veremos el mix perfecto entre alta costura y prêt-à-porter: "Texturas exquisitas, degradados de color, siluetas muy femeninas, que realzan el cuerpo de la mujer. Pero veremos también piezas sin género y sastres de caballero que no dejarán indiferente".

Él, fiel a su estética, reconoce que "creo lo que me gusta sin pensar si es tendencia o no. No me encantan las piezas demasiado sencillas… Me gusta el juego de lo excéntrico y lo divertido, pero hecho con todo el rigor y la mejor técnica que exista". En contraposición a su hija Beatriz: "Me gusta mucho más lo minimal. Mi universo creativo es menos barroco. Adoro los bloques de color, el orden en la estética y lo simétrico". Juntos están componiendo los nuevos tiempos de esta firma que, enriquecida por sus perspectivas tan diferenciadas, está llegando a los armarios de muchas españolas.

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¿Cómo consideráis que os habéis conseguido hacer un hueco en un mercado tan difícil como el de la moda?

Fernando: No somos una marca clásica en nuestros diseños.

Beatriz: Además de la línea couture a medida que atendemos en nuestro atelier de Sevilla y Madrid, hemos empezado a implantar en nuestra web un sistema virtual para poder atender citas de diseño no presencial, así como un software para poder tomar las medidas y que tu experiencia sea casi como la de venir al atelier. Por otro lado, desde hace 3 años lanzamos nuestra línea prêt-à-porter (NewCLARO) que se vende de forma exclusiva online en nuestra web y ahora comenzamos con su internacionalización.

Vuestra primera colección ya cumple cuarenta años... ¿Qué habéis aprendido de la moda en este tiempo?

Fernando: Que por muy seguro que pueda parecer algo, nada es para siempre, todo cambia y el que no sepa adaptarse es que no es lo suficientemente inteligente.

Andalucía, en especial Sevilla, está repuntando en la aparición de nuevas marcas prêt-à-porter, ¿qué os parece este fenómeno?

Beatriz: A mí todo lo que genere empresa y riqueza me parece un éxito, sea del sector que sea. Andalucía es una comunidad riquísima pero tradicionalmente agrícola, por lo que ha costado avanzar en otros sectores.

¿Cómo es diseñar a dúo? ¿Tenéis repartidas las funciones?

Fernando: Me resulta muy cómodo, decidimos todo entre los dos, lo que me da tranquilidad. Además, tenemos un equipo de diseño de apoyo que ejecuta rápido y digitalmente todo lo que planteamos. Me gusta esta nueva generación.

Beatriz: Es una suerte. Tener la tranquilidad de que él con su extensa experiencia está codo a codo conmigo y que deja que experimentemos. Es un gusto, no todo el mundo tiene esa suerte.

¿Y trabajar en familia? ¿Cómo lo lleváis?

Beatriz: ¡No sé cómo sería no trabajar en familia, no conozco otro método! Para mí es ideal, confiamos plenamente y nos respetamos en la jerarquía dentro de la empresa, pero obviamente luego en casa puedo discutirle para poder mejorar.

Fernando: Para mí, igual, no es algo negativo, al revés. Mi mujer, Charo, y dos de mis tres hijos trabajan en la empresa familiar y, aunque a veces en las cenas familiares tengo que pedir que no se hable de trabajo, todo lo demás es bueno.

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En una época tan pragmática en la que muchos en moda han dejado de soñar, ¿qué sueños tenéis vosotros para vuestra marca?

Beatriz: Hacer de CLARO una marca de referencia internacional, no solo en el prêt-à-porter, que ya lo hemos empezado, sino en la alta costura. Aún no podemos decir mucho, pues estamos en proceso, pero ¡CLARO Couture va a sonar fuerte en Europa!

¿Cómo veis la moda española actual?

Fernando: Yo la noto con buen pulso, hay muchas marcas nuevas que están haciendo cosas muy interesantes, y esto es buenísimo. Lo que me gustaría es que se exigiera verdadera producción nacional a todas las marcas que se suben a la pasarela.

