El significado del armario de Gwyneth Paltrow para ir a juicio

Desde el mediático juicio de Johnny Depp y Amber Heard no habíamos asistido a un vaivén judicial tan jugoso como el de Gwyneth Paltrow, que acabamos de descubrir que ha ganado. Declaraciones imposibles, preguntas disparatadas y la contrademanda de un dólar simbólico por parte de la actriz son algunos de los ingredientes que han hecho del juicio la comidilla de las redes sociales. Pero no hemos de olvidarnos de otro protagonista: el armario de Gwyneth.

Los looks que las celebridades llevan cuando tienen un juicio son siempre el foco de todas las miradas, pues cada accesorio y cada prenda manda un mensaje. Por eso, cuando Amber Heard se aseguró de llevar un look similar al de su expareja cada vez que él comparecía (ambos llevaron, de hecho, sendas corbatas de seda de Dior adornadas con una emblemática abeja blanca en jacquard bajo el nudo con tan sólo un día de diferencia), las redes se echaron las manos a la cabeza: ¿estaba la actriz mofándose de su ex? Cuando Martha Stewart apareció con su Hermès, muchos se disgustaron por apostar por una pieza tan exclusiva para ir a juicio, mostrando así (aseguraban) una escasa empatía.

Y qué decir del armario de Anna Delvey, que contrató a la estilista Anastacia Walker para que creara sus looks para ir a juicio, donde apostó por vestidos de Miu Miu, blusas de Saint Laurent, pantalones de Victoria Beckham… “Es imperativo que Anna se vista apropiadamente para el juicio. El estilo de Anna fue una fuerza impulsora en su negocio y en su vida, y es parte de lo que ella es. Quiero que el jurado vea ese lado de ella, por lo que contraté a una estilista para ayudar a seleccionar los atuendos apropiados para el juicio", explicó a ‘GQ’ su abogado, Todd Spodek. 
 


Como asegura la autora de ‘La psicología de la moda’, la profesora Carolyn Mair, hay pruebas de que los jueces y los jurados pueden dejarse influir por la apariencia. “El mejor atuendo para las mujeres es generalmente un traje sastre con camisa o blusa y tacones bajos. Este tipo de estilo tiene asociaciones socioculturales positivas de personas trabajadoras de clase media que siguen reglas”, explicó a ‘Evening Standard’.

Por eso sería impensable que Paltrow no esté orquestando cada uno de sus looks, que se caracterizan por ser el mejor reflejo del lujo silencioso y por encontrarse en el perfecto (y complicado) punto medio entre la ostentación y el pasotismo. “Probablemente no deberían aparecer con looks de raya diplomática con joyas doradas, porque dan la impresión de riqueza. Tenemos el estereotipo de que los ricos acaban de salir de Wall Street, lo que se asocia con las mentiras, las trampas y los robos”, aseguraba a ‘The Cut’ Jason Bloom, presidente de Bloom Strategic Consulting, Inc., una compañía que asesora a clientes sobre la selección del jurado y el comportamiento en la sala del tribunal.

Tampoco es casualidad que Paltrow haya apostado por diferentes prendas de su propia marca, G. Label By Goop, y muchos han asegurado por ello que la actriz no solo quiere mandar un mensaje de inocencia con sus looks, sino promocionar su firma. Webs como ‘Fashionista’ se han encargado de analizar cada uno de los outfits que ha llevado, sumando en cada ocasión el precio total de cada uno con absoluto mimo. “El martes, Paltrow apostó por pantalones de cuero palazzo, posiblemente de Proenza Schouler. Los llevó con botas de Celine y el que parece ser otro diseño de su marca, G. Label by Goop, una blusa rosa empolvado".

Muy comentado ha sido su cuaderno de Smythson, que cuesta 220 euros y que sin duda es el ejemplo perfecto del lujo silencioso, pues no todo el mundo conoce esta libreta ni, por descontado, su precio. ¡Si hasta su botella de agua no es otra que la de Mountain Valley, un agua de manantial estadounidense pura y premium embotellada en vidrio sin sodio que ronda los 30 euros! Como defensora del estilo de vida saludable y como ejemplo de icono de sostenibilidad, si hubiera apostado por una botella de plástico, su imagen habría resultado incoherente, por lo que Paltrow ha ido midiendo cada detalle de sus impecables looks. El armario de Gwyneth quiere hacer pensar al jurado que es inocente, pero también que le importa estar ahí, al contrario que Cardi B, que para ir a juicio llevó un inmenso abrigo de plumas negro con el que demostraba que no se tomaba el juicio nada en serio…

De hecho, tras ser condenada, ha ido subiendo a sus redes cada uno de sus looks, en los que no faltan bolsos de Chanel, botas de Margíela y unas interminables uñas que demuestran que se está tomando su condena a broma. Las celebs se aseguran de que su armario juegue a su favor en el juzgado y apuestan por estilistas que coordinan cada detalle, como aseguró a ‘The Cut’ la abogada Shawn Holley, que ha representado a nombres como Justin Bieber y Kendall Jenner.

“Depende de quiénes son, pero muchas veces las celebridades tienen equipos que se encargan de su imagen y quieren asegurarse de que la celebridad siga teniendo una reputación más allá del caso. A menudo tienen opiniones firmes sobre cómo debe presentarse el cliente ante el tribunal, por lo que ponemos en marcha una discusión grupal sobre cuál debería ser la forma en la que el acusado se presenta”, explicaba.

La moda siempre habla y ante la ley se convierte en un poderoso arma que puede dictaminar el destino de quien es juzgado. El que las celebridades contraten a estilistas para crear sus looks es, por ello, un ejemplo más de cómo el privilegio ayuda también en el ámbito judicial. La inocencia no puede comprarse, pero una apariencia inocente, sí.