Teresa Helbig homenajea a Ana Bolena, una revolucionaria de nuestro tiempo

"Querida Ana Bolena,

Cómo me hubiese gustado conocerte. Te escribo esta carta para contarte solo algunas de las muchas razones por las que te admiro tantísimo desde el primer día que supe de tu historia…”. Así empieza la carta de amor que Teresa Helbig le ha escrito esta tarde de viernes a una de las mujeres más relevantes de la historia británica, y también de la mundial. Esta carta no solo consta de palabras como hemos podido ver en la nota de prensa que nos han pasado a los medios. Se ha plasmado en varios decenas de looks que con el inconfundible sello de la catalana han levantado al público de sus asientos.

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Un canto al feminismo y a la feminidad, a las mujeres rebeldes que le han atraído a Teresa desde sus inicios. Esas para las que ha creado un emblema en forma de choker con una B mayúscula. En ese saco entran Bolena, Blondie, Birkin, Bowie, los nombres que le han inspirado hasta el momento.

En el backstage nos contaba las claves de la elección de este personaje: “Porque en una sociedad patriarcal horrorosa, en aquella época donde la mujer era tan maltratada, ella fue un personaje muy maltratado. Queríamos contarle que nosotros la vemos como una mujer astuta, inteligente. Le gustaba la moda, se metió en política... Fue una crack. Cambió la religión de un país”, nos cuenta Helbig con esa enérgica calma que transmite tras décadas de trabajo, éxitos y costura. Al lado, su madre, la 'petit main' de esta marca la observa, con sus ojos con 84 años de vida y una actitud de muchos menos, aun al pie del cañón junto a su hija.

“Empezamos pensando en el año 1500, Los Tudor, en época medieval… pero es que al final quien destacaba y brillaba era ella. Total, que la colección es para ella y veréis todo tipo de tejidos, nuestras técnicas…”, explica mientras se mueve entre los looks. “Te destacaría la medusa-así llama a un vestido de corte decimonónico con falda mini- es muy histórico, siempre la llamamos esta falda medusa de piqué. Con escotes cuadrados con bordados, todos en seda”.

Vemos muchas ‘faldas curradas’, como las llama ella, de tablas con pelas bordadas, láser sobre nylon, tiras cosidas, elementos propios de ese universo de la creadora tan reconocible. Hacerse sobre nailon, los tiros muy, muy altos. “El símbolo de la colección reside en la unión de opuestos, tonos pastel, ocres, cremas y verde manzana fusionados con el negro azabache, el plata y el dorado. Veremos tejidos delicadísimos como el tul y la gasa de seda con tejidos regios e implacables como la piel o el terciopelo que cobran vida a través de técnicas que reivindican la artesanía más laboriosa como el corte a láser, los bordados tradicionales o el cuero guateado”. Nos enseña uno de sus favoritos, un minivestido con capucha de inspiración monjil, repasa las prendas plisadas, los bordados sobre tules de seda. Y se detiene en un looLos zapatos estrella son unas merceditas con cuero y lentejuelas, unas sandalias con cintas de glitter y unas bailarinas de piel diseñadas por el equipo Helbig en colaboración con Flordeasoka. “Yo ya no puedo llevar tacones demasiado altos y no concibo presentar a mis modelos con ellos”, nos cuenta subida a sus característicos botines negros con tacón ancho y notas rock.

Su carta sigue: “Tuviste la picardía, el ingenio y la astucia para hacer las cosas a tu manera y bajo tus normas en un mundo de hombres. Tú no lo sabes, pero empezaste a construir las bases de una sororidad que a día de hoy late fuertísimo en el corazón de todas, siéntete muy orgullosa.

Diste a luz a la reina que llevó a Inglaterra a su edad dorada, una de las mujeres más importantes, independientes e inteligentes de nuestra historia.

Tuviste la valentía para dar la cara por proyectos y realidades que te emocionaban, aunque eso supusiera reto y confrontación.

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Tú, generadora de cambios, predecesora de inquietudes transversales, luchadora incansable, fuiste Helbig mucho antes que yo.

Y, como la vida rima, nuestros caminos se encuentran y se hacen realidad en forma de vestidos de gasa, bordados preciosistas y tejidos historicistas para seguir reivindicando el carácter, la autenticidad y la temporalidad de las miradas únicas y las voces que dejan huella. Ya lo dijo Cromwell: inteligencia, espíritu y coraje. Esta colección es para ti, "Petite Boleyn".