A pocos días del desfile, ¿seguís sintiendo nervios?

Beatriz: Sí, bueno, yo suelo estar confiada en que está todo bien, que es lo que queríamos hacer y está hecho con la máxima calidad, pero sí que el momento del 'pre' me pone nerviosa.

Fernando: Yo estoy muy tranquilo. Me pone más nervioso cuando estamos empezando la colección y aún no veo el final o el concepto terminado. Por suerte, tenemos muchas clientas y me estresa cuando empezamos a producir el desfile y lo tengo que entremeter con el trabajo de ellas. Pero como siempre, gracias al maravilloso equipo humano que tenemos, todo sale y sale bien.

Sois de los pocos diseñadores españoles que no han vestido a la Reina… ¿Queréis mandarle un mensaje desde aquí?

Fernando: Será que está dejando lo mejor para el final. Sí, quiero mandar un mensaje: "Su Majestad, estaremos felices de vestirla para su próximo evento. Me haría inmensamente feliz".

Beatriz: Absolutamente, yo quiero vestirla. Todos sus looks dan la vuelta al mundo, es la mejor embajadora.

¿Qué es para vosotros una mujer elegante?

Beatriz: La mujer que se viste sin forzar, que pone el punto justo donde se siente cómoda. Creo que es más una actitud que una forma de vestir.

La mujer sevillana se viste, ¿notáis diferencias en las distintas provincias en las que vendéis?

Fernando: No, yo no noto ninguna diferencia. Mis clientas vienen de toda España y también muchas de Oriente Medio, americanas, etc. Vienen porque les gusta lo que hacemos, no porque sean de un sitio o de otro. La mujer CLARO es una mujer a la que le gusta explotar su feminidad, es una mujer fuerte y vive en el mundo entero.

¿Cómo se adapta el trabajo de un sastre como el vuestro con la explosión online?

Beatriz: Pues de una forma muy orgánica, cuando empezamos con la colección prêt-à-porter teníamos el mismo equipo de sastras de la alta costura. Poco a poco, el volumen de ventas creció y tuvimos que hacer dos equipos, uno más detallista y especializado en la costura a medida y otro mucho más industrial.

¿En qué has cambiado tú en tu forma de trabajar o crear?

Fernando: No siento que haya cambiado, seguramente me he ido adaptando a las necesidades del mercado, pero no ha habido un cambio drástico. Como decimos al principio, si me tengo que definir como diseñador, me defino por mi libertad.

¿Cuántos sois en el equipo?

Beatriz: De forma fija, 16. En los meses más fuertes podemos llegar a ser 22 en taller, y ahora en los días de presentaciones (MBFWM) podemos ser 35.

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Pese a que hay muchos primeros espadas hombres, el sector de la moda, las costureras, sigue siendo un ámbito femenino. ¿Lo veis así? ¿Percibís algún cambio?

Fernando: Sí, es así. En mi equipo, el 85% son mujeres.

¿Creéis que las influencers os han ayudado a poner en el mercado vuestro trabajo?

Beatriz: Sí, desde luego, muchas clientas nos conocen gracias a ellas. Ha sido un gran escaparate.

¿Qué tanto por ciento de vuestros clientes son novias?

Beatriz: El 62,5% son novias; el resto, invitadas.

Si tuvierais que mencionar de toda vuestra trayectoria un diseño especial, ¿cuál sería?

Fernando: No podría elegir uno, lo siento. Ha habido muchos en todos estos años… Sí te puedo decir que el más viral ha sido uno de flecos rosas, de alta costura, que gracias a la influencer Marta Sierra se viralizó y las ventas se dispararon, aun siendo un vestido de precio elevado.

La moda es inestable, fluctúan los cambios, los nombres, se suceden los sacrificios… ¿Cómo se sobrevive a esta vorágine?

Beatriz: Siendo muy profesional, siendo exigente con tu producto, poniendo a tus clientas en el centro de tus prioridades como empresa y sabiendo escuchar por dónde se mueve la sociedad para ir adaptándonos a lo que venga.