Eva Longoria no tiene rival a la hora de llevar traje esta primavera

Eva Longoria está dispuesta a convertirse en la nueva reina del power dressing. Desde que hace diez años conociera a Charlene Roxborough Konsker, la actriz y ahora directora –la revista 'Variety' la incluyó en su lista de los 10 cineastas a los que seguir la pista a lo largo del 2023– fue mudando su armario hacia uno mucho más sofisticado y elegante en el que nada queda al azar. Cada uno de sus looks está perfectamente estudiado para sacar partido a su metro cincuenta y dos centímetros de estatura, y por eso no tiene miedo a repetir una y otra vez las fórmulas que mejor le funcionan, siempre, eso sí, tratando de darles una vuelta de tuerca que le evite caer en el aburrimiento. Y si hay un recurso al que parece haberle cogido gusto la intérprete es al del traje.

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Paula Mata

No hay que tirar demasiado de hemeroteca para comprobar que, en apenas unos meses, Eva Longoria ha lucido una docena de veces piezas de sastrería, a cual más atractiva. La mayoría de ellas se las hemos visto lucir concentradas en la última semana y de estilos muy diferentes.

La primera de ellas fue en París, donde fue fotografiada a la salida de su hotel con un conjunto de Giuseppe Di Morabito formado por pantalón amplio con el bajo doblado, blazer de hombros pronunciados ajustado con cinturón de cadena y un sencillo top, todo en un favorecedor tono camel. Una selección de collares de diferentes alturas para potenciar el escote y unos zapatos de tacón con punta afilada en la misma tonalidad fueron los complementos.

Una de las características más destacadas del vestuario de Eva Longoria es su uso del monocolor, uno de los trucos más habituales entre quienes buscan un efecto alargador. Ese y el de los pantalones anchos de tiro alto, los favoritos de la artista de ascendencia mexicana por su capacidad estilizadora. Por eso, apenas unas horas después de aterrizar en la capital francesa se dejaba ver con otro ‘total look’, en este caso negro y que sustituía la blazer por un jersey corto y un abrigo largo que lograba el mismo empaque.

Su última cita en la Semana de la Moda de París consistió en asistir al desfile de su amiga Victoria Beckham y, pese a que la hija de la diseñadora sí que se enfundó en un traje negro, Eva Longoria optó por solo llevar una americana de la firma de la ex Spice Girl a modo de vestido con unas medias fantasía debajo, sumándose así a la tendencia de dejarse los pantalones en casa como proponen sellos como Bottega Veneta o Miu Miu, entre otras.

Ya de vuelta a Estados Unidos, el recital de estilismos con traje de Eva Longoria se completaba con uno de carácter completamente distinto. En este caso, era de color verde oscuro y tanto la parte de abajo como la superior –con un solo botón y bolsillos como las de las colecciones de hombre– eran de silueta oversize, de modo que la fotografía final nada tenía que ver con las anteriores. Lo que se conoce como un power suit de manual.

El último look de Eva Longoria que merece la pena que destaquemos está formado por tres piezas clásicas porque, aunque el pasado verano lució un par de estilismos en los que la blazer y el pantalón iban acompañados de un sujetador a juego, en este último caso ha ido a lo tradicional y su apuesta ha sido por un chaleco. Todo en beis –los tonos neutros son los más recurrentes para la asesora de imagen de la actriz porque logran su objetivo de ser temporales–, de nuevo la chaqueta y el pantalón son de corte XXL, nada rígidos y con un equilibrio de proporciones que no puede sentarle mejor.