Del abrigo con mensaje de Villacís a la camiseta de Yolanda Díaz: la moda eslogan

Desde hace años, la moda ha dejado atrás su aparente desinterés político para apostar por creaciones con las que los diseñadores se posicionan políticamente. Ahora que la política ha salido del armario, cada vez son más las mujeres que han querido que sus armarios sirvan también para mandar mensajes de forma directa y explícita. Ya no basta con lucir diseños de marcas con una filosofía concreta, sino que se apuesta por diseños con mensajes impresos.

Fue Alexandria Ocasio Cortez quien revolucionó el mundo de la política al acudir a la Met Gala con un vestido blanco que rezaba ‘Tax the rich’. Muchos encontraron poco adecuado que luciera semejante mensaje, precisamente en una gala repleta de afamados y adinerados personajes. Mónica García también ha lucido una camiseta con el lema 'Gravar a los ricos', quedando claro que las prendas con mensaje no paran de coger fuerza. De hecho, la última en sumarse a esta corriente ha sido Begoña Villacís, que ha lucido un abrigo blanco con el mensaje 'Esta villa no se rinde ni se entrega' en la espalda, convirtiéndose inmediatamente en la protagonista del acto central del Día de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso.

"Creo que se cree Ivana Trump. No puede hacer esas cosas, porque no estamos en Estados Unidos y esto, en España, es un poco ridículo. Sería mejor si hiciera un post de Instagram, por ejemplo. Además, teniendo en cuenta que combinó el abrigo con un vestido midi de Zara, no creo que sea coherente llevar prendas activistas y luego comprar en tiendas donde el tipo de producción es dudosa”, dice Marta Pontnou, asesora de imagen. Por su parte, Patrycia Centeno, autora de ‘Poderío’, ha expresado en sus redes sociales su desacuerdo con el look. “En vez de políticos quieren ser famosos del cotilleo y acaban confundiendo el 2 de mayo con la gala MET”, escribe. Cuando Macarena Olona, abogada y exdiputada de Vox, apostó por una chaqueta con el controvertido mensaje 'La violencia no tiene género', las redes sociales se echaron las manos a la cabeza.

El autor de esta blazer no es otro que su estilista, Ángel Redouan, que añadió al diseño frases como 'El hombre no viola, viola un violador' o 'El hombre no maltrata, maltrata un maltratador'. No era la primera vez que apostaba por prendas con mensaje, pues en otra ocasión se atrevió con una camiseta que decía 'Soy española y lo digo'. “Quiero diferenciar entre un mensaje activista y un mensaje político. Estoy en contra de que las políticas y políticos lleven mensajes activistas, porque el activismo es precisamente para que el pueblo busque la forma de dar respuesta allá donde la política no llega. Si un político en activo lleva una camiseta con un mensaje, ¿quién me tiene entonces que solucionar el problema? ¿A qué más altas instancias tengo que llamar yo como ciudadana? Sin embargo, no me parece mal si quieren llevar un mensaje político para apoyar a su candidatura”, señala Pontnou.

“Normalmente los mensajes escritos sirven cuando no puedes comunicar suficientemente con la palabra o con otra forma de comunicación no verbal. Si necesitas el mensaje, es que no eres lo suficientemente importante para que se te escuche. Refuerza el mensaje pero indica eso, que no es tan importante como para que su palabra se valore”, dice. Yolanda Díaz lució una camiseta con la que apoyar a las trabajadoras de la industria del calzado. “Estas trabajadoras, que han sostenido con su esfuerzo la economía en esta zona, sólo han conocido jornadas laborales extenuantes, trabajo sumergido, no reconocido y mal pagado”, escribía tras su visita en su perfil de Twitter. Fue durante los 60 y los 70 cuando la moda comenzó a volverse política gracias a las tácticas de impresión, que facilitaron a la gente poder ponerse camisetas personalizadas con mensajes que ayudaran a subrayar las protestas contra la Guerra de Vietnam.

Siempre se menciona a Katharine Hamnett como la primera en crear una camiseta realmente política, pues la diseñadora se atrevió a quedar con Margaret Thatcher en 1984 con un mensaje antinuclear. “La democracia se nos estaba escapando y teníamos la impresión de carecer de voz. Las camisetas con eslogan te la daban. No puedes no leer sus mensajes y cuando los lees se te quedan en el cerebro”, explicó a ‘Newsbeat’. “Los eslóganes funcionan en muchos niveles diferentes; son casi subliminales. También son una forma en que las personas se alinean con una causa. Son tribales. Usar uno es como marcarte a ti mismo”, comentó en otra ocasión.

Por supuesto, la camiseta feminista de Dior fue muy criticada por su altísimo precio, una paradoja clásica de la moda, pues precisamente las camisetas no son prendas caras de hacer. No hace falta que el mensaje sea escrito para incomodar a algunos, como pudo comprobar Mónica Oltra al lucir una camiseta blanca con dos pechos dibujados. Se trata de un diseño de Teta & Teta para desexualizar los pechos y cuyos beneficios se reinvierten en iniciativas sociales.

Cuando un diputado del PP le mostró su desagrado con su diseño, no dudó su respuesta. "Si le molesta me la puedo quitar, el problema es que no llevo nada debajo". “La moda de lujo es más potente cuando se lee como una señal de cambio en los modos de comportamiento dentro de la sociedad en general, un indicador de los parámetros cambiantes de la libertad de expresión, un contexto que refleja y da sentido al mundo que nos rodea. En términos de protesta y política, la moda de pasarela, como todas las formas artísticas, a menudo es más exitosa cuando deja espacio para la interpretación, espacio para el espectador. Los sistemas existentes que apuntalan a la industria de la moda de lujo, la mayor parte de las veces, hacen que la mayoría de sus comentarios políticos suenen sordos. Está hablando de cara a la galería en lugar de a las masas acomodadas”, escribió el fotógrafo Drew Vickers en 2019 en 'The Post Truth Truth Issue', de ‘Vice’.

Al parecer, el abrigo de Begoña Villacís no es más que un adelanto de un fenómeno consistente en plasmar reivindicaciones y mensajes en la moda. Lo importante es que cada cual simpatice con la causa que defiende cada diseño y no se limite a abrazar tendencias sin reflexionar acerca de su contenido